Jordi Hereu (Hispasat): «Ofreceremos internet de calidad por 35 euros en cualquier rincón de España»

Todo el mundo ha oído hablar de Hispasat, pero nadie sabe muy bien a qué se dedican. Y es que el espacio queda demasiado lejos de la gente... hasta que se lo acercan al pueblo a un precio cerrado de 35 euros.

Jordi Hereu (Barcelona, 1965) llega a El Debate con la cabeza puesta en su trabajo desde 2020, presidir Hispasat. Lo hizo a propuesta del Gobierno, pero las piezas encajaron rápido como buen licenciado en Administración de Empresas, un MBA en ESADE y dedicado al sector privado desde que dejó la alcaldía de Barcelona en 2011.

Una empresa participada por el Gobierno de España siempre está sujeta a cambios e injerencias, pero Hispasat va más allá de las ideologías. En febrero de 2023 se alió con Elon Musk para lanzar al espacio un nuevo satélite y en junio llevará internet a cada rincón de España. Pero hay más.

– Habíamos escuchado que Elon Musk vendía internet por satélite, pero ahora es una empresa española la que ha revolucionado el mercado. ¿Cómo es esto de ofrecer internet por satélite?

– Es gracias a los satélites de Hispasat. En los años 90 el gran motor fue la distribución en continentes y entre territorios de la señal de televisión. Somos el instrumento para universalizar la conectividad digital. Y cuando se habla de revolución digital el papel del espacio y de los satélites es muy importante porque los satélites son distribuidores universales de la conectividad digital. Ahora en España tenemos el objetivo de hacer llegar hasta el último rincón la conectividad digital.

– ¿Hay más potencial en el espacio de lo que pensamos o es que nunca se le había contado a la gente?

– El espacio es un mundo fascinante. Hay satélites que nos ayudan a predecir si lloverá. Cuando nos ubicamos en una ciudad y buscamos navegación, esto es también gracias a un satélite, cuando analizamos el impacto del cambio climático, los incendios... El espacio está muy vinculado a los desarrollos y a las necesidades de la humanidad.

– ¿Hispasat era la guinda para completar la conectividad total de España? ¿Ofrecen lo que otros no podían?

– Está en el ADN de Hispasat ser un instrumento estratégico de país. Nació con la vocación de servir a la sociedad española y a todo el continente americano, desde Groenlandia hasta Argentina.

Uno de los grandes objetivos que tenemos para este año es desarrollar el Plan Único Banda Ancha Rural. En uno de los países que más infraestructura y más mallado de fibra óptica tiene, allí donde no lleguen otras tecnologías, llega el satélite.

Allí donde no lleguen otras tecnologías, llega el satélite

Tenemos el objetivo de universalizar al 100 % del territorio la conectividad digital. Ofreceremos un servicio asequible a un precio muy competitivo, el mismo que uno puede encontrar en una ciudad densa como Madrid, pero además con una prestación y una calidad que te permiten acceder todas las funciones que una familia, un profesional, un ayuntamiento, un agricultor o un autónomo puedan desarrollar en la España menos densa.

– Son 35  euros al mes, pero ¿cómo se le va a hacer llegar esto al mundo rural donde el conocimiento de internet es mucho más limitado?

– Es tan fácil como ponerse en contacto con los operadores de telecomunicaciones. La gente no pedirá satélite, lo que tiene que pedir es conectividad digital. Es la misma sencillez de pedir cualquier servicio de telecomunicaciones. Ya nos encargaremos nosotros de hacer llegar la tecnología.

Para el cliente final, esto es contratar un servicio que le dará un modem y una antena, que por cierto está al 100% subvencionado, y después, pagar un servicio. Lo demás corre a cargo de los operadores y del servicio mayorista de Hispasat. Lo único que será extraordinario es que, por primera vez, llegará allí donde nunca había llegado.

– ¿Cómo fueron las negociaciones para lanzar el Amaznas Nexus con SpaceX? ¿Qué objetivo tiene este satélite?

– El Amazonas Nexus es un es un satélite de una nueva generación que nos permite dar más cobertura a más territorios y un servicio de mayor calidad. Un proyecto donde ha habido mucha innovación, una inversión de más de 250 millones, más 50 millones del lanzamiento que hicimos con SpaceX, el lanzador de la empresa de Elon Musk.

Está en el ADN de Hispasat ser un instrumento estratégico de país

En unas semanas anunciaremos que está plenamente en órbita y en funcionamiento un satélite que nos permite abordar clientes como el Departamento de Defensa Estados Unidos, el operador de telecomunicaciones de Groenlandia o un proveedor de Internet en los aviones para el transporte aéreo que conecta en Europa con América.

– ¿Cómo va a llegar Hispasat a Iberoamérica?

– Hispasat es Iberoamérica. Esa zona tiene mucha menos infraestructura de conectividad por lo que el satélite tiene más papel a jugar en acelerar y hacer llegar la conectividad. Como el crecimiento económico ahora depende de la digitalización y la digitalización de la conectividad, le planteamos a muchos gobiernos que nosotros podemos acelerar rápidamente un vector de crecimiento y desarrollo.

– ¿Hispasat será actor importante en el proyecto de satélites que tiene la UE?

– Ante la aparición del New Space y, por tanto, satélites de nueva generación que son nano satélites que trabajan a 500 o 600 kilómetros de la tierra, Europa tiene que responder de manera unitaria. Hispasat tiene el papel y también el honor de representar a España en este gran proyecto llamado Iris Square, una constelación de uso civil y militar impulsado por la Comisión Europea.

– ¿Qué nos puede decir desde Hispasat sobre el fin de vida de los satélites?

– Hay una dimensión del espacio que es el espacio en el que nosotros nos movemos, que está regulado por tratados de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, donde hay reglas de juego. Cuando después de 15 o 20 años de vida útil, un satélite llega al fin, lo trasladamos a una órbita cementerio, se aleja un poco más y allí queda establecido. En el New Space, que ya no es geoestacionario, habrá que trabajar para que haya mejor y mayor reglamentación internacional.

– Siempre ha estado vinculado a la política, pero estudió Administración de Empresas y tiene un MBA, esto de presidir Hispasat a propuesta del Gobierno de turno, ¿se le hizo raro?

– No, la verdad es que cuando dejé la política institucional hace 11 años me hice autónomo para poder desarrollar proyectos que me apasionan. Presido una empresa de consultoría estratégica que se llama IdenCity.

Ejerceré esta posición mientras lo tenga que ejercer y con toda la normalidad

Pero he tenido la enorme suerte y el honor de presidir un proyecto que me parece fascinante por la gente que lo conforma. Me siento orgulloso, como español, de tener un equipo en un campo tan innovador y tan puntero como el espacio. Me dedico con pasión e ilusión, sabiendo que lo lógico de una empresa estratégica de país es que es un nombramiento de carácter político. Ejerceré esta posición mientras lo tenga que ejercer y con toda la normalidad. En Hispasat ha habido muchos presidentes de diferentes colores políticos, pero creo que lo más importante es que todos hemos contribuido a un proyecto de país.

– ¿Reconoce esta Barcelona de 2023?

– Sí, evidentemente sí. Lo que pasa que la quiero mejor y quiero que recupere sus características esenciales de ciudad abierta, innovadora, de ciudad amable, acogedora... Reconozco que los últimos diez años ha tenido gobiernos que no han sido del todo fieles a estos valores. Barcelona ha tenido y siempre tendrá unas características que la hacen una ciudad muy interesante en el mundo y en Europa. Esto nunca se pierde, pero sí que creo que ha perdido oportunidades que tiene que recuperar.

– ¿Volvería a la política para cambiar algo?

– No, no, para nada. Yo no tengo ninguna nostalgia de mi paso por la política institucional porque la disfruté muchísimo. Para mi fue una etapa formidable, pero yo, por suerte, estoy disfrutando en cosas que ahora hago en el campo profesional.

– ¿Cuál es el próximo capítulo del procés?

– Cuando uno ha intentado dividir realidades, que no ha sido sólo de Cataluña respecto a España, sino dentro de la propia Cataluña, ahora lo que toca es restablecer puentes y reencontrarnos. Y este proceso es gradual y precisa de mucho cariño y pedagogía.