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Los salarios crecieron en la UE una media del 4,6 % en 2022.Europa Press

Los salarios ya empiezan a colarse en la inflación

Entre las ocho subidas consecutivas de los tipos de interés, la bajada de los precios de las materias primas y la normalización del coste de la energía, la inflación de la zona euro ha llegado al 6,1 %

Ya empezamos a tener datos fiables de unos salarios que nos van a indicar cómo están sufriendo los trabajadores de la UE con las cadenas de precios.

La inflación ha tenido tres componentes fundamentales. El primero, y más importante, ha sido el incremento de la masa monetaria en circulación como consecuencia de la decisión del BCE de comprar la deuda de todos los países a tipo cero de interés. Esto ha provocado un endeudamiento de tres billones de euros que han llegado al mercado a base de imprimir billetes.

Vamos, que este organismo ha hecho una Argentina y se ha sentado a ver qué pasaba. Y ya lo creo que pasó: la inflación se disparó hasta el 16 % en el conjunto de la unión.

Otro de los motivos fue la pandemia, que provocó un incremento brutal de los precios de determinadas materias primas debido al aumento de demanda y a la escasez de estos productos. Este efecto duró un año y ya ha desaparecido.

El tercer factor fue la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania que llevó a una histeria colectiva por la llegada del supuesto invierno polar a la UE. Afortunadamente se quedó en nada permitiendo reorganizar los suministros de gas y petróleo para que sus precios retornaran a la normalidad.

Así, entre las ocho subidas consecutivas de los tipos de interés, la bajada de los precios de las materias primas y la normalización del coste de la energía, la inflación de la zona euro ha llegado al 6,1 %, quizá por un rebrote consecuencia de que los salarios han empezado a moverse.

Las subidas salariales tienen dos consecuencias. La primera solo es beneficiosa para el Estado, ya que recaudará más por IRPF y cotizaciones sociales –y posiblemente por el IVA–. Pero como estas subidas no se producen de manera simultánea al incremento de precios, tarda más en notarse y se vuelven a producir aumentos inesperados.

Tanto en la UE como en la zona euro, los salarios han crecido una media del 4,6 % con un solo país, Irlanda, con una tasa negativa (-0,8 %). Los grandes han tenido un funcionamiento dispar: 10 % en Polonia, 7 % en Países Bajos, 5,7 % en Alemania, 4,1 % en Francia, 4 % en España y 2 % en Italia. La máxima revalorización la encontramos en los antiguos países del telón de acero.

Si analizamos el primer trimestre del año, vemos una ralentización en las subidas del 0,2 % de media, aunque con algún país –como Holanda– que sigue en ritmos preocupantes para su economía. En España, los salarios crecieron en los primeros tres meses del año un 1,6 % y habrá que ver qué pasa en el segundo trimestre. En Francia se ha moderado al 0,9 %; en Alemania, han caído un -0,4 %; y en Italia un -2,3 %, a pesar de que su economía ha crecido un 0,6 %.

La sorpresa la da, de nuevo, Irlanda, donde el PIB cayó un 4,6 % en el primer trimestre y los salarios lo hacen un 7,6 % lo que recuerda a la economía americana, donde los ajustes se producen muy rápidamente.

Un 4,6 % de subida salarial es algo muy serio, pero si los incrementos no se moderan a lo largo de este año entraríamos en un nuevo repunte con una situación de parada económica. Habrá que seguir de cerca estas variaciones para prever con claridad la que nos puede venir encima.