Los hijos y el teletrabajo: la nueva ley que evita ir a la oficina

El Real Decreto Ley 5/2023 solo cumple las órdenes de Europa. Una transposición de Directivas de la Unión Europea en materia de conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los progenitores y los cuidadores.

En esto no hay colores, ni ideologías. El PP no derogará esta ley, aunque la izquierda siempre puede retorcerla para que el empresario salga mal parado y todos pierdan.

Teletrabajo

El sistema laboral ha cambiado tras la pandemia. El teletrabajo llegó como un tsunami, pero no era la solución, aunque sí parte de ella. Las empresas reclaman a sus trabajadores que vuelvan a la oficina y estos se niegan porque han encontrado una fórmula perfecta para ser padres y empleados a la vez mientras ahorran dinero.

Quedan los pequeños detalles de todo esto. Hay jefes temerosos de que sus trabajadores bajen el rendimiento, aunque no tengan certeza de ello, y hay empleados que han encontrado en el teletrabajo la horma perfecta para no ganarse el sueldo definitivamente.

Casos extremos y a extinguir. El modelo de hace 50 años ya no vale y desde Europa exigen cambios. No se entiende que un trabajador se deje una media de 200 euros mensuales en comer y otros 400 euros en una persona que cuide de sus hijos cuando salen del colegio si el modelo de trabajo híbrido puede solucionar este problema.

El Real Decreto prioriza el cuidado de la familia en el Estatuto de los Trabajadores y permiten modelos para conciliar, siempre que el trabajo lo permita, como es lógico.

Adaptar la jornada

Uno de los puntos de la ley es el que dice que los trabajadores pueden adaptar su jornada siempre que acrediten «deberes de cuidado respecto de los hijos mayores de doce años, el cónyuge o pareja de hecho, familiares por consanguinidad hasta el segundo grado del trabajador, así como de otras personas dependientes cuando, estas últimas, convivan en el mismo domicilio, y que no puedan valerse por sí mismas». La gran novedad es que se elimina el límite de los 12 años de la reducción de jornada por la patria potestad en la que el empleado podía rebajarse las horas y el sueldo para cuidar de sus hijos.

Otro de los puntos es el que obliga a las empresas a «ofrecer una propuesta alternativa que posibilite las necesidades de conciliación de la persona trabajadora o bien manifestará la negativa a su ejercicio. Cuando se plantee una propuesta alternativa o se deniegue la petición, se motivarán las razones objetivas en las que se sustenta la decisión».

Los modelos de trabajo híbrido ganan y las empresas apenas tienen margen de maniobra para negarse a que un empleado siga la jornada laboral en casa si tiene que cuidar de algún familiar que cumpla los criterios.

Lado positivo

En vista de las renuncias laborales y las exigencias de los nuevos perfiles, las empresas tienen que valorar el lado positivo de ofrecer este tipo de jornada laboral a cambio de mantener en su puesto a trabajadores que den rendimiento.

Este modelo híbrido, según la ley, abre la puerta a que se hagan unas horas en la oficina y el resto desde casa. Hasta ahora, las empresas podían aprobar trabajar 100 % en remoto una seríe de días a la semana, pero ahora deberán aceptar el modelo mixto.

Despidos

La reducción de jornada impedía a las empresas despedir a los trabajadores. La nueva ley también impide el despido como solución a que un trabajador decida adaptar su jornada para facilitar la conciliación o cuando ya disfrute de ella.

Además, una vez que el empleado decida poner fin a la jornada híbrida la empresa deberá devolverle a su antigua condición respetando los turnos y los horarios que tenía antes.

Todo esto abre un amplio abanico de posibilidades laborales para los trabajadores, en gran medida mujeres, que pueden conciliar mejor y ahorrar los costes de tener personas al cargo de los hijos. Las empresas también ganan con trabajadores con mayor predisposición laboral porque pueden realizar algunas horas en casa y, por ejemplo, ahorrar el dinero de la comida, la cena o el transporte.