En enero han dejado de cotizar más de 800 empresas al día

El Gobierno de España, a través de la Vicepresidencia Segunda y del Ministerio de Trabajo y Economía Social, desde la Subdirección General de Estadística, publica mes a mes un informe que se llama Estadísticas de empresas inscritas en la Seguridad Social.

En este informe se extractan los resultados, mes a mes, de empresas según tamaño que están afiliadas a la Seguridad Social. Además, tiene otros apartados con los mismos datos, pero divididos por la sección de actividad en la que se encuentra la empresa o según la comunidad autónoma.

Con esto quiero decir que el informe es exhaustivo y tremendamente profesional, elaborado, como siempre, por los profesionales que trabajan en esos entornos.

Este informe, hasta donde yo he encontrado, tiene datos desde 2018, y además desglosado por los resultados mes a mes, que es una manera de ver cómo evoluciona la realidad económica desde el punto de vista de empresas que tienen empleados y que pagan las cotizaciones sociales de sus trabajadores.

Cuando vi el informe, lo primero que vino a mi cabeza fueron los datos de los 205.000 afiliados que se han perdido en el mes de enero, y lo que quise comprobar es si la pérdida de afiliación había afectado al número de empresas que estaban cotizando a la Seguridad Social.

Después de ver el informe, no creo que estos datos que yo he obtenido no los tengan las ministras de Trabajo, que es la dueña del informe, y de Asuntos Económicos.

El resultado del mes de enero no solo es un desastre, desde el punto de vista del número de empresas que han podido desaparecer, sino también un resultado que viene de atacar de manera tan frontal al empresariado español.

Cada vez que un ministro, comunista o no, abre la boca y ataca a un gran empresario, los pequeños entran en pánico, porque saben que hay una estrategia que antes o después va a llegar a atacar a la pyme. La consecuencia del miedo del empresario de la pyme es que a la menor dificultad es mejor cerrar ante de que te cierren.

No tiene nada que ver un cierre con concurso de acreedores con un cierre simplemente por voluntad del empresario de no seguir corriendo riesgos ante la disyuntiva de ser atacados por un Gobierno con todas las armas que tienen en sus manos.

La realidad es que los resultados de enero, como decía, son para temblar, y si fuese la ministra de Trabajo o de Asuntos Económicos empezaría a pensar qué hacer antes de que esto termine en desastre nacional.

España ha perdido, en un solo mes en los que solo se trabajaba 20 días, 16.764 empresas. Estas empresas pasaron a no pagar a ningún trabajador, ni siquiera para seguir pagando cotizaciones sociales.

Veamos los datos, porque de esta manera entenderemos un poco mejor lo que está pasando:

El informe sigue la forma de dar los datos que el INE pide para poder realizar otro tipo de estadísticas.

Así vamos desde empresas de 1 a 2 trabajadores, de 3 a 5, que siguen considerándose micro pymes, de 6 a 9 trabajadores y de 10 a 49, que son consideradas pequeñas empresas, de 50 a 249 y de 249 a 499, que se consideran medianas, y más de 499, que son las consideradas grandes empresas.

Así tenemos que las micro pymes suponen el 75 % de las empresas de este país que cotizan a la Seguridad Social; las pequeñas representan el 22,4 %, las medianas el 2,2 % y las grandes empresas solo el 0,2 % del total.

La pérdida de 16.764 empresas se produce en su parte más importante entre las de 1 a 2, que pierden 5.477, y las de 3 a 5, que pierden 5.834. Estas pérdidas suponen el 67,5 % del total de las pérdidas.

Si a estas desapariciones le sumamos las 4.069, que dejaron de cotizar en el entorno de 6 a 9, y las 1.308, que dejaron de cotizar entre 10 y 49 trabajadores, llegamos al 99,5 % de las empresas que, al no cotizar, podemos pensar que han dejado su actividad.

Nuestro tejido empresarial en un solo mes pierde casi 17.000 empresas, lo que implica que, cada día del mes de enero, hemos perdido 838 empresas.

Si tenemos en cuenta lo que cuesta encontrar un emprendedor, que este emprendedor se convierta en el tiempo en un empresario, que este empresario en el tiempo pase a convertirse en mediano empresario y a su vez este evolucione a gran empresario, el que un Estado ayude a destruir esta cantidad en un solo mes es motivo de una muy alta preocupación para los ciudadanos españoles.

Creo que el Gobierno adolece de cualquier tipo de sensibilidad hacia el empresariado español. No es consciente de que solo tenemos en estos momentos 2.418 grandes empresas y, por lo tanto, grandes empresarios son muy pocos y que cualquier ataque que reciban hace daño a todo el tejido empresarial

Y ahora Sra. Calviño, por favor, vuelva usted a decirnos que somos la lanzadera de la Unión Europea y usted Sra. Díaz, siga subiendo el Salario Mínimo para seguir ayudando al cierre de empresas en este país.