Faltan por contabilizar 13.000 millones de gastos en febrero
La IGAE solo contabiliza lo que le dan y no le están dando todo lo que tiene que contabilizar
La Intervención General del Estado (IGAE) acaba de publicar los datos consolidados de ingresos y gastos de la Administración Central, Organismos Autónomos, Seguridad Social y Comunidades Autónomas que le han servido a la ministra de Hacienda para enviar el programa de estabilidad presupuestaria 2023-2026 en el que ha anunciado a bombo y platillo que España tendrá un déficit máximo del 3 % en 2024.
La IGAE solo contabiliza lo que le dan y no le están dando todo lo que tiene que contabilizar. Pero en este país, el que no hace lo que dice su jefe se va a la calle, como le ha pasado al presidente del INE o al de Indra.
En este caso vamos a ver dos puntos de vista distintos: la media de gastos del año pasado y la emisión de la deuda especial que se tuvo que hacer en febrero para poder hacer frente a los pagos. Empecemos por los ingresos, que no tengo ninguna duda de que están todos contabilizados y sin que se escape ni un céntimo.
La cifra oficial de ingresos por impuestos es de 43.048 millones, que facilita la Agencia Tributaria, y si solo se han contabilizado 38.475 es porque hay una parte de estos van a la UE y otra parte a diputaciones y ayuntamientos. Así, tenemos que, por el concepto 'impuestos', la IGAE contabiliza 3.052 millones más que en el 2022 y suma 38.475 millones en total, un 8,6 % más que el año pasado.
Por cotizaciones sociales, subimos 2.508 millones más que hace un año, llegamos a los 31.491 millones de ingresos, que supone subir otro 8,7 % de incremento.
La venta de bienes, fundamentalmente de los Organismos Autónomos, llega a los 2.845 millones que supone una subida del 6,0 %, equivalente a 161 millones más.
Y por otros ingresos corrientes y de capital, también la mayoría provenientes de los OO.AA., tenemos un crecimiento de 1.800 millones de euros más, que nos permiten contabilizar 78.531 millones de euros, nunca hasta ahora alcanzados a mes de febrero. Esta cifra supera en 7.522 millones de euros la sumada en el 2022 lo que nos da un crecimiento en los ingresos de un 10,6 %.
Como vemos en la parte de ingresos, tristeza para los ciudadanos, hemos aportado un 8,6 % en impuestos y tristeza para los empresarios porque han pagado por cotizaciones sociales un 8,7 % más.
Veamos a continuación como se han comportado los gastos contabilizados.
Según los gastos contabilizados, los consumos intermedios para generar ventas solo crecen un 2,2 %, los salarios crecen un 5,7 %, a pesar de que el crecimiento ha sido un 3,5 % más el incrementos de las cotizaciones sociales que ha sido de un 8,7 %, más todas las incorporaciones que se produjeron en 2022, con lo cual aquí ya tenemos una distorsión importante.
Los intereses sorprendentemente decrecen, cuando el año pasado incrementamos la deuda en 75.000 millones y estamos financiándonos a tipos superiores al 3,3 %, por lo tanto, lo que es imposible es imposible.
Aunque las prestaciones sociales aparentemente crecen un 8,1 %, veremos después que hay una media de 1.277 millones menos que la media del año pasado.
Lo mismo pasa con las subvenciones y mucho más con los Otros Gastos Corrientes e incluso de capital.
Con las cifras contabilizadas nos dicen que nos hemos gastado 86.296 millones en los dos primeros meses del año y que solo hemos incrementado los gastos en un 4,4 %, por lo que reducimos déficit en 3.828 millones y los dejamos acumulado a febrero en 8.575 millones y anunciamos a la UE de que vamos muy bien porque hemos sido capaces de reducir nuestro déficit en 30,9 %.
Pero veamos una comparativa por las medias contabilizadas en el año 2022 por la IGAE y las contabilizadas en estos dos primeros meses del año, porque las cifras no cuadran por ningún sitio.
Según la media del año 2022, los gastos mensuales ascendieron a 49.828 millones, mientras que en estos dos primeros meses lo hicieron en solo 43.463 millones mensuales.
Hay diferencias de 282 millones en consumos intermedios, de 819 millones en salarios de 628 millones en intereses, de 1.277 millones mensuales en prestaciones sociales, de 1.161 millones en subvenciones, de 841 millones en otros gastos corrientes y de 1.357 en otros gastos de capital.
No es que haya alguna partida por debajo del año pasado, es que están todas por debajo y suman 12.730 millones menos que el año pasado, esto solo para igualar los gastos medios del 2022.
Si, además sabemos que, en el mes de febrero, el gobierno se vio obligado a pedir prestados, a través de la deuda 30.000 millones más (es cierto que había amortizado en enero 12.000) y, por lo tanto, el efecto neto fue de 18.000 millones y si además el tesoro tuvo que endeudarse en 13.600 millones de euros más, podemos concluir que:
- A esta contabilidad le faltan como mínimos 13.000 millones.
- Que por lo tanto el déficit real no son 8.500 millones sino como mínimo 22.000 millones.
- Que hemos aumentado el déficit en no menos de 10.000 millones.
- Que hemos mandado a la UE datos incorrectos.
Está claro que el Gobierno tenía voluntad de no dar los datos correctos antes de mandar a Europa su plan, veremos si lo tiene en los próximos meses y empiezan a cuadrar los gastos con la deuda, porque este el indicador clave que el gobierno no puede ocultar, porque primero está el Tesoro, luego el Banco de España y luego el BCE.
En cualquier caso, si en los dos primeros meses estamos en 11.000 millones de euros de déficit, esto quiere decir que vamos a ritmos de 130.000 millones que cuadra a la perfección con el ritmo de deuda emitida nueva.