El Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria urge a una verdadera reforma de las pensiones
Remarca el daño que está haciendo la inflación sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos y la financiación de las empresas
El Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria ha presentado su informe correspondiente a las perspectivas de verano. En él recuerda que la economía española se encuentra aún por debajo de su nivel prepandemia, y urge a tomar medidas como reducir el descabellado gasto público superfluo impulsado por el Gobierno actual y efectuar una verdadera reforma de las pensiones que garantice su viabilidad.
El Observatorio recoge que el crecimiento económico español se encuentra sustentado por un ingente gasto público, que ha provocado sucesivos saldos presupuestarios negativos en los últimos ejercicios y que ha elevado la deuda pública por encima de los 1,5 billones de euros, alrededor del 112 % del PIB. Indica que el mercado laboral muestra una mejor resistencia, pero basado en una caída de los salarios reales y, sobre todo, en un reparto del empleo, no tanto a creación del mismo, pues el número de horas trabajadas se encuentra por debajo del previo a la pandemia. Además, el empleo público ha crecido extraordinariamente en estos últimos cinco años y ha mantenido el nivel de empleo más allá del generado por el mercado.
Estiman que la inflación mantiene un nivel preocupante, especialmente la subyacente, y hace que la pérdida de poder adquisitivo de los agentes económicos empobrezca a la economía española. «Junto a ello, la necesaria política monetaria restrictiva que se está aplicando por parte del BCE, encarece la financiación y contribuye a un retraimiento de la actividad económica y del empleo», añaden.
El retorno de las reglas fiscales en 2024 en el seno de la UE y el mejor comportamiento de otros países, como Portugal, que han aplicado una política económica diferente a la nacional, lleva al Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria a proponer la realización de reformas profundas en la economía española. Estiman que debería aplicarlas el próximo Gobierno, del signo que sea, para conseguir incrementar su crecimiento potencial, reducir estructuralmente tanto la tasa de desempleo como el déficit, reducir la deuda, aumentar la seguridad jurídica y flexibilizar la economía para atraer inversiones que generen actividad y puestos de trabajo.
La primera reforma que recomienda, y profunda, es la de la educación: orientada hacia la demanda empresarial, que retome el prestigio de la enseñanza, basada en el mérito, esfuerzo y sacrificio, «eliminando los elementos nocivos de la ley de universidades, que debilita la educación».
La segunda es la eliminación de gasto público improductivo, que ha crecido extraordinariamente durante los últimos cinco años. El retorno a la estabilidad presupuestaria debe llevarse a cabo, afirman, desde la reducción del gasto, pues, al final, el gasto total es el impuesto total, y una reducción del gasto afecta menos a la actividad económica, en el medio y largo plazo, que el aumento de impuestos. Por otra parte, cuando se reduce el gasto, la disminución del mismo y del déficit es segura, mientras que un incremento de impuestos, por el impacto negativo que puede tener en la actividad económica y el empleo, no consigue mejores resultados de recaudación en el largo plazo.
Añaden que habría que eliminar el mal llamado impuesto a las grandes fortunas («en realidad, debería llamarse impuesto a las medianas fortunas, ya que las grandes fortunas tienen otros mecanismos de escape de dicho impuesto»), así como el impuesto a banca y eléctricas, que distorsionan la economía. «También ha de deflactarse la tarifa del IRPF de manera generalizada, para impedir que el efecto derivado de los precios, vía salarios, suponga un aumento del impuesto de la renta que pagan los contribuyentes. Debe, asimismo, acompasadamente con la consecución de la estabilidad presupuestaria, llevar a cabo una rebaja generalizada de impuestos, que inyecten dinero en la economía productiva», aseguran.
El esfuerzo fiscal de los españoles -que es el indicador que ha de tenerse en cuenta, al poner en relación los impuestos pagados con la capacidad económica, y no la presión fiscal, que no recoge realmente en términos comparativos el sacrificio fiscal de los contribuyentes- es uno de los más altos de la Unión Europea, muy por encima de su media: ni más ni menos que un 53 % más, con la presión fiscal normativa más alta de la UE, como señala el Informe de Competitividad fiscal 2022 del Instituto de Estudios Económicos. «Esto debe corregirse para liberar renta disponible para los agentes económicos y mejorar la competitividad de la economía española», dicen.
Con ello, y a partir de la reducción severa del gasto público improductivo, piensan que hay que alcanzar el equilibrio presupuestario e incluso ir consiguiendo cerrar distintos ejercicios en superávit, pues no sólo hay que reducir el volumen de deuda sobre el PIB, sino también en valores absolutos, para conseguir una mejor sostenibilidad de las finanzas públicas y cumplir con el pacto de estabilidad y crecimiento. «Debe llevarse a cabo, como ya expresó el Observatorio Económico de la UFV, una verdadera reforma del sistema público de pensiones, que garantice su viabilidad y que quede al margen del juego político. Por ello, hay que dar marcha atrás en la reforma planteada por el actual Gobierno, cuya posición ya expresó el Observatorio en una nota al respecto».
Por último, estiman que hay que reformar la gestión pública para conseguir un verdadero incremento de eficiencia en el uso del gasto público, que permita conseguir ahorros que ayuden a bajar impuestos, alcanzar el equilibrio presupuestario y poder cubrir adecuadamente los servicios públicos fundamentales sin incrementar la deuda y conseguir la reducción del déficit público estructural y evitar que se incremente el importe del capítulo III de intereses de la deuda, para que no drene recursos hacia los servicios esenciales