La deuda media de la zona euro se sitúa en el 93 %, frente al 115 % de España

Para los economistas de pensamiento liberal, entre los que me encuentro, que creemos que la intervención del Estado es necesaria en aquellas partes que garantizan el llamado Estado del Bienestar, la época de 2015 a 2019 fue esplendorosa.

La Unión Europea y, sobre todo, la Comisión Europea, cumplía con sus deberes, y hacía que los países respetasen las reglas implantadas desde hacía muchos años, que se habían vuelto a desobedecer con la excusa de la crisis del 2008 al 2013.

Esas normas eran muy sencillas: máximo un déficit del 3 % y máximo una deuda del 60 % sobre el PIB. Gasta lo que te dé la gana, pero tu deuda nunca puede superar el 60 % del PIB y tu déficit anual nunca puede ser superior al 3 %.

Llegó la COVID y volvimos a aceptar que teníamos que saltarnos las reglas sin control.

La Comisión Europea, en lugar de fijar reglas nuevas, subir el déficit para ese año al 7 o al 8 % y dejar que durante ese año 2020 la deuda pudiese subir 10 puntos sobre el PIB, permitió barra libre a todos los países.

En 2021, cuando ya la pandemia dejó de ser un problema, volvió a incumplir con su tarea de controlar y continuó con la barra libre de haz lo que te dé la gana.

Cuando parecía que en el 2022 iba a tomar las riendas llega la excusa de la guerra de Ucrania y la crisis energética, de la que es culpable 100 % la Comisión Europea, por su apuesta desaforada con la Agenda 2030 y su falta de visión en utilizar energías limpias como la energía nuclear, va y sigue dejando que cada país vaya a su aire.

Las consecuencias de todo este desastre de falta de estrategia y de la carencia más importante, la necesidad en la Presidencia de la Comisión de capacidad de liderazgo, son muy claras para la Unión Europea. A finales del tercer trimestre ha conseguido que la deuda de toda la UE llegue al 85,1 % del PIB, pero lo que es más duro, que la Zona euro esté exactamente en el 93 % de deuda sobre el PIB.

¿Qué planes tiene la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, para resolver este problema?

Quizás los conozcan sus más fieles allegados, o quizás simplemente sea un secreto de alcoba, pero la realidad es que ya estamos en febrero de 2023 y todavía no se ha dicho ni una palabra sobre la situación en que se encuentra la Unión.

Como ya bien saben mis lectores, esta deuda media significa muy poco. Hay países que tienen el doble de la media y hay países que tienen la mitad o menos. Veamos dónde se encuentran los miembros de la Unión.

Efectivamente hay 6 países de la Unión Europea que están por encima de media de la zona euro, y además de una manera muy diferente cada uno.

Así tenemos a Grecia, que se ve que no ha aprendido demasiado sobre su intervención hace unos años por los «hombres de negro», porque no tenía dinero para pagar los sueldos de los empleados públicos ni las pensiones ni nadie que se lo prestase, y tuvo que acudir a un rescate, y aquí la tenemos liderando el grupo de los más endeudados con un 178 % de deuda sobre el PIB.

A Grecia le sigue otro histórico en el derroche público, como es Italia, con una deuda del 147,3 % y con un PIB estancado sino en recesión.

El tercer lugar lo ocupa Portugal, que debe el 120,1 % de su PIB y que más le vale que vuelva a la senda de la austeridad sino quiere probar de nuevo las hieles de la intervención.

En cuarto lugar tenemos a nuestro país, debatiéndose entre leyes que sueltan a los pederastas y violadores y leyes que dejan sin culpabilidad a prevaricadores y malversadores de caudales públicos y que, mientras tanto, sigue gastando sin control y lleva la deuda a un 115,6 % del PIB.

Francia, que es otro ejemplo al que no hay que dar la espalda, ya está en un 113,4 % de deuda y en batallas campales por tener que jubilarse a los 64 años.

Por último nos queda Bélgica, otro país con más problemas cada día a pesar de tener la capital de la UE en su país y que ya ha superado el 106 % de deuda.

Entre los buenos ejemplos hay muchos, incluido Alemania que, a pesar de la pandemia, de la crisis energética y de todos los errores cometidos está en el 66,6 % de deuda sobre su PIB.

Mucho tenemos que aprender de los antiguos países del telón de acero, con una Polonia en el 50 % (sexta economía de la UE) o de los países nórdicos como Suecia, con un 33,6 %, o Dinamarca, con un 30,7 %.

Incluso Países Bajos, que está en un 49 % y es la quinta economía de la UE.

Pintan bastos en la economía, sobre todo por la parte de los tipos de interés. El BCE ya ha anunciado que va a seguir subiendo tipos y en marzo se prevé otra subida del 0,5 %, que colocaría el tipo de interés del BCE en un 3,5 %, llevará el Euríbor de las hipotecas a estar por encima del 4,5 % tirando hacia el 5 % y empezaremos a oír de nuevo la cantinela de las primas de riesgo a la hora de financiar la deuda.

Por mucho que no hable la presidente de la Comisión, más vale que se ponga las pilas y empiece a hacer su trabajo, que es mandar y poner orden y concierto en la situación en la que estamos inmersos.

Y a nuestro Presi y su cuadrilla de sí señores, que hagan lo que quieran, pero por favor, que paren de gastar y de endeudarse, que están haciendo mucho daño a este país, y ojalá se peguen entre ellos por la ley que está sacando violadores a la calle y tengan que convocar elecciones, aunque el calor de la paguita todos los meses, el Falcón y todas las prebendas que se tienen al llegar al Gobierno, no van a renegar de ellas, porque suelten a más violadores o pederastas.