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Así se puede vivir en una casa de 8.000 euros
Las viviendas prefabricadas pueden ser la solución a los altos precios
Pagar mil euros mensuales por 70 metros cuadrados o pagar unos 8.000 euros por una casa de madera. Pueden parecer escenarios diferentes, pero el panorama inmobiliario en España deja situaciones inverosímiles. Propietarios que hacen todo tipo de trampas para subir el alquiler, inquilinos que se realquilan habitaciones, bajos convertidos en viviendas… La fiebre por querer vivir en algún sitio acompaña al ser humano desde que lo hacía en cuevas.
En el siglo XXI no volveremos a Atapuerca, pero sí a que materiales que llegan directamente de la naturaleza nos sirvan como casa en tiempos difíciles. Es lo que le pasó a Pedro y a su nuevo hogar. «Tenía un terreno en un pueblo perdido a una media hora de Madrid, pero no podía permitirme levantar una casa de 150.000 euros y decidí buscar otras opciones», asegura.
Lo que Pedro eligió fue una casa prefabricada que instalaron directamente en su parcela. «Pagué unos 15.000 euros en total por una vivienda básica de madera de 39 metros cuadrados con dos habitaciones y un baño», explica.
Pedro tenía el terreno, que suele ser lo más caro en estos casos y la suerte de que estaba a media hora de Madrid lo que permite mantener contacto con su empresa de forma presencial cuando quiere, aunque «trabajo desde casa casi siempre, tengo una buena conexión a Internet».
La habitación tiene 11 metros cuadrados, la otra tiene 7, el salón 18 que se comparte con la cocina. «Tengo todo lo que necesito, incluida la cédula de habitabilidad… Es mi domicilio a todos los efectos».
Modulares
Este tipo de viviendas modulares existen desde hace tiempo. Incluso hay edificios levantados mediante paneles de hormigón en lugar del habitual ladrillo. Para este tipo de casas, los materiales habituales son madera, hormigón o acero y el precio se puede elevar hasta los 300.000 euros.
«Una vez que me decidí, comencé los trámites con el ayuntamiento y en seis meses la tenía instalada y con todas las tomas de luz y agua preparadas», explica Pedro.
En su caso no eligió una modular, pero este tipo de viviendas también es habitual para, después, ampliarlas según aumente la familia o la economía.
Este tipo de viviendas también se pueden hipotecar y hasta cambiar de lugar, aunque no es algo que suceda en España, pero sí en otros países.
Primero fue la pandemia lo que llevó a mucha gente a buscar una vivienda fuera de la ciudad para vivir o pasar los fines de semana. Ahora es el precio del alquiler o de la compra lo que ha despertado el interés de muchos en buscar zonas próximas a las ciudades donde puedan levantar una casa prefabricada para vivir.