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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.EFE/ Raúl Caro

Análisis económico

Sigue la voracidad recaudatoria: ya llevamos 5.000 millones más que hasta abril del año pasado

El Gobierno no se da cuenta de que, cuanto más aprieta a la clase media y baja con impuestos, más deseo de cambio se produce en la sociedad

Hemos visto en artículos anteriores que de lo único que no puede hablar Pedro Sánchez es de gestión económica, pues ya he demostrado, usando 5 variables económicas, que es el que peor ha gestionado en la UE la pandemia y la guerra de Ucrania. Esto lo explicito porque acabo de leer un tuit publicado por una televisión afín al régimen, o sea, apoyada y mantenida por subvenciones y publicidad estatal, en la que se decía que, si en algo había destacado hasta ahora el Gobierno de Sánchez, era en la extraordinaria gestión económica.

Recordar a los lectores que somos el único país de la UE con el PIB todavía inferior a 2019, y que en ese mismo período de tiempo nuestra renta per cápita es la que más ha decrecido, y todo ello sin contar que seguimos siendo el país con mayor paro, aunque realmente no sabemos el paro, que esto ya se llama rizar el rizo.

Pero eso sí: algo en lo que destaca Pedro Sánchez y su Gobierno es precisamente en la voracidad recaudatoria a la que nos tiene sometidos a los españoles.

Su voluntad de no ajustar el IRPF a la inflación y no querer bajar el IVA de productos tan imprescindibles en la comida mediterránea como son las carnes y los pescados, le permite, a pesar de que la economía casi no crece, seguir ingresando impuestos a un ritmo infernal. Tal es así que, en abril, mes en el que pymes y autónomos presentan sus declaraciones trimestrales, la recaudación sube en un solo mes 3.357 millones, y acumulado a abril ya superamos los 5.100 millones de euros a la cifra récord del año pasado, que ya había aportado 13.100 más en el año 2021.

La situación es absolutamente lamentable. Veíamos también hace unos días que la cifra de negocios a precios constantes caía en los 4 primeros meses del año un 16 %, porque los impuestos están drenando la capacidad adquisitiva de los hogares y dejando menos liquidez para el consumo. Tal es así que veremos que la recaudación del IVA está por debajo de la inflación al mes de abril.

Veamos qué ha pasado con la recaudación del mes de abril y de los 4 primeros meses del año:

Antes que nada, debemos de tener en cuenta que, en el mes de abril, la inflación era del 4,1 %, la subyacente del 6,5 % y la acumulada desde el inicio de la subida de precios de un 16 %. Esto quiere decir que, al no haberse deflactado la inflación de los baremos de la recaudación del IRPF y del IVA, si la economía estuviese girando como lo hacía antes del inicio de esta, se recaudaría aproximadamente un 16 % más tanto por IRPF como por IVA.

La realidad es que, en el mes de abril, la recaudación del IRPF ha subido hasta los 11.874 millones de euros, que supone una subida sobre 2022 del 11,3 %, y acumulado a abril, se ha recaudado 41.611 millones, que suponen un 11,6 % más que el año pasado.

En el Impuesto de Sociedades, el Gobierno vuelve a cometer el mismo error que el año pasado. Abusa de los empresarios y les ha sacado 9.263 millones a cuenta del Impuesto de Sociedades, que es recaudar en un mes un 25,7 % más que en 2022, y así y todo sigue un 33 % por debajo del año pasado. Todo ello viene del ajuste que tuvo que hacer Hacienda en enero, y devolver 6.000 millones de euros recaudados de más durante el año 2022, y este año repite el error, para que así el nuevo Gobierno se encuentre en enero con un «pufo» de 8.000 millones que tendrá que devolver a las empresas por haberles cobrado de más.

Por lo tanto, aunque los ingresos por impuestos directos en abril crecen un 16,4 %, acumulado a abril, estos crecen un 6,6 %, por debajo de la inflación acumulada.

En los impuestos indirectos suceden cosas muy interesantes.

  • El IVA en el mes de abril crece solo un 3 % y acumulado al final de los 4 meses lo hace un 7,1 %. La cifra de abril demuestra la ralentización de la economía, al crecer la recaudación menos de lo que crece la inflación, cuando además sabemos que los alimentos llevan una subida acumulada del 30 %.

  • Los impuestos especiales, entre los que está el nuevo impuesto sobre los envases de plástico, que han hecho entrar 167 millones nuevos a las arcas de Hacienda, en abril crecen un 1,1 %, aunque acumulado llevan un decrecimiento del 1,8 %, otra demostración palpable del parón de la economía.

Así tenemos que, en abril, hemos superado la cifra de 34.500 millones, que suponen 3.350 millones más que lo que se recaudó en el mismo mes del 2022, y acumulado a la fecha hemos llegado en 4 meses a que los españoles hayamos pagado a este Gobierno 90.677 millones de euros, que hace que Hacienda se haya llevado a las cuentas corrientes del Estado 5.116 millones de euros más.

La economía no está parada, pero tiene síntomas de irse asfixiando, y uno de los motivos más importantes es el sistema recaudatorio al que nos tiene sometido este Gobierno.

Haber recaudado 5.100 millones más que el año pasado en solo cuatro meses demuestra la mala voluntad de un Gobierno a punto de caer, y que está dispuesto a castigar a todos los españoles porque no admite que hayan votado a otros partidos. No se da cuenta de que, cuanto más aprieta a la clase media y baja con impuestos, más deseo de cambio se produce en la sociedad.