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Teodoro García Egea

Teodoro García Egea durante la entrevista en El DebateJorge Ruiz

De número dos del PP a experto en criptomonedas

García Egea: «Me ofrezco a hablar gratis con cualquier ministro que quiera que España sea referencia en criptoeconomía»

El exsecretario general del PP desarrolla su desconocida faceta profesional en el mundo de las criptomonedas

Aquién no le hubiese gustado que Teodoro García Egea (Murcia, 1985) subiera en su día al estrado del Congreso de los Diputados a explicar a sus señorías cómo invertir en criptoactivos sin arruinarse en el intento. Momentazo.

O que en sus batallas dialécticas con Pablo Iglesias le hubiese advertido al que fuera líder de la extrema izquierda de que Podemos Finance, la criptomoneda «anticapitalista y antifascista» del partido morado, podía diluirse y desaparecer, como ha pasado. Incluso a cómo evitar que se convirtiera en una estafa... o estafe.

García Egea es Ingeniero de Telecomunicaciones y tiene un doctorado en inteligencia artificial que la salvaje vida política no pudo poner en peligro, aunque lo intentó.

Teodoro García Egea

Teodoro García Egea, autor de Criptoactivos (LID, 2023)Jorge Ruiz

Criptoeconomía (LID, 2023) es un libro, aunque también un manual para los que quieran sentar las bases del futuro inminente, incluso del presente. Criptomonedas, critpactivos, blockchain, NFT, WEB3, DEFI... términos que nos rodean y captan nuestra atención, pero que necesitan una explicación.

Teodoro visita la redacción de El Debate sin corbata, en zapatillas, sonriente. Dejó el Congreso en febrero y quiere recuperar lo que la política se llevó, entre esas cosas, su profesión. Es complicado separar la conversación sobre criptomonedas de la entrevista, pero lo vamos a intentar.

–En este libro hay algo que sorprende bastante: Ingeniero de Telecomunicaciones y una tesis doctoral sobre inteligencia artificial. ¿Todo esto quedó desvanecido por la política?

–Siempre he tenido una profesión, que es la de Ingeniero. Saqué mi tesis doctoral en inteligencia artificial cuando ChatGPT apenas eran unas líneas de código. El sector tecnológico es de donde provengo desde que, con ocho años, mi madre me regalara un ordenador. Siempre he tenido claro que la política es una carrera de relevos, que hay que dar el máximo mientras estás en pista y cuando dejas el relevo al siguiente, volver a tu profesión.

–En este libro comienza hablando de tu hija, de cómo le explicabas lo que es un bitcoin. ¿Eres consciente de que este libro es para todas las edades?

–Creo que hay muchas personas en las empresas y en organizaciones sociales o civiles que necesitan una introducción al mundo de la criptoeconomía. No existe ningún manual que te explique cómo hacerlo, qué implicaciones tiene y qué diferencia hay entre los distintos protocolos.

Nadie puede prohibir en su país las criptomonedas porque los activos no tienen frontera

Al igual que Internet era intercambio de información entre dos ordenadores y sobre eso se construyeron un montón de servicios como Google, Amazon, Facebook, periódicos digitales... la criptoeconomía consiste en el intercambio de valor entre dos ordenadores, sin un intermediario, sin un banco. Solo dos personas que intercambian valor.

–Un mundo que es descentralizado pero que los gobiernos intentan regular incluso quieren formar parte de él con sus propios criptoactivos, ¿es posible poner puertas a este campo?

–La regulaciones siempre van por detrás de la tecnología. El año pasado se aprobaron leyes para regular algunos aspectos de internet en sectores que llevan 20 años funcionando. La brecha digital del regulador es algo a tener en cuenta porque el regulador no tiene en cuenta que las criptomonedas descentralizadas como el bitcoin, son resistentes a la censura, es decir, nadie puede confiscarlo por muy Tribunal Supremo o por muy importante que sea la jurisdicción que se aplique al ciudadano.

Si toda la legislación que se promulgue es limitante, va a conseguir expulsar la actividad

Nadie puede confiscar las criptomonedas porque la blockchain es una tecnología que impide hacerlo. Nadie puede prohibir en su país las criptomonedas porque los activos no tienen fronteras. Nadie puede tapar todo lo que hay publicado en la blockchain porque es totalmente tratable, público, neutral y abierto en código abierto. Estas cinco características tienen que mover una reflexión. Si toda la legislación que se promulgue es limitante, va a conseguir expulsar la actividad. Mi contribución con este libro pretende evitar esa segunda brecha digital.

–Hay mucha gente más interesada en invertir en criptomonedas que en fondos, ¿hay formación suficiente para tomar ese riesgo?

–Claramente no, y además invertir en criptomonedas hoy no es algo tan fácil como invertir en un banco porque no están los instrumentos necesarios para conseguirlo.

Esta innovación tecnológica también lleva una serie de riesgos asociados que el ciudadano tiene que conocer

Alguien que quiera comprar bitcoins tiene que ir a un Exchange, comprarlo de forma centralizada a una casa de intercambio. Además tiene que comprarse una billetera fría que tiene que custodiar en casa, donde tiene que guardar unas claves que son las únicas y que dan acceso a esos fondos. En caso de perder el dispositivo o perder las claves, perdería todo su dinero. Por tanto, esta innovación tecnológica también lleva una serie de riesgos asociados que el ciudadano tiene que conocer.

–¿Hay más futuro del que vemos ahora en el sector de los criptoactivos?

–Como digo en la última frase del libro, apenas hemos llegado a desarrollar el 5 % de las aplicaciones que pueden existir sobre Internet del valor. Internet de la información vació las bolsas y todo el mundo operó por internet. Internet del valor hará que nadie quiera sacar su empresa a bolsa. Gente de menos de 40 años que busca financiación tokeniza su empresa, es decir, la divide en pequeñas criptomonedas, las lanzará a un mercado mundial en el que puede invertir una persona de Nueva Zelanda, otra de Noruega y otra de California, sin apenas conocerse, simplemente porque confían en tu proyecto.

Apenas hemos llegado a desarrollar el 5 % de las aplicaciones que pueden existir sobre Internet del valor

Defiendo que la regulación vendrá por la autorregulación del mercado. La gente confiará en aquellos que lo hacen bien y desechará aquellos jugadores que no lo hagan.

–Inversión en Web 3 y marcas que te entregan tu coche nuevo y un token de ese coche, ¿esto cómo se explica?.

–Las grandes empresas ya tienen un gestor de activos digitales. Hasta ahora, si yo te enviaba una fotografía por correo, yo me quedaba una copia. La Web 3 lo que permite es que yo tenga la propiedad de una imagen dentro de la red asociada a mi identidad. La Web 3 permite que tu identidad esté asociada a una billetera electrónica que es una cadena de caracteres como si fueran los 20 dígitos de tu cuenta bancaria. Todos los bitcoins y todos los activos digitales que tú tengas en propiedad se asocian a esa identidad.

–Hay una mirada que sólo usted va a poder explicar sobre la criptoeconomia. La izquierda y la derecha. ¿La ideología también se va a enfrentar sobre este tema?

–Tengo un amigo que dice que Bitcoin es la ultraderecha y Ethereum, la ultraizquierda. Lo justifica en que en Bitcoin las reglas de mercado son única y exclusivamente lo que rige todo, toda la relación entre los mineros y aquellos que utilizan la moneda. En Ethereum existen otros factores: la Fundación Sirius, hay un fundador... Creo que las izquierdas y las derechas van a tardar en confrontar en el tema cripto por falta de entendimiento de este mundo. Todavía tienen que entenderlo muy bien ante el reto en el que estamos para empezar a pelearse.

–¿Se sentaría con el Ministro de Economía de turno a explicarle la criptoeconomía?

–Me ofrezco de forma gratuita a hablar con cualquier ministro, secretario de Estado o cualquier responsable público que le interese que España sea una referencia en el ámbito económico. Me pongo a disposición sea del partido que sea, porque creo que, de momento, la criptoeconomía no tiene colores.

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