La Seguridad Social, un pozo sin fondo: 30.500 millones de déficit hasta octubre

Escribía el otro día de la necesidad de la reforma de las pensiones, porque ya estábamos en 130.000 millones de euros al año en pensiones contributivas y 10 millones de pensionistas, y con la subida del 8,5 %, para equiparar las pensiones a la inflación, el año que viene vamos a estar muy cercanos a los 150.000 millones de gastos en pensiones.

Hoy vamos a ver la situación de la Seguridad Social, a la que además de las pensiones contributivas le caen cada año más gastos que el Gobierno no sabe dónde meter y van al cajón de sastre de este organismo. Así tenemos que a la Seguridad Social le caen encima el Ingreso Mínimo Vital, las transferencias para la atención a la dependencia y las prestaciones por cese de actividad del autónomo. Todo ello hace que todos los meses la Seguridad Social necesite una transferencia especial del Gobierno para equilibrar sus cuentas.

La Seguridad Social está en máximos de recaudación por cotizaciones sociales. Al estar en 20 millones de trabajadores por todos y los diferentes conceptos, ha conseguido recaudar a 31 de octubre la cifra de 140.516 millones de euros, cuando en el año 2021 por las mismas fechas recaudó casi 7.000 millones de euros menos, quedándose en 133.526 millones.

Pero todo esto se ve mucho mejor si lo plasmamos con números sencillos y concretos que nos van a servir para entender mejor la situación:

En el mes de octubre, sobre el mes de septiembre, la Seguridad Social ha ingresado 22.360 millones de euros, superando la cifra de 175.000 millones y llegando a los 176.644. Supone un incremento sobre septiembre de un 14,5 %.

Este incremento tan especial se debe básicamente a las cotizaciones sociales, que siguen a una media mensual de 14.000 millones, y que, por lo tanto, en octubre han alcanzado los 140.516 millones de ingresos, que suponen un 11,1 % más de lo que había recaudado a septiembre.

No debemos de olvidar que esta cifra de ingresos proviene casi en un 95 % de los empresarios y en un 5 % de los trabajadores. Esto quiere decir que, a octubre, los «malditos» empresarios han aportado a las arcas del Estado, solo por ese concepto, 133.490 millones de euros. Si le añadimos los 30.000 millones de euros que han pagado por el impuesto de sociedades, tenemos que sin esos denostados empresarios a los que odian los comunistas del Gobierno y los asesinos de ETA, el Estado carecería de casi 165.000 millones de euros. Si las pensiones contributivas han sido, a 31 de diciembre, 130.000 millones, quiere decir que los empresarios han pagado el 100 % de las pensiones, y que todavía le sobran al Estado 35.000 millones, a los que habrá que sumar los 26.000 millones de cotizaciones patronales y el impuesto de sociedades de los dos últimos meses, que ya será menor en la media.

Por lo tanto, el tejido empresarial español, además de pagar el total de las pensiones contributivas, deja netos al Estado más de 60.000 millones de euros.

Pero como la gestión de la Seguridad Social es la que es, a septiembre el Estado le había transferido 27.740 millones de euros para equilibrar las cuentas. Llega octubre y le hace una transferencia de 8.321 millones de euros más, lo que lleva a que la Seguridad Social haya recibido del Ministerio de Seguridad Social 36.061 millones de euros. Con los 67 millones de transferencias de capital para inversiones en equipamiento, la Seguridad Social ha llegado a esos 176.644 millones de ingresos.

A finales de octubre la Seguridad Social se ha gastado 171.138 millones, lo cual quiere decir que oficialmente tiene un superávit de 5.506 millones de euros. Es lo que publica la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), que a su vez dice que la gran partida de gasto son las prestaciones sociales, que han llegado en octubre a los 159.473 millones de euros, que significan una media mensual de 15.947 millones, aunque en octubre se han contabilizado solo 14.972 millones.

¿Cuál es el déficit real de la Seguridad Social a octubre?

Desde luego, no son los 5.506 millones de superávit que dice la IGAE. La realidad es que a esta cifra hay que restarle los 36.061 millones de euros que traspasa el ministerio a la Seguridad Social. Por lo tanto, el déficit real a finales de octubre es de 30.555 millones de euros, lo cual supone un incremento de 2.602 millones sobre el mes de septiembre.

Estamos en una media de déficit de 3.000 millones que subirá muy cerca de los 3.500 millones, dado que hay doble paga para los pensionistas en noviembre y para los empleados públicos para diciembre.

Con estas cifras cerraremos el año con un déficit estructural de 40.000 millones en la Seguridad Social, a pesar de ingresar lo que ingresa y de que el año 2023 el Estado va a subir un 0,6 % las cotizaciones (0,5 % a los empresarios y 0,1 % a los trabajadores), también a más de 3 millones de autónomos, y que, por lo tanto, en principio va a recaudar más. No va a ser suficiente para pagar el incremento del 8,5 % de las pensiones y de los otros gastos que ha incrementado el gobierno para este Organismo.

Pero como a los que escribimos denunciando el gasto público, los miembros del Gobierno nos tacha de poco solidarios, solo desde aquí decirles que la solidaridad se demuestra andando, y que lo que hay que hacer es parar el derroche, ayudar a los empresarios a que estos crezcan, que generen 1 millón más de puestos de trabajo, que eso es lo que de verdad sirve para que la Seguridad Social pierda menos.