El Gobierno «releva» al presidente de Renfe y la ex responsable de Adif tras la chapuza de los trenes de Cantabria
Revilla ya ha adelantado que pedirá la gratuidad del Cercanías y un mayor número de convoyes como compensación
El presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, han presentado su dimisión tras la chapuza de los trenes de Cantabria, que no entraban por los túneles y han obligado a retrasar el servicio hasta 2026.
En 2020, Renfe anunció la compra de 21 nuevos trenes que se sumarían al servicio de Cantabria en 2023. La empresa encargada de su construcción fue CAF, con las medidas de gálibo aportadas por la compañía pública. El problema es que estas dimensiones correspondían a los túneles nuevos, muy diferentes a los que se encuentran por la cornisa cántabra. En definitiva, los trenes no entraban.
La Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria ya advirtió al Gobierno en septiembre de 2021 del problema y que la constructora no podría «dar cumplimiento al proceso de compatibilidad» de las vías. Sin embargo, nadie en el Ministerio ha sido capaz de explicar por qué no se ejecutó la orden que permitiera adaptar los convoyes.
El propio Miguel Ángel Revilla reveló que el Gobierno «se lo tenía callado durante dos años y medio». «Vamos a ver quién ha cometido el gravísimo error de sacar a licitación un proyecto que no era viable en la medida en que la anchura de los gálibos de los túneles que tenemos tanto aquí como en Asturias no coincidían con la dimensión de los trenes que se iban a fabricar», añadió.
Renfe y Adif –que entonces estaba presidida por Pardo de Vera– iniciaron una investigación que se saldó con el cese de dos trabajadores que volvió a levantar la polémica ya que se trataba de un técnico a punto de jubilarse y otro al que solo se le cambió de puesto.
Ya el pasado miércoles, Táboas se negó a responder a los periodistas durante un desayuno organizado por la Confederación de Directivos y Ejecutivos (CEDE) alegando que la investigación todavía estaba en marcha. Apenas cinco días después ha tenido que dimitir por uno de los mayores ridículos de la compañía.
Transporte, por su parte, ha calificado estas salidas como un «relevo» que «permitirá poner en marcha un cambio con el que el Ministerio quiere comenzar una nueva etapa tanto en la Secretaria de Estado como el operador ferroviario». Lo cierto es que la figura de Raquel Sánchez ha quedado muy desgastada ya que Pardo de Vera era una de las personas de máxima confianza de la ministra y la encargada de llevar las negociaciones del próximo modelo de peajes.
Estos ceses –o "relevos– se han producido apenas una hora antes de que los presidentes de Cantabria y Asturias se reúnan con Sánchez en la sede del Ministerio para pedir explicaciones del problema y exigir compensaciones. Ambos dirigentes han advertido de que van a pedir a cambio la gratuidad de las Cercanías en sus comunidades y mayor número de unidades.