Cómo evitar las estafas con las herencias que pueden salir muy caras

Las estafas y ciberestafas proliferan debido al consumo de internet y a la enorme brecha que se abre entre las personas mayores y los jóvenes. Aunque las redes formen parte de nuestra vida y de nuestro trabajo, para mucha gente mayor han llegado ya en una etapa donde les supone un esfuerzo seguir el ritmo de cambios que provocan.

En el caso de las herencias, también hay delincuentes dedicados a poner en marcha sofisticadas estafas para engañar y obtener dinero ilícitamente de personas inocentes a las que se les envuelve en la llamada estafa nigeriana.

Heritae, la startup española dedicada a gestión de herencias, recomiendan «sentido común a la hora de recibir llamadas extrañas con propuestas millonarias basadas en una supuesta herencia».

El caso de la estafa nigeriana empieza cuando una persona escribe una carta desde España a otra persona, normalmente anciana, de Estados Unidos. En la misiva asegura que gestiona los fondos de un fallecido que lleva su apellido y que suman 26,7 millones de euros.

Cuando la cifra provoca la atención de la víctima, el ladrón comenta que el banco lleva años buscando familiares del fallecido y no ha encontrado ninguno, esta persona, como administradora de la fortuna se niega a que ese dinero pase al Estado.

Los estafadores ofrecen un 40 % de la herencia a la anciana, otro 50 % para ellos y un 10 % para una organización caritativa, algo que también conmueve a la víctima. Una vez que acepta, la red empieza a pedir dinero a la perjudicada para cubrir una serie de gastos e impuestos, pero siempre pensando en la cantidad a recibir sería mucho mayor. El dinero nunca se recupera ni, por supuesto, la herencia llega. La comunicación se corta y el delito se ha cometido.

«En ningún caso puede gestionarse una herencia por teléfono ni se debe adelantar dinero a personas extrañas», aclaran los abogados de Heritae y añaden que «en España, todo está regulado y hay cauces para formalizar herencias, la ley llama ausencia legal al hecho de que un heredero se encuentre en paradero desconocido y sirve para designar a un representante para que defienda sus intereses».

En ocasiones, explican desde Heritae, «hay familias que recurren a genealogistas para que busquen herederos, pero lo habitual es que se cumplan los plazos que dicta la ley y se recurra a la ausencia legal para no dilatar el proceso de adjudicación de herencia».

Poner este tipo de propuestas en manos de abogados especialistas en herencias es la mejor forma de protegerse, evitar caer en redes criminales y perder un dinero que nunca se va a recuperar.

«El reparto de herencias suele ser un proceso que siempre tiene los mismos pasos, con el pago de impuestos y el reparto correspondiente entre los herederos, pero también hay situaciones complejas que tiene cauces legales para procesarlas, nunca mediante llamadas ni promesas», zanjan desde Heritae.