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El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien tiene un gran reto por delanteJesús Hellín - Europa Press

Análisis económico

La Seguridad Social, ejemplo de presupuesto actualizado al alza y nunca a la baja

La Intervención General del Estado está empezando a liberar la situación de gastos e ingresos de las diferentes áreas de la Administración Pública y lo que es igual de importante, lo que le queda pendiente de gastar a cada área sobre la que publica datos.

Además, y de una forma muy especial, publica cuál fue el presupuesto aprobado originalmente. En el caso de la Seguridad Social, ya estaba incluido en los PGE, aunque su presupuesto ha sufrido modificaciones.

Este se ha visto incrementado en 4.105 millones de euros y ha sufrido modificaciones todos los meses del año sin dejarse uno, lo cual es absolutamente asombroso. Durante el mes de octubre, ha tenido una modificación del presupuesto de 1.800 millones.

Está claro que esto es jauja y que de lo aprobado en el Congreso de los Diputados y en el Senado está bien para empezar, pero que a medida que surge necesidades, informaciones o situaciones nuevas, se actualiza el presupuesto.

Si esto se nos ocurre a cualquier ejecutivo de una gran empresa, es decir, cambiar el presupuesto de gastos todos los meses y además sin informar al Consejo de Administración, acaba en la calle cuando el Consejo se entera.

Aquí da lo mismo y me da que el Congreso y el Senado no son conocedores de los cambios que acepta Hacienda, porque esto, que está pasando en los Presupuestos Generales del Estado, también ocurre con las Comunidades y con los Ayuntamientos.

Con lo cual, cuando te crees que ya sabes cuánto nos vamos a gastar entre todos los organismos de la Administración, resulta que lo sabes en enero y cada mes hay que ir adaptando el prepuesto inicial al modificado, que como decía Van Gaal cuando era entrenador del Barcelona, siempre positivo, nunca negativo, o lo que es lo mismo, siempre al alza y nunca a la baja.

En el caso de la Seguridad Social es muy fácil compararlo con otras áreas de la Administración del Estado. Así, todas las partidas de gasto han sufrido su modificación.

Los gastos de personal han subido un 0,7 % y en monto han sido 19,3 millones; los gastos corrientes han subido un 4,4 % lo que supone un incremento de 71,5 millones; la subida de los gastos financieros es irrelevante en comparación con el presupuesto total; las inversiones, como siempre suben para nunca ver que se ejecutan, en cualquier caso han subido un 14,6 %, que son 50,8 millones de euros más.

Las dos partidas que más suben son las transferencias corrientes, que aunque solo suben un 2,2 %, supone un incremento de 3.927 millones de euros y que son para cubrir más prestaciones sociales y las transferencias de capital que aumentan en un 161,8 %, equivalente a 36,9 millones de euros más, que sirven para transferir a comunidades autónomas para la realización de inversiones.

Con todo ello, la Seguridad Social ha incrementado en estos 10 meses un 2,2 %, lo que le lleva a tener un presupuesto de gasto de 4.105 millones más de euros.

A 31 de octubre, la Seguridad Social lleva un gasto ejecutado de 115.027 millones de euros que equivale al 79,1 %. Así tenemos que los gastos de personal van al 72,4 % pero con la paga extra todo aparenta a que se van a ejecutar, aunque los gastos corrientes van bastante por debajo de lo presupuestado, pues a la fecha debería estar alrededor del 80%.

Las inversiones, como todas las inversiones, con un gran incumplimiento, pues solo se han ejecutado el 39,3 %.

Las transferencias de capital van en presupuesto, mientras que los activos financieros no han necesitado activarse.

La gran partida de la Seguridad Social son las transferencias corrientes. Para pagar todas las pensiones más los otros servicios sociales que proporciona la Seguridad Social y lleva ejecutados 146.719 millones de euros y se coloca al 80 %, por lo tanto, teniendo en cuenta la doble paga de los pensionistas, todo indica que los 39.000 millones que quedan pendientes de gastar se van a ejecutar al 100 %, quizás con algo menos en gastos corrientes, pero insignificante desde el puto de vista de volumen.

No cabe duda de que la máquina de gastar está en marcha y no para. Hemos visto como el Estado se ha gastado en octubre 42.000 millones, cuando la media de los 10 primeros meses era de 22.000 millones. La Seguridad Social va a llegar a los 190.000 millones, lo que quiere decir que el año 2023 va a superar con creces los 200.000 millones de euros.

Si con este gobierno hiciésemos una apuesta para bajar, aunque fuese un 1 % el gasto público, solo de pensarlo, les entraría tal mono de gastar que destrozarían al Tesoro.

Estos políticos con el tema del gasto son inasequibles al desaliento y Pedro Sánchez es el elemento que aglutina todos los deseos del gasto y alimenta las bocas de las fieras gastadoras que hay en su equipo.

Si Goya viviese, no tengo ninguna duda que sería el pintor que mejor desarrollaría su segunda fase negra y pintaría un infierno lleno de socialistas y comunistas derrochando y quemando masas ingentes de dinero.