Invierno
10 trucos para mantener la casa caliente en invierno y ahorrar calefacción
Por fin ha llegado el frío a España y, muy pronto, todo el país tendrá que recurrir a la calefacción para tratar de calentar el hogar
El frío ha llegado finalmente a España. Tras unos meses excesivamente cálidos para la época del año, poco a poco sacamos del armario los abrigos y la ropa de invierno y guardamos las blusas finas, los pantalones cortos y los bañadores. Decimos adiós al buen tiempo y nos adentramos en una época de días cortos y noches largas, de temperaturas bajas y de cielos nubosos. Todo ello hará que nuestros gastos en calefacción se incrementen para tratar de calentar nuestro hogar y estar cómodos en nuestra propia casa.
Sin embargo, se espera que un incremento en la demanda de energía eléctrica se traduzca en un aumento del precio de la misma, que quedará reflejada en la factura de la luz.
A continuación te ofrecemos una serie de consejos para que puedas ahorrar algo de electricidad y tu casa permanezca caliente durante más tiempo sin recurrir a la calefacción.
1. Ventila
Puede sonar algo contradictorio, pero abrir las ventanas de nuestra casa en las horas de más calor puede contribuir a que los rayos del sol calienten el hogar y no haga falta encender durante tanto tiempo la calefacción.
2. Cierra puertas y ventanas
Por mucho que sea necesario ventilar, es fundamental mantener las habitaciones cerradas ya que, en espacios pequeños, es más fácil mantener el calor.
Algunas estancias de la casa cuentan con rejillas de ventilación que pueden hacer que nuestra casa no termine de calentarse. Estas suelen ser el baño y la cocina, por lo que es importante que cerremos la puerta para mantener el calor en la casa.
3. Utiliza velas
Por supuesto, utilizar velas no va a hacer que estancias amplias se calienten, pero sí pueden ayudar a mantener la temperatura en estancias pequeñas.
Si optamos por esta solución, lo mejor es optar por velas grandes y distribuirlas por la estancia para regular la temperatura. Eso sí. No te olvides de apagarlas si te vas.
4. Escoge una buena alfombra
Aunque parezca raro, la decoración puede ser fundamental a la hora de mantener el calor en casa. El uso de alfombras, por ejemplo, puede aislar el frío del suelo y ayudar a mantener una temperatura más agradable en las estancias.
5. Elige cortinas térmicas
Las cortinas térmicas no son solo útiles en verano, cuando muchos las utilizan para evitar que el sol caliente demasiado las habitaciones. De hecho, son de mucha ayuda cuando queremos mantener el calor en nuestra casa sin tener que estar constantemente echando mano de la calefacción.
6. Opta por colores oscuros
Los colores oscuros ayudan a mantener el calor. Absorben los rayos de luz que penetran en casa y mantienen una temperatura más elevada durante más tiempo.
Puedes optar por colores oscuros en tus muebles, cortinas o incluso en tu alfombra.
7. Utiliza medidas aislantes
Los burletes adhesivos de silicona o caucho son muy eficaces en ventanas y puertas para evitar que el frío se cuele por sus rendijas. De este modo lograrás reducir tu factura eléctrica considerablemente, ya que no hará falta emplear tanto la calefacción para mantener la temperatura ideal en la estancia.
8. Seca la ropa al aire libre
Muchas veces, por miedo a la lluvia o al ambiente excesivamente húmedo del exterior, optamos por tender la ropa de la lavadora dentro de casa. No obstante, si el tendedero se coloca cerca de radiadores puede hacer que aumente considerablemente el consumo eléctrico, ya que se requerirá mucha energía para secar las prendas.
9. Cubre las paredes más frías
En casa, hay pareces menos expuestas que otras al sol, lo que hace que estén más frías. Una opción para evitar esto es cubrir dichos muros, ya sea con muebles, como estanterías de madera o, en el caso de que tengan ventanas, cortinas. De esta forma lograremos reducir el frío.
10. Utiliza mantas y ropa cómoda y térmica
Por último, lo mejor es que nos mantengamos nosotros mismos calientes. Para ello lo mejor es optar por pijamas cómodos, cálidos y, si hace mucho frío, térmicos. Opta también por buenas mantas y ropa de cama adecuada a temperaturas más frías. De este modo lograrás mantener tu cuerpo caliente y no tendrás que utilizar con tanta frecuencia los radiadores.