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Nadia Calviño y Pedro Sánchez, en un pleno del Senado.

Nadia Calviño y Pedro Sánchez, en un pleno del Senado.EP

Los datos que desmontan la euforia económica del Gobierno

Si el socialismo gana las elecciones y se pone en manos de sus actuales colaboradores, podemos ver desaparecer la España del 78

Pedro Sánchez y su equipo ha decidido que todos los discursos deben de ser igual de soporíferos, sin otro contenido que el «España va bien» y que la Unión Europea mira nuestra economía con admiración. Repite que es un gobierno social y que los gastos solo se están incrementando para conseguir que aquellos con menos posibilidades no tengan problemas. Además, quiere demostrar que la derecha se encarga de destruir todo lo hecho por el socialismo y que votarla es votar por la vuelta al franquismo.

Goebbels decía que «una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad» y eso está haciendo Sánchez a través de los medios afines al Gobierno. Por eso hay que desmontar esta sarta de mentiras, pero no a través de verdades a medias o silogismos perniciosos como los usados por el presidente para confundir a los ciudadanos.

Este no es un gobierno social gasta dinero para ayudar a los ciudadanos. Hace unos meses, en un coloquio con Juan Iranzo y Pedro Schwarz en el Club Liberal, presenté un análisis comparado de los gastos del Estado divididos entre sociales, financieros y políticos –estos últimos son el resultado de los totales menos los sociales y financieros–.

Según la estimación que realicé entonces –la conferencia fue en noviembre con los datos de septiembre–, el Estado del Bienestar iba a costar 395.000 millones. Los gastos financieros iban a quedar en 100.000 millones (70.000 de deuda nueva y 30.000 de intereses) y, como en aquel momento me salían 636.000 millones consolidados, el gasto político era lo único que se iba a incrementar hasta los 141.000 millones.

Si hay un mantra fácil de desmontar es que el gasto se incrementa en aspectos sociales

Hoy, con los datos definitivos, puedo afirmar que me equivoqué en 1.000 millones y que el gasto total ha sido de 635.000 millones. Por lo tanto, aquí lo único que ha incrementado el Gobierno ha sido el gasto político en el año 2022, llevándoselo a 140.000 millones, y no ha sumado ni un solo euro al Estado del Bienestar de la que tanto hablan.

Así que si hay un mantra fácil de desmontar es que el gasto se incrementa en aspectos sociales.

El foco de la UE

Es cierto, en parte, que somos el foco de la Unión Europea. Pero más bien por la preocupación que Bruselas muestra en nuestra economía. Y es que seguimos siendo el único país de la UE que no ha recuperado el PIB de 2018. El único.

El PIB per cápita ha bajado con respecto a 2019 un 2,3 %. Pero si utilizamos el sistema de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), resulta que es del 6,6 %, el país con mayor caída. Claro que la UE nos mira, pero con cara de miedo, porque no entiende lo que sucede.

Ahora está a punto de publicarse el informe de la visita a España sobre la revisión del uso de los fondos NextGeneration y lo que se ha filtrado es que la ministra Calviño no ha colaborado a la hora de suministrar información. Las miradas vuelven a dirigirse a España para exigir más rigor en el uso de unos fondos que han obligado a la UE a endeudarse por primera vez en su historia.

Reyes del paro

Y del paro, mejor ni hablamos. El Eurostat ya ha manifestado su enorme preocupación por los datos recibidos y, en cualquier momento, nos puede caer una manifestación pública por la falta de rigor en algo tan serio como es la información del desempleo.

Además somos los reyes del paro femenino con 586.000 mujeres que, en valor absoluto, supera a Francia en 86.000 personas y a Alemania en casi 300.000. Si a esto le añadimos el paro juvenil, somos el caos de toda la zona euro y de la Unión.

Déficit y deuda

A esto hay que añadir el déficit que, desde 2019, se ha incrementado en 113.000 millones, siendo el peor de Europa en porcentaje sobre el PIB. Hemos seguido en una senda que nos ha llevado a 83.000 millones en 2021 y a casi 64.000 millones en 2022, presentando un plan a 2023 de 57.000 millones.

Como el déficit va ligado a la deuda, cerramos el año muy cerca de los 1,5 billones. En el mes de febrero se nos ha ido hasta los 1,52 billones y en marzo superaremos los 1,533. Y, según un informe confidencial enviado a Bruselas el 31 de marzo, llegaremos a final de año a los 1,577 billones, siempre y cuando se cumplan todos los planes macroeconómicos presentados.

El BCE sabe que estamos alimentando la inflación con gasolina y nos va a afectar en los próximos meses

Europa está muy preocupada por el incremento de la deuda, pero el BCE más, porque sabe que estamos alimentando la inflación con gasolina y eso nos va a afectar y mucho en los próximos meses.

Hablando de inflación, tenemos una de las más altas en subyacentes y estamos controlando la general con la bajada de los carburantes, a pesar de que en los alimentos estamos igual que la UE, con uno de los problemas más serios que tiene nuestro Gobierno, que ya no sabe qué hacer.

Creo que todos estamos de acuerdo en que la UE nos está mirando, pero no como nos lo dice el Gobierno, pidiéndonos consejo sobre que hacer, sino más bien tratando de no cometer el mismo nivel de errores.

Y, por último, este Ejecutivo está preso de sus propias debilidades. Gobierna con comunistas rancios y se sostiene para sacar leyes en independentistas y etarras cuyo único interés es destruir nuestro país.

El Gobierno no lo comunica así porque sabe que, quitando Cataluña y País Vasco, desaparecería en el resto de las comunidades. Esto hay que explicárselo a los ciudadanos: si el socialismo gana las elecciones y se pone en manos de sus actuales colaboradores, podemos ver desaparecer la España del 78.

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