Análisis económico
La Seguridad Social acumula un agujero de 210.000 millones desde que llegó Escrivá
La deuda a 31 de diciembre de 1994 era de 7.267 millones. Hoy rebasa los 100.000 millones
El Banco de España ha publicado recientemente los datos definitivos del cierre del 2022 de las deudas de las Administraciones Públicas y, entre ellas, de la Seguridad Social.
Además, lo ha hecho con la información facilitada trimestre a trimestre desde diciembre de 1994, con lo cual hoy vamos a hacer una revisión con una visión retrospectiva de lo que se encontraron Pedro Sánchez y su ministro de la Seguridad Social, para que veamos las magníficas dotes de gestores que tienen los dos.
La verdad es que, si miramos hacia atrás y hacemos el análisis desde 1994, veremos que tenemos dos figuras que se llevan la palma como malos gestores o como nefastos estrategas de uno de los organismos clave de nuestro país, el órgano pagador de las pensiones.
En el año 1994, cuando empieza esta serie de datos que el Banco de España pone a disposición de cualquier españolito de a pie, la deuda a 31 de diciembre de 1994 era de 7.267 millones. En aquella época gobernaba Felipe González, que lo hizo hasta mitad de 1996, fecha en que abandona la presidencia del Gobierno, con una deuda en la Seguridad Social 11.064 millones.
La llegada de José María Aznar nos lleva a una época de bonanza económica que termina en marzo de 2004, después de los atentados de Atocha. Aznar deja la deuda de la Seguridad Social en 18.323. La gestión de Aznar no es excelente en estos 8 años, porque la deuda del organismo se dispara en 7.259 millones de euros y crece durante su mandato en un 66 % en sus 8 años de gestión.
Aparece de nuevo el socialismo con José Luis Rodríguez Zapatero y, si bien su gestión de los bienes públicos en general fue nefasta, dejó tranquila la Seguridad Social y en diciembre de 2011, cuando abandona la presidencia del Gobierno, deja a la Seguridad Social con menos deuda, pues ha sido capaz de reducirla a 17.168 millones de euros, que supone bajar la deuda en un 6 %.
A continuación aparece el flamante ganador con mayoría absoluta para poder hacer y deshacer, pero el gallego Rajoy ejerce de tal y durante todo el mandato no se sabe si sube o baja la escalera, pero eso sí, entrega la Seguridad Social a Pedro Sánchez con una deuda de 34.888 millones de euros. Esto supone un incremento de 17.720 millones de euros, que implica una subida de la deuda de un 103 %, o lo que es lo mismo, la consiguió multiplicar por dos durante los 6 años y medio de mandato.
Así, en junio de 2018, Pedro Sánchez Pérez-Castejón nombra a José Luis Escrivá, que se supone que es un auténtico técnico, aunque no lo ha demostrado.
Escrivá recibe la Seguridad Social con 34.888 millones de euros de deuda, y 6 meses después cierra el ejercicio con una deuda de 41.194 millones, que ya nos van a ir dando la muestra de por dónde va la capacidad de su gestión. En solo 6 meses sube la deuda en 6.306 millones de euros.
No satisfecho con endeudar a la Seguridad en sus primeros 6 meses a razón de 1.000 millones al mes, se permite el lujo, en su primer año completo de gestión, de darle «un toque de clase» y pasar a finales de 2019 a 55.024 millones de deuda. Así, haciendo gala de todas sus capacidades, endeuda a la Seguridad Social en 13.830 millones.
Claro, que llega el 2020, y como la pandemia tiene que ver mucho con las pensiones, y teniendo en cuenta que fue el único año en que el saldo neto de pensionistas fue negativo, nos cierra el ejercicio con una deuda nominal de 85.355 millones de euros.
Es cierto que las grandes ideas hay que pagarlas, y cuando el gobierno socialista se inventa el Ingreso Mínimo Vital, deciden que el organismo pagador sea la Seguridad Social, cuando podría haber sido presidencia de Gobierno, o hasta el Ministerio de Trabajo, pero la incompetencia para querer asumir poder y control lleva al ministro a crearle otro agujero al órgano pagador de las pensiones.
En un solo año sube la deuda en 30.331 millones de euros, y así en el cierre del 2020 Pedro y José Luis ya pueden decir que ellos solos y con la ayuda de una pandemia le han endosado una deuda nueva desde su llegada al Gobierno de 50.467 millones de euros.
Pero como les gusta su despacho y al jefe su Falcon deciden agarrarse a sus puestos y vuelven a tomar decisiones importantes para sus vidas, quebrando todavía más a la Seguridad Social, pues en otro año la hacen terminar en 91.854 millones de euros. Solo suben la deuda en 6.500 millones, pero los muy listos se callan la boca y, para evitar que los mercados y la Comisión Europea les metan una bronca en condiciones, deciden ocultar 37.000 millones de la deuda real, realizando transferencias corrientes mensuales de una media de 3.000 millones para así evitar que el desastre aparezca y salga a la luz.
En 2022 el incremento de cuotas no es suficiente y los 37.000 millones de euros tampoco, así que no queda otro remedio que volver a pedir dinero y terminar el 2022 con otro incremento de 14.322 millones de deuda y llegando a los 106.177 millones de euros de deuda.
Todo esto nos lleva a que, desde que es ministro Escrivá y presidente Sánchez, lo que realmente ha sucedido en la Seguridad Social ha sido que, para que esta no quebrase, se le han inyectado, desde los Presupuestos Generales del Estado, 138.000 millones de euros en transferencias corrientes y se ha incrementado la deuda en 71.200 millones.
Así, como el que no quiere la cosa, la gestión del Gobierno socialista ha sido de crear un agujero de 210.000 millones de euros que puede en cualquier momento hacer saltar por los aires el sistema de las pensiones.