Ferrovial no estaba a gusto con la presión fiscal en España
Su asesor en materia de impuestos lo había dicho en diversas ocasiones; la última, hace pocas semanas
El director de Asesoría Fiscal de Ferrovial, Ignacio de Felipe, mostraba hace tres semanas en unas jornadas su malestar con la fiscalidad empresarial que se aplica en España, aunque desde luego no era la primera vez que lo hacía. «Fiscalmente Ferrovial se siente más cómoda en el ámbito anglosajón, tanto en Australia como Reino Unido y Estados Unidos», señalaba en una entrevista que publicó Expansión en julio. «En esos tres países no existe un escrutinio tan agobiante como ocurre aquí, lo que es muy bueno desde un punto de vista de gestión. No tenemos prácticamente ningún conflicto en esos países, y en cambio en España tenemos muchos», añadía.
Ferrovial pagaba entonces impuestos en Holanda, Portugal, España, Australia, Estados Unidos y Reino Unido. A nivel global abonó 1.810 millones en impuestos en el año 2021: 767 millones, casi la mitad, fueron en España. La foto cambió en 2022, cuando abonó en España 282 millones de los 1.569 millones que pagó en todo el mundo, si bien es verdad que en este ejercicio ya se había desprendido de su división de Servicios.
Aunque desde el Sabadell señalan que Ferrovial podría ahorrar 40 millones en impuestos con su traslado a los Países Bajos, en la compañía afirman que pagar menos impuestos no ha estado entre las tres o cuatro razones que más han pesado en el cambio de la sede social, a pesar de que es evidente que la fiscalidad empresarial en España es de las peores de la Unión Europea. Según el último informe del Instituto de Estudios Económicos, basado en el Índice de Competitividad Fiscal de la Tax Foundation, la presión fiscal normativa sobre el Impuesto de Sociedades es en España un 23,7 % más elevada que la media de la Unión Europea y un 22,2 % superior a la del promedio de la OCDE. La tendencia además empeora. Según este estudio, en 2020 la presión fiscal normativa sobre el Impuesto de Sociedades era un 22,1 % mayor que la de la Unión Europea y en 2019 la diferencia era de un 16 %. Este empeoramiento se ha traducido en que España ha pasado de ocupar la posición 22 de 36 países analizados en el año 2019 en cuanto a competitividad de su Impuesto de Sociedades a ocupar en la actualidad posición 32 de 38.
A pesar de estas evidencias, Ferrovial asegura que han sido otros los motivos que han determinado el cambio de sede fiscal. Para empezar recuerdan que en 2018 realizaron una reestructuración societaria por la cual todos los activos internacionales están incluidos en una sociedad denominada Ferrovial Internacional que cotiza en los Países Bajos. Afirman que la situación en España va a seguir exactamente igual, ya que los IBI, la Seguridad Social de los 5.400 empleados que tienen aquí y los impuestos nacionales van a continuar abonándose en nuestro país (en el mundo la compañía tiene 24.191 empleados).
En cuanto al traslado a Países Bajos, argumentan que quieren cotizar en la Bolsa de Ámsterdam, como han hecho otras compañías como Stellantis, Mediaset, Exolum o Arcelor Mittal, entre otras. Cotizar allí les facilitará hacerlo en Estados Unidos, que es lo que quieren para acceder a inversores internacionales, razón principal de su expansión a estos mercados. No hay que olvidar que la compañía necesita una financiación importante para los megaproyectos que tiene a nivel internacional. Las condiciones de financiación allí son mejores y el riesgo país de los Países Bajos es menor.
Ferrovial apenas tendrá plantilla en los Países Bajos (entre diez y veinte empleados en Ámsterdam), pero la salida de su sede social está justificada viendo la evolución de su negocio: el 90 % del valor de la compañía es internacional, como también lo es el 85 % de su facturación y el 90 % de sus inversores institucionales. Su mayor potencial de crecimiento está en Estados Unidos y Canadá.