Economía  Ribera pide a la UE que permita la reforma eléctrica para alcanzar un acuerdo este verano

La Presidencia española de la UE ha instado a los países miembro de la UE que cedan en parte de sus pretensiones nacionales en la reforma del mercado eléctrico para conseguir un texto que sea «aceptable para todos» y quiere lograrlo, a ser posible, antes del final del verano para lograr que las nuevas normas del mercado eléctrico estén aprobadas «antes de Navidad».

«Obviamente requiere que cada cual renuncie un poco para poder encontrar fórmulas aceptable para todos», ha apuntado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Ribera ha destacado el compromiso de «todos» en trabajar en la cuestión con la «máxima transparencia y diligencia» para contar con un texto de consenso «lo antes posible» y ha explicado que la postura de país es «no pretender imponer el criterio» de unos y otros.

«Ha de conciliarse la posición a veces enfrentada y a veces irreconciliable entre los Estados miembros y España se compromete no solamente a ser de facilitador, sino también a que los técnicos puedan ir conversando con todos ellos para lograr un texto lo más consensuado, lo más aceptable posible», ha subrayado.

Materias críticas

En el tercer y último día de reunión informal en Valladolid, Ribera ha explicado que los titulares de energía de la UE analizarán el desarrollo de una normativa para las materias críticas y la mejora de las interconexiones eléctricas en el territorio europeo.

Las materias críticas son fundamentales para lograr la descarbonización

El segundo tema que se analizará durante la jornada es el de las redes eléctricas europeas, las interconexiones y el modo de integrar cada uno de los sistemas nacionales. En este caso, aseguran que contar con redes inteligentes capaces de absorber alternativas muy distintas es un aspecto fundamental para el proceso de descarbonización.

Para Ribera, las interconexiones eléctricas no pueden ser tratadas como un asunto bilateral, sino del conjunto europeo, porque «no hay ningún Estado miembro que deba poder oponer una frontera a la necesidad de contar con un sistema seguro para el conjunto de Europa» y celebra que eso es algo que la «inmensa mayoría» de los Estados miembro tiene muy claro.