Fundado en 1910
José María Rotellar

La distorsión del mercado laboral

La evolución del mercado laboral no es nada buena, necesita reformas que el actual gobierno no está en condiciones de llevarlas a cabo

Con la publicación de los últimos datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social ya hemos visto que se va frenando el mercado laboral, por mucho que el Gobierno venda que estamos en 20,8 millones de afiliados, cuando gran parte de ellos trabaja jornadas muy parciales, que, una vez más, muestra que no se crea empleo, sino que se reparte.

Por otra parte, vemos cómo descienden los contratos indefinidos un mes más, hasta acumular un año de descenso, que deja a las claras que la evolución se ha deteriorado tanto que ni siquiera lo mitiga ya el espejismo de los temporales convertidos, por ley, en indefinidos.

Así, este mes vuelven a descender con fuerza los contratos indefinidos en tasa interanual, haciéndolo un 14,45 %, equivalente a 105.574 contratos indefinidos menos en tasa interanual, que demuestra que los incrementos del año pasado se debían al artificio de la reforma laboral, que obliga a la transformación de temporales en indefinidos fijos-discontinuos.

Variación interanual de contratos

Además, más de la mitad (un 59,87 %) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos. Como decíamos, el empleo que se crea no es sólido: realmente, no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas trabajadas que muestra la EPA.

Adicionalmente, el artificio del cambio normativo de la contrarreforma laboral, que obliga a transformar en indefinidos fijos-discontinuos a los antiguos temporales, se ve bien claro al analizar los datos, como ya dije hace algunos meses en otro artículo en El Debate.

De esa forma, los demandantes de empleo ocupados, donde se encuadran los indefinidos fijos-discontinuos que cesan actividad, disminuye en 17.543 personas en mayo, que muestra que son empleos realmente temporales los que están incrementando gran parte del incremento de la afiliación, ya que en la temporada en la que están activos -como la turística de Semana Santa, Feria de Abril e inicio de contrataciones para la temporada de verano- dejan de ser demandantes de empleo.

Demandantes de empleo ocupados

Si los sumamos a los 123.463 personas en los que aumentó en octubre, a las 110.697 que aumentó en noviembre, a las 31.227 en que se incrementó en diciembre, a las 28.014 personas en que se incrementó en enero, a las 4.571 personas en las que se incrementó en febrero, al descenso en 64.186 personas de marzo y al descenso de 70.226 personas en abril, llegamos a la cifra de 146.017 nuevos demandantes de empleo ocupados, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado.

Incremento de demandantes de empleo ocupados

De hecho, en 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empezó a corregirse, por comparación estadística, en abril y continúa corrigiéndose, por los mismos motivos, en mayo.

Contratos fijos discontinuos

Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados).

Si a eso le sumamos que tenemos los peores datos de autónomos de la última década, que los datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social también son los peores de los últimos años, y que el la bajada de paro y subida de afiliación interanuales son la mitad, al menos, que el mismo mes del año anterior, queda claro que la evolución del mercado laboral no es nada buena, que necesita reformas y que el actual gobierno no está en condiciones de llevarlas a cabo.