La oferta de alquiler más barata se reduce en Barcelona tras el tope de precios impuesto por Colau

Cataluña aprobó en septiembre de 2020 una ley para limitar la subida de los precios de los alquileres, pero los efectos no han parado de demostrarse nocivos desde que empezó a aplicarse. Ahora son unos datos recogidos por Fotocasa los que demuestran que este tipo de políticas ni siquiera favorece a quienes supuestamente tendría que hacerlo: los más vulnerables.

Según este portal inmobiliario, la oferta más barata de pisos en alquiler se reduce en Barcelona desde que se aplica esta ley. De acuerdo con sus datos, el 10 % de la oferta de pisos en alquiler se ubicaba hace un año en los barrios más baratos (Nou Barris, Sant Andreu y Horta), mientras que el 58 % estaba en los más caros (Ciutat Vella, Eixample y Sarria). Ahora el 8 % se concentra en la zona más barata y el 62 % en la más cara.

El tope de precios reduce la oferta para los más vulnerables, también porque los propietarios deciden vender sus pisos en lugar de alquilarlos. Un estudio reciente de Fotocasa refleja que sus motivos se basan en buena medida en los problemas derivados del arrendamiento. El 22 % de los propietarios decide vender en lugar de alquilar porque no quiere lidiar con inquilinos que les estropeen la vivienda, frente al 19 % que lo argumentaba en el año 2021; el 12 % vende su inmueble por malas experiencias con inquilinos anteriores y el 11 % porque considera que no hay beneficios fiscales suficientes que puedan compensar los riesgos del alquiler.

Lo contradictorio de la medida cobra aún más fuerza en el contexto de su parecido con la Ley de Vivienda que el Gobierno quiere aprobar este jueves, y que establecerá límites del 2 % en la subida de precios en el año 2023 y del 3 % en el 2024. Sánchez busca avanzar con una medida que ya se ha demostrado que no cumple sus objetivos. Lo reflejan los catedráticos José García Montalvo y Josep Maria Raya, junto con Joan Monras, en un estudio publicado por Esade. «La ley que limitó los alquileres en Cataluña solo redujo el precio del alquiler en las viviendas más caras y produjo una subida en las más baratas», indican. «Benefició principalmente a los hogares con mayor poder adquisitivo y pudo haber perjudicado a los de menor capacidad», añaden.

Los expertos que participan en este informe concluyen que, a la luz de la evidencia recogida en otras ciudades, esta menor oferta podría incrementar los precios a la larga. «Además, podría trasladar viviendas de alquiler a venta, que solo pueden permitirse hogares ricos, o a zonas limítrofes (donde sí sube el precio), reducir la construcción futura y bajar la calidad del parque de alquiler», sostienen. «Esta evidencia parece indicar que el problema del alto precio de los alquileres en grandes ciudades es, seguramente, más un problema de oferta dado el incremento de demanda, que de poder de mercado», añaden.