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Varias personas en la entrada de una oficina del SEPE en Madrid.EP

Más del 40 % de los jóvenes españoles tienen contratos temporales

Nuestro país tienen además la mayor tasa de paro juvenil de toda la Unión Europea

Uno de los objetivos fundamentales de la reforma laboral de Yolanda Díaz fue la de eliminar la temporalidad y, dejando aparte las trampas al solitario de los fijos discontinuos, lo cierto es que las estadísticas avalan a la ministra. Bruselas, que parece empeñada en aguar la fiesta a este Gobierno, acaba de publicar los datos de contratos temporales en menores de 29 años y los resultados son trágicos en lo que respecta a España.

Según los datos del Eurostat, la oficina de estadística de la Comisión Europea, en Europa trabajaron con contratos temporales en 2022 seis millones de jóvenes entre 15 y 29 años, excluyendo a aquellas personas que realizan algún tipo de educación formal y lo compaginan con empleos esporádicos.

La mayor proporción de trabajadores temporales en esta categoría se registró en Italia (43,6 % respecto al total de empleados), España (42,1 %), Portugal (42 %), Países Bajos (40,9 %) y Polonia (30,3 %). Por el contrario, las tasas más bajas se dieron en Lituania (2,9 %), Letonia (3,2 %), Rumanía (4,9 %), Estonia (5 %) y Bulgaria (6,2 %).

El problema de la temporalidad laboral supone un detrimento en la calidad de vida al disminuir la percepción subjetiva de seguridad en el empleo y a largo plazo tienen importantes efectos negativos en la formación, según explica el INE en su informe sobre Indicadores de calidad de vida.

El caso de la población más joven, la precariedad y el paro es una de las asignaturas pendientes de este Gobierno. Además de la alta temporalidad entre la población entre 15 y 29 años mostrada por el Eurostat, tenemos la mayor tasa de desempleo juvenil de toda la Unión Europea con un inaceptable 29,5 %, quince puntos porcentuales por encima de la media comunitaria.

Nivel educativo

Uno de los principales factores que influye en la temporalidad es el nivel educativo y varía mucho en función del género y la presencia de hijos. La temporalidad es especialmente alta en el caso de las mujeres de bajo nivel educativo con hijos y, sorprendentemente, en las de alto nivel educativo sin hijos.

En cambio, las proporciones más bajas se registraron entre los hombres con un nivel educativo alto y medio y con hijos (5,5 % y 6,9 % respectivamente).