Credit Suisse podría ser rescatado al ser considerado en su país un banco sistémico
Se baraja su escisión y su venta en diferentes partes
La posible quiebra de Credit Suisse ha sembrado el pánico en la Bolsa. El experto del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) Juan Abellán recuerda que Credit Suisse está considerado en Suiza un banco sistémico y sería rescatado, pero se baraja su escisión y venta de diferentes áreas, como por ejemplo la banca de inversión. «Veremos en qué termina. De momento han perdido un 75 % de su cotización, antes de ser suspendida y con CDS (credit default swaps: derivados financieros asociados al riesgo de crédito) que alcanzan ya los 800 puntos básicos», añade.
Ante la tensión generada por Credit Suisse, los expertos se han apresurado a diferenciar este fenómeno de otros. Juan Abellán, que es director del Máster de Mercados Financieros del IEB, señala que «la situación de Credit Suisse no es nueva. Ya el año pasado perdió hasta 1.760 millones de euros. A las pérdidas de este año (7.381 millones de euros en prácticamente todos sus negocios) hay que sumar controversias en su contabilidad financiera con la autoridad financiera de Estados Unidos. Pero aquí no terminan los problemas. Aparece Silicon Valley Bank y el resto de los bancos medianos norteamericanos que veremos ir sumándose al fondo de rescate creado por la Reserva Federal. En este contexto, su principal accionista, el Banco Nacional Saudí, ha declarado que no invertirá más (no es sólo por evitar sobrepasar el 10 %, sino por «diferentes motivos»)».
Abellán recalca que, en estos acontecimientos que estamos viviendo de manera meteórica, «no hay nada más rápido que el dinero cuando cunde el pánico». Las caídas son tan acuciantes en Europa que varios bancos han tenido que suspender cotización: Société, Monte dei Paschi y UniCredit; el Stoxx 600 Banks se ha desplomado ya un 13 %. A pesar de este tsunami, la banca europea está más regulada y controlada que los bancos regionales de Estados Unidos. «Por ejemplo, en la banca española la cartera de deuda pública, en su mayoría, está clasificada como bonos a coste de amortización, es decir, sin venta anticipada y por tanto sin influir contablemente hasta vencimiento y, por supuesto, no es su único activo en cartera, como ocurría en Silicon Valley Bank», apunta Abellán. «Estamos en una verdadera tormenta, sí, pero los bancos españoles y europeos están bien anclados. Esperemos que no se suelte el anclaje. No creo que lo haga. Otra cosa interesante será ver qué dice Christine Lagarde mañana», añade.