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El ministro de Sanidad, José MiñonesEuropa Press

Análisis económico

La sanidad en España: 88.000 millones de euros

En mucho tiempo no se ha facilitado una información tan detallada de lo que nos cuesta a los españoles, y el peso que representa la salud sobre el total del gasto público

Es raro que los días que doy una charla, conferencia, coloquio o simplemente estoy charlando con gente, no me pregunten por cuánto nos cuesta la sanidad en España. Siempre suelo dar una cifra que tengo en la cabeza de cuando escribí el libro El precio de las autonomías: 88.000 millones de despilfarro, con mi amigo Gustavo Morales.

Hoy, y con los datos que acabo de obtener a través de la Intervención General de la Administración del Estado, voy a poder contar además como se gastan esos 88.000 millones, que en 2021 ya son un poco más.

Para ello, veremos clasificación de los capítulos funcionales que la IGAE define a través de una convención con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Ésta clasifica el gasto calculado de acuerdo a la metodología del Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales de la Unión Europea SEC 2010.

Es decir, analizaremos el gasto que se dedica a medicamentos, farmacia y otros, lo que nos gastamos en los servicios ambulatorios, en los servicios hospitalarios y en cualquier otro servicio de salud pública, además de tener lo que se dedica a I+D en temas relacionados con la salud y la partida de siempre que va a otros gastos sanitarios.

A su vez veremos lo que nos cuesta la sanidad en salarios, en consumos intermedios (el consumo intermedio es la valoración de bienes no duraderos y aquellos servicios consumidos en la producción de nuevos bienes y servicios) y en transferencias sociales en especie. Además de las inversiones y el resto de gastos.

Creo que en mucho tiempo no se ha facilitado una información tan detallada de lo que nos cuesta a los españoles, y el peso que representa la salud sobre el total del gasto público.

Análisis de los datos

En el año de la pandemia el esfuerzo del país llegó a los 85.503 millones de euros, lo que supuso el 14,7 % que le dedicamos de nuestros gastos totales. En medicamentos, se gastaron 13.000 millones de euros, un 15,2 % del total de la factura de la salud nacional.

El coste de los servicios ambulatorios llegó a 31.209 millones (36,5 %) y los servicios hospitalarios subieron a 36.300 millones (42,5 %). El resto de los gastos sumaron un total de 5.002 millones para pesar el restante 5,9 % de los gastos de la sanidad por funciones.

Por conceptos económicos, la principal partida fueron los salarios que sumaron 36.906 millones de euros y supusieron el 43,2 %. La segunda partida fueron los gastos necesarios para producir los servicios, que llegaron a 22.379 millones y pesaron un 26,2 %, y las transferencias en especie, que ascendieron a 20.736 millones y sumaron otro 24,3 %. El resto de las partidas sumaron 5.482 millones y representaron el 6,4 %.

En el año 2021 el incremento fue del 3,7 %, muy inferior a la media del incremento del gasto público total que sumó un 5,2 %. Por ello, en 2021 y a pesar de haber llegado a 88.625 millones, el gasto en salud pública bajó frente al total del gasto público quedando en un 14,5 %.

En 2021, la partida que más creció fueron los servicios ambulatorios, que lo hicieron en un 5,2 %, con la vuelta a la normalidad, mientras que los servicios hospitalarios solo lo hicieron un 2,4 % y los de salud pública en un 7 %, debido a la vacunación.

Si miramos los gastos por los conceptos económicos, fueron los salarios los que más se incrementaron, haciéndolo un 6,7 % y llegaron a suponer un 44,4 % del total de los gastos. Los consumos intermedios y las transferencias en especie también subieron más que la media, lo hicieron un 5,7 %, mientras que las grandes caídas se vieron en I+D.

No deberían tardar mucho en aparecer los datos consolidados de todas las administraciones públicas, que nos dirán cómo se repartieron los 634.000 millones de gasto contabilizados para el total del Estado español.

Y aunque no disponemos de ningún tipo de reparto, no es de esperar que en la parte salud/sanidad haya habido sorpresas, si bien al desaparecer el costo de la vacunación COVID pueda haber bajado el coste de medicamentos, cosa que tampoco sería una mala noticia.