Fundado en 1910

Víctor Ronco trabajó en Marketing en el Santander y en el área digital en Red Bull. Ahora se dedica a las criptomonedas

El profano que no sabía nada de Bitcoin y ya le saca partido, cuenta su experiencia en un libro

Asegura que es donde más está rentabilizando su dinero

Víctor Ronco no había oído hablar de criptomonedas como Bitcoin hasta que en el año 2016 un amigo le habló sobre ellas. Empezó a investigar, invirtió cantidades pequeñas, las entendió y ahora no solo invierte: ofrece servicios de marketing a empresas de blockchain (la tecnología en la que se basan las criptomonedas) y servicios de blockchain a empresas de marketing. Se ha convertido en un experto y ahora cuenta su experiencia de manera muy divulgativa en el libro Criptomonedas: La revolución de los activos digitales, editado por Deusto.

Ronco piensa que solo hay que invertir en lo que se entiende, y la prueba de que se consigue es «que se lo puedas explicar a tu abuela y también lo comprenda». Él lo logró, y ahora asegura que la inversión en criptomonedas es la que le está resultando más rentable, aunque «diversifico mucho, pues tengo activos inmobiliarios y renta variable incluso con ETF (fondos de inversión que cotizan en Bolsa)».

Para los que quieran animarse, les recomienda invertir una cantidad pequeña como diez o veinte euros en bitcoins, que es la principal criptomoneda, e ir familiarizándose con el proceso de compra y con el envío y recepción de la moneda: ver cómo es la operativa, cómo funcionan las billeteras, la clave pública, la privada, cómo sube y baja la moneda… Si no se quiere comprar directamente en Internet, recuerda que se puede acudir a tiendas como las de BitBase, en donde lo explican todo y pueden ayudar con el proceso de compra. Ronco insiste en la importancia de comprender lo que se hace y en invertir una cantidad pequeña que se esté dispuesto a perder.

Recalca que «está más que demostrado que las criptomonedas tienen a largo plazo un rendimiento positivo, siempre que se sepa cuándo comprar y cuándo vender». Al mismo tiempo advierte de los peligros. Uno de ellos tiene que ver con no manejar bien la operativa: «Se dice que un 20-25 % del volumen de bitcoins es dinero perdido: de gente que ha hecho transacciones a direcciones que no eran correctas o que no tiene acceso a ellas porque perdió su clave privada».

Otras veces los problemas vienen por ir a un sitio inseguro como FTX, un gran proveedor de servicios de criptomonedas que quebró en noviembre. Al no estar en un sector regulado, no estaba cubierto por un fondo de garantías que sí puede haber en el caso de un banco tradicional.

Un tercer riesgo son las estafas: «Hay muchas, y esa quizá es la principal polémica. Donde hay dinero, todo el mundo quiere ganar más, tanto los que invierten como los estafadores».

Este punto podría ser el principal reparo frente a la banca tradicional para invertir en criptomonedas, pero Ronco no está tan de acuerdo. Sostiene que el acceso a las personas que atienden en los bancos es cada vez menor, y que si uno mira valoraciones de usuarios en Google, hay sucursales que salen muy mal paradas. No le falta parte de razón, pero aún así ofrecen más confianza que alguien a quien ni siquiera se ve.

Para quienes les interesa el fenómeno, Ronco ofrece en su libro incluso un apartado de estrategias de inversión en criptomonedas: «Hay dos muy básicas: tener bitcoins como reserva y hacer compras promedias del mismo modo que uno haría aportaciones a un plan de pensiones: 50 o 200 euros al mes en bitcoins de manera recurrente. Es una estrategia muy válida que hace mucha gente: haces una compra promedia y te olvidas de seguir el mercado; otra opción es la clásica de comprar barato y vender caro. A partir de aquí se trata de ir conociendo mejor el análisis fundamental de cada valor y tener nociones de análisis técnico para saber cuándo comprar y cuándo vender. Cuanto más queramos afinar en esta estrategia, más conocimiento deberemos tener del mercado de criptomonedas».