Macron traslada a Elon Musk la necesidad de que Twitter cumpla con las normativas de moderación
Reunión entre ambos con el mensaje de que la plataforma no se desvíe del camino de la protección de la libertad de expresión y la moderación de contenidos
Elon Musk cierra la oficina de Twitter en Bruselas en plena guerra contra la desinformación en la UE
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha mantenido una reunión con el dueño de Twitter, Elon Musk, a quien le ha trasladado que la plataforma debe cumplir con la normativa europea de moderación de contenidos y protección de la libertad de expresión.
«Lo diré aquí, en Twitter, porque se trata del pájaro azul. Esta tarde me he reunido con Elon Musk y hemos tenido una discusión clara y sincera», ha detallado el mandatario francés en un mensaje en la red social, enumerando una serie de acuerdos.
Eliminar contenido violento
«Políticas de usuario transparentes, refuerzo significativo de la moderación de contenidos y protección de la libertad de expresión: Twitter debe esforzarse por cumplir la normativa europea», ha dicho el dirigente galo.
Por ello, Musk ha confirmado la participación de Twitter en la Cumbre del Llamado a la Acción de Christchurch, una cumbre política en la que participan más de 120 gobiernos, matrices de servicios de Internet y organizaciones de la sociedad civil que actúan juntos para eliminar el contenido terrorista y extremista violento de las redes sociales.
En tanto, Musk le ha confirmado a Macron que Twitter trabajará con las entidades europeas para mejorar la protección de los niños en Internet.
Cierre de la sede de Bruselas
Sin embargo, las autoridades comunitarias sospechan de la voluntad de Musk para cumplir con los deseos tanto de Macron como del resto de la Unión Europea.
Tras disolver la sede de la compañía en Bruselas, la decisión generó temores entre los funcionarios de la Unión Europea (UE) sobre si la popular plataforma se acogerá a las nuevas reglas del bloque comunitario sobre contenido online.
De esta forma, la compañía perdía al equipo encargado de vigilar el cumplimiento de la normativa europea sobre desinformación y mensajes de odio.
Con el éxodo de directivos y empleados, algunos de ellos clave para tratar con los funcionarios de los gobiernos locales, se abre la incógnita sobre si la plataforma cuenta con la plantilla –y la voluntad– suficiente en sus delegaciones para garantizar el cumplimiento de las leyes locales diseñadas para vigilar el contenido online.