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La ministra de Asuntos Económicos, Nadia CalviñoEFE/ Zipi

Análisis económico

El récord histórico de la deuda en España

En pleno año de dobles elecciones estamos condenados, con este Gobierno, a que antes de cerrar el año rondaremos los 1,6 billones de deuda

El Banco de España ha vuelto a colocar al Gobierno en el lugar que le corresponde, que no es otro que el de mayor incompetente en la historia de la democracia en materia de economía.

Después de los brotes verdes de Zapatero y la economía mundial entrando en recesión, y de que el sistema financiero español era el más seguro del mundo, con todas las cajas de ahorro quebradas y su famoso plan keynesiano llamado Plan E, en el que dilapidó más de 16.000 millones de euros en rotondas y vallas publicitarias, nunca nos habíamos vuelto a encontrar con tamaña incompetencia.

Por si alguien se olvida, todavía no hemos recuperado el PIB del 2019, cuando toda la Unión Europea lo ha hecho; en el PIB per cápita calculado por el método de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), hemos pasado de la posición 13 a la 18 de la Unión Europea y nos han superado Malta, Chipre, Chequia, Estonia y Letonia. Seguimos siendo el país de la UE, a pesar de la falsedad de las estadísticas del SEPE, con más mujeres paradas en valor absoluto: 86.000 más que Francia, que tiene 20 millones de habitantes más que España y casi 300.000 más que Alemania; lo mismo nos pasa en paro juvenil. También, y por desgracia, tenemos el mayor índice de paro, a pesar de que no sabemos los parados reales que tenemos.

Somos el tercer país con más deuda sobre el PIB de la zona euro y el que más ha incrementado el gasto público.

El país que más ha incrementado los impuestos y el que más déficit ha generado a lo largo de este período.

La Seguridad Social está al borde de la quiebra, y entre deuda emitida nueva y préstamos internos para poder pagar las pensiones ha generado, desde que este Gobierno llegó al poder, 210.000 millones de euros de déficit.

Y como consecuencia de todo ello, de la ineptitud generalizada del Ministerio de Asuntos Económicos, de la incapacidad de arreglar el problema de la Seguridad Social, por el ministro que parecía más competente de este Gobierno, unido a que ya nadie sabe de verdad el paro que tenemos, pero sí conocemos que el día que se sepa, estaremos en los 4 millones de parados o muy cerca de ellos y, gracias al conjunto de flautistas de Hamelín que tiene este Gobierno a su alrededor, atrae a todas las ratas del sistema, para que todo lo que toca se descoyunte, todo lo que hace se tenga que cambiar y todo lo que manifiesta es un intento de cambiar el sistema democrático en el que vivimos.

Así, gracias a esa espléndida capacidad de gestión, el Banco de España nos informa de que los datos consolidados de deuda de todas las administraciones públicas han llegado a 1,520 billones de euros y nos facilita unos datos para poder decir que, de febrero del 2022 a febrero del 2023, la deuda consolidada ha crecido en 78.435 millones de euros.

La Administración Central del Estado, el más directo de los negociados de Pedro Sánchez, pasa de 1,262 billones a 1,349 billones, con una subida del 6,9 %, que equivale a 86.960 millones. Sus organismos autónomos son los únicos que se comportan con seriedad y reducen en 4.332 millones de euros su deuda, y la Seguridad Social, a pesar de haber recibido 37.000 millones de transferencias corrientes para poder pagar las pensiones y sus gastos de gestión, se tiene que endeudar en casi 7.000 millones de euros y superó, por primera vez, los 100.000 millones de deuda en noviembre de 2022.

Por otro lado, las comunidades autónomas, al menos algunas de ellas, empiezan a emular las gestas del líder en gasto y vuelven a necesitar endeudarse en 7.705 millones de euros.

Son las corporaciones locales las que mejor siguen una disciplina de que el gasto tiene que ser, como mucho, igual al ingreso, y solo se han tenido que endeudar en 698 millones de euros.

Tal y como comentamos, los ayuntamientos son los únicos que están siendo rigurosos con el tema de la deuda. Hay bastantes comunidades que también, pero Cataluña y la Comunidad Valenciana hacen lo que les da la gana, al igual que el resto de la Administración General del Estado.

El Tesoro Público ya ha dado a conocer la deuda en circulación a finales de marzo para la Administración General, y esta ha subido en otros 13.600 millones de euros, lo cual quiere decir que, si la Seguridad Social no nos da un nuevo disgusto y la comunidades autónomas, con eso de que vienen elecciones, no se vuelven locas, ya sabemos que el máximo histórico de deuda llegará en marzo a 1,533 millones, y cogiendo carrera para antes de junio, superar la cifra de 1,550, que nos llevará de victoria en victoria hasta la derrota final.

En pleno año de dobles elecciones estamos condenados, con este Gobierno, a que antes de cerrar el año rondaremos los 1,6 billones de deuda, que esta se nos va a atragantar, durante el 2023, o como mucho en el 2024, que los tipos de interés del BCE van a seguir subiendo y que, posiblemente, veremos emitir deuda al 5 % cuando ya lo estamos haciendo en algún tipo de obligación a muy largo plazo al 3,9 %, y que empezaremos a notar el aliento de aquellos que nos exigirán más y más para refinanciar deuda antigua y para comprarnos deuda nueva.

Nadie en el Gobierno va a parar la locura del endeudamiento, pero el día que suenen las campanas de Jericó para acompañar al anuncio de que los mercados aprietan las clavijas a los países con más deuda soberana emitida, ese día empezaremos a ver repartir porquería con el ventilador entre todos los miembros del Gobierno.