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La habilidad política de Pedro Sánchez se ha vuelto a demostrar con su cercanía con Ursula von Der Leyen.

La habilidad política de Pedro Sánchez se ha vuelto a demostrar con su cercanía con Ursula von Der LeyenLu Tolstova

La semana económica

El pacto entre Sánchez y von der Leyen: tú me apoyas y yo te doy fondos y hablo bien de España

La presidenta de la Comisión Europea necesita el sustento de los socialistas y se enfrenta a una guerra interna en su partido

La visita de los eurodiputados a España esta semana pasada para examinar al Gobierno sobre el uso de los fondos europeos ha puesto sobre el tapete una contradicción evidente: mientras que el Parlamento Europeo ha constatado que hay deficiencias en el sistema español, que no se saben datos reales de ejecución ni a quién en concreto llegan los fondos y no se ha disipado la preocupación que hay en Europa por la reforma del delito de malversación y su posible conexión con la corrupción, la Comisión Europea dice que nuestro Gobierno está trabajando bien y sigue aprobando desembolsos de los fondos.

Las claves de la contradicción parecen estar en el interés por mantenerse en el cargo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y las luchas internas que hay en su partido, la CSU-CDU alemana, con una parte, la bávara, que no ve con buenos ojos la política que está llevando a cabo.

La Comisión Europea tiene a diez comisarios socialistas en su órgano de Gobierno. Son el grupo mayoritario. Para poder mantener ese gobierno de coalición, von der Leyen necesita el apoyo de los socialistas; de ahí que la presidenta hable bien de España y apruebe los desembolsos. A cambio tiene a un Sánchez obediente y entregado, un presidente de un país importante como España que está a lo que haga falta.

Von der Leyen se juega además el año que viene seguir en el cargo. En 2024 hay elecciones europeas y no está claro que vaya a poder repetir su puesto en la Comisión. La línea bávara de su partido no está de acuerdo con el desembolso fácil y los controles laxos que parece estar promoviendo con países como España. Esa idea conecta muy bien con lo que piensan en los países frugales, como los nórdicos o los suecos. Otros países de la misma mentalidad no se unen porque están revueltos: por ejemplo, Países Bajos.

El ataque a la actual presidenta lo lidera el presidente del Partido Popular Europeo: Manfred Weber. Hace cinco años era el candidato del partido para presidir la Comisión, pero perdió ante von der Leyen, entonces una desconocida que había sido ministra de Defensa; algunos dicen que fue la peor ministra de Defensa de la historia de Alemania. Von der Leyen llegó a su posición como quinta o sexta opción, y según algunas fuentes, de la mano de Macron.

Desde su derrota Weber planea su venganza, y ahora su plan es que la siguiente presidenta sea la maltesa Roberta Metsola, actualmente presidenta del Parlamento Europeo. Weber también se está acercando a partidos de derechas como el dirigido por Meloni, que parece ver bien la jugada.

Weber y los bávaros siguen la línea del ex ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, que pensaba que los países del sur somos unos vagos, no gestionamos bien el dinero y estamos acabando con los ahorros de los pensionistas alemanes.

La opinión negativa sobre von der Leyen no solo crece dentro de su partido. También en otros. El eurodiputado de Vox Hermann Tertsch la califica como «una progre sin escrúpulos», algo que podría sorprender con datos como que pertenece al partido conservador alemán, en principio se le consideraba una demócratacristiana moderada y tiene siete hijos, pero resulta que entre otras cosas ha apoyado el aborto, la agenda 2030 y la LGTB, y Tertsch desde luego ratifica su cercanía con los socialistas, en particular con Sánchez. «Da por hecho que le apoyarán los conservadores y busca ampliar su alianza. Nosotros desde luego no le apoyamos. Los polacos le apoyaron y se equivocaron», dice el eurodiputado.

Entre los políticos cercanos al presidente del PPE está también Monika Hohlmeier, la presidenta de Control Presupuestario del Parlamento Europeo que ha liderado en España la visita para fiscalizar los fondos. Hohlmeier ha dicho que von der Leyen es una «ecologista peligrosa».

Más allá de esta refriega política, hay economistas que piensan que Ursula von der Leyen no está desempeñando bien su papel con los fondos europeos, y están de acuerdo en que la visita del Parlamento Europeo ha sacado a relucir esta cuestión. «Si se puede decir algo de la Comisión Europea y de von der Leyen en relación con el plan de recuperación y los fondos es su falta de rigor», señala Daniel Lacalle. «Una cosa es apoyar a los países en su proceso de recuperación y otra es financiar el despilfarro. Que la Comisión haya abandonado cualquier análisis con el mínimo rigor para la estabilidad presupuestaria y el gasto público, y que continúe enviando dinero cuando tienen la evidencia de que no se está gestionando y canalizando correctamente, demuestra que ha dejado de cumplir su función», añade.

El trabajo de Úrsula von der Leyen queda por tanto en cuestión tras las evidencias encontradas por el Parlamento Europeo en su visita a España. No parece un buen dato para que los españoles aumenten su confianza en Europa.

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