La prensa británica alerta de la okupación en España: «La ley les ayuda a ocupar nuestras villas»
La ocupación ilegal de viviendas está afectando cada vez más a los extranjeros propietarios de inmuebles en zonas turísticas
A la ya de por sí denostada imagen que dejó la ley del ‘solo sí es sí’ en la prensa internacional se une ahora el problema de la ocupación ilegal. El diario The Times ha publicado un extenso reportaje sobre este fenómeno que nos deja, cuanto menos, como un paraíso okupa. Y no le falta razón, puesto que las leyes aprobadas por este Gobierno están dando cada vez más alas a las mafias que se benefician de la situación.
El diario recoge el testimonio de británicos, propietarios de viviendas en Ibiza, que al llegar a su residencia habían encontrado las cerradores cambiadas y unos inesperados inquilinos dentro. Lo que no esperaban es que la Policía les explicara que, hasta que se produjera el desalojo, tendrían que seguir pagando las facturas de agua y electricidad, a veces durante años.
Hace una semana, fue The Sunday Times el que se hizo eco de que las bandas criminales entran en las viviendas para vender las pertenencias de los propietarios y exigir sumas de más de 3.000 euros para marcharse. Una situación que se ve agravada tras la aprobación de la nueva ley de vivienda.
«Ya están más protegidos en España que en cualquier otro lugar del planeta, pero esta ley significa que se necesitarán dos años de servicios sociales antes de que pueda iniciar un desalojo», explica Mark Stücklin, fundador del sitio web Spanish Property Insight.
A diferencia de lo que ocurre en Francia y Alemania, donde los okupas son expulsados a las 48 y 24 horas respectivamente, el «quebradizo» sistema judicial español permite que las víctimas tengan que esperar una media de 18 meses para recuperar sus propiedades.
Esta situación lleva a los propietarios de viviendas a contratar los servicios de profesionales de la desocupación, un negocio que se mueve al límite de la ley pero que cuenta con un porcentaje de éxito altísimo. No obstante, muchos extranjeros están vendiendo sus propiedades ante el riesgo de ocupación. «No es el mismo lugar que era hace 20 años», dice una de las afectadas a The Times. Marca España.