Por qué la economía «no va como una moto» (I) Si su sueldo no ha subido un 15 % en los cuatro últimos años, usted ha perdido nivel adquisitivo
El riego masivo de dinero ha sido el causante principal de los problemas
En las últimas semanas se ha hablado mucho de una supuesta mejora en la economía española, y el presidente del Gobierno ha dicho que va «como una moto», pero la realidad es que la inflación ha crecido alrededor de un 15 % desde 2018, el año en el que Pedro Sánchez llegó al poder (en junio): si su sueldo no ha subido en la misma medida desde entonces, usted ha perdido nivel adquisitivo.
Como bien explican economistas como Daniel Lacalle, la inflación es la pérdida de poder adquisitivo de la moneda, no solo el hecho de que suban los precios, que de hecho se han incrementado notoriamente: en concreto, un 45 % en el caso de los alimentos desde 2018.
El Gobierno español echa la culpa de la inflación a otros factores (Ucrania, los márgenes de las empresas...), pero es el principal beneficiado de su subida. El Estado está batiendo récords de ingresos gracias a la inflación con este impuesto encubierto. En España el Ejecutivo de Sánchez también ha renunciado a que se deflacte la tarifa del IRPF, algo que habría aliviado el coste de la vida de los ciudadanos.
La inflación ha hecho que España escale puestos en el índice de pobreza: cuando llegó Sánchez éramos los séptimos más pobres, y ahora somos los terceros más pobres.
Para economistas como Lacalle, la culpa de la inflación la tiene el experimento que hizo el Banco Central Europeo en el año 2020 con el riego masivo de dinero: en tres meses se imprimió más dinero que en todos los años previos de expansión monetaria, y ese dinero fue en buena medida a un gasto público que mantiene la inflación.
La inflación se produce cuando hay más dinero en el mercado del que se demanda. La subida de precios no es consecuencia de Ucrania ni de los márgenes empresariales. «La inflación solo sube en todos los productos a la vez si diluyes el poder adquisitivo: si hay más unidades monetarias yendo a productos escasos», indica Lacalle.
La inflación es mucho mayor en la Unión Europea que en Suiza, donde no han imprimido dinero a espuertas. La subida de tipos de interés y la retirada de dinero del mercado ha demostrado su efecto tras ponerlos en marcha la Reserva Federal americana: desde entonces los precios de las materias primas (petróleo, gas natural, trigo...) se han reducido a pesar de la disminución de la oferta de crudo y el aumento de la demanda de China.
La política monetaria, por tanto, ha sido errónea durante un tiempo, y ahora toca volver con esfuerzo a la estabilidad.