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La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, comenta que a las empresas les va muy bien con su GobiernoEFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Análisis económico

El Gobierno dice que las empresas van muy bien, pero sus ventas caen en enero un 1,1 % respecto a 2022

Habían crecido en el mes de enero de los tres últimos años

La Agencia Tributaria nos tiene en vilo con la información de recaudación de impuestos, y hasta el 31 de marzo piensa tenernos a dieta, pues no publicará ningún dato de recaudación de cierre del 2022 , ni de enero, ni febrero de 2023, pero acaba de publicar los datos, aunque solo en porcentajes, de los resultados de las ventas de las grandes empresas en España.

La Agencia Tributaria define como Grandes Empresas las personas físicas o jurídicas cuyo volumen de operaciones haya excedido la cifra de 6,01 millones de euros durante el año natural inmediatamente anterior.

En total estas empresas suponen algo menos del 1 % del total de declarantes por IVA, pero su peso en la facturación del total de empresas es superior al 60 %.

Estas empresas están obligadas a la presentación mensual de sus declaraciones, y gracias a esa información fiscal, la Agencia Tributaria puede preparar informes de los que extraer los datos que vamos a ver a continuación.

El mes de enero de 2023 no ha sido nada bueno, dado que las ventas totales de las grandes empresas han caído un 1,1 %.

La pregunta que puede surgir con esta caída en enero es si esto es habitual y todos los meses de enero se producen caída en las ventas.

Si quitamos los años de la pandemia, para que no nos afecten a los resultados, nos encontramos que en enero de 2022 las ventas crecieron un 0,1 %, las de enero de 2019 lo hicieron un 0,5 % y las de 2018 aumentaron un 0,2 %.

Podemos ver que todos son meses de crecimientos pequeños entre el 0,1 % y el 0,5 %, pero que ningún año, de los considerados normales, las ventas de las grandes empresas caen.

Por lo tanto, podemos deducir de estos resultados que algo les ha pasado a las ventas de las grandes empresas.

Lo suyo es analizar los datos en mayor profundidad para ver dónde tenemos los problemas y qué conclusiones podemos sacar.

Para poder efectuar este análisis, hemos sacado los datos diferenciados entre ventas totales y ventas interiores y vamos a ver que, cayendo las dos, hay diferencias sustanciales que nos dicen muchas cosas interesantes.

Las ventas totales caen un 1,1 %, pero las ventas interiores solo descienden un 0,4 %.

Primera conclusión que podemos sacar: la economía española está con el freno pisado, pero nuestros clientes extranjeros también, quizás hasta un poco más que los clientes españoles a los que venden las grandes empresas.

Si analizamos las ventas por sectores productivos podemos sacar conclusiones mucho más importantes.

Si miramos el sector primario, nos dice que las ventas interiores caen igual que las ventas totales y que, por lo tanto, los clientes nacionales y extranjeros están igual de mal.

Cuando miramos el sector industrial, empiezan las auténticas preocupaciones. Las ventas interiores caen un 1,6 %, pero las exportaciones industriales caen un 9,6 %. Es un golpe muy fuerte para un solo mes.

La pregunta que hay que analizar es muy sencilla: ¿está pasando algo con las exportaciones de automóviles?, ¿nos está empezando a afectar el que en España no se producen coches eléctricos y por lo tanto solo exportamos los tradicionales de combustión?

El único sector que crece y lo hace en los dos entornos es el de la construcción y las actividades inmobiliarias, que han tenido un gran mes con unas ventas que a nivel interior crecen un 15,1 % y el total de ventas aumenta un 11,2 %. Nos indica que nuestras empresas tienen más actividad inmobiliaria nacional que internacional.

Y por último el sector servicios, que a nivel total crece un 1,9 %, aunque a nivel interno baja un 0,3 %. Todo parece indicar que en nuestras exportaciones de servicios han resistido mejor las ventas al exterior que las ventas interiores.

Como vemos, aunque parecía que había más parón en el exterior que en España, al analizarlo por sectores ya no parece lo mismo. Es más: nos indica que nuestros sectores productivos pueden estar afectados por otros motivos, como pueden ser productos competitivos o incluso precios competitivos.

La subida del Salario Mínimo Interprofesional puede haber llegado en mal momento, lo veremos pronto, y además puede hacer mucho daño a nuestras exportaciones al encarecer los precios de los productos fabricados.

Pero si a esto le añadimos la inflación que tenemos tanto en España como a nivel mundial, y que las ventas hayan bajado, es un problema mucho más serio de lo que parece.

Con la inflación que tenemos a nivel mundial, lo lógico sería que nuestras ventas con respecto a enero del año pasado hubieran crecido, al menos lo que han subido los precios.

Si en el caso de España los precios han subido en un año un 8,5 %, nuestras ventas deberían haber crecido un 8,5 %. Al decrecer demuestra que tenemos un problema mucho más serio del que parecía al principio.

Si las ventas hubiesen crecido un 4 % o un 5 %, estaríamos oyendo a todos los ministerios y a los ministros dando ruedas de prensa para contar lo bien que va la economía, aunque el crecimiento fuese inferior a la inflación, pero ahora mismo están escondidos, porque no hay manera de explicar esta caída de las ventas salvo que sea un anuncio de lo que nos puede esperar.