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José María Rotellar

El (nuevo) fusilamiento de Torrijos

Salvando las distancias, ahora los liberales clásicos o liberales europeos también están dispuestos a luchar por el bien mayor de España

El General José María de Torrijos y Uriarte, póstumamente, Conde de Torrijos, fue un liberal español que luchó frente a los franceses por la independencia de su patria. Posteriormente, el absolutismo lo apresó y lo fusiló en las playas de Málaga, junto a medio centenar de compañeros, el once de diciembre de 1831.

Esa escena queda perfectamente representada en el magnífico cuadro pintado por Antonio Gisbert, que se encuentra en El Prado. Recoge, perfectamente, la solemnidad con la que aquellos liberales esperaban su muerte, ante los cuerpos de algunos compañeros ya fusilados, y el sacrificio de los mismos al defender las ideas de la libertad para su país, al que anteponían frente a cualquier otra cosa. Igualmente, José de Espronceda les dedicó un soneto, titulado «A la muerte de Torrijos y sus compañeros»:

Helos allí: junto a la mar bravía

cadáveres están ¡ay! los que fueron

honra del libre, y con su muerte dieron

alas al cielo, a España nombradía.

Ansia de patria y libertad henchía

sus nobles pechos que jamás temieron,

y las costas de Málaga los vieron

cual sol de gloria en desdichado día.

Españoles, llorad; mas vuestro llanto

lágrimas de dolor y sangre sean,

sangre que ahogue a siervos y opresores,

y los viles tiranos con espanto

siempre delante amenazando vean

alzarse sus espectros vengadores.

Aquellos liberales sacrificaban su vida por España. Lucharon para echar al invasor francés, para que España recuperase su libertad, que era lo importante, aun con riesgo de que después sus ideas liberales fuesen perseguidas y, por supuesto, no fuesen aplicadas. Así sucedió, pero su empeño y su sacrificio permitieron que, poco a poco, el liberalismo fuese introduciéndose, generalmente defendido por las opciones liberal-conservadoras.

Pues bien, salvando las distancias, ahora los liberales clásicos o liberales europeos también están dispuestos a luchar por el bien mayor de España, que, en este caso, es lograr derogar el sanchismo, aunque sean plenamente conscientes de que no abundan las propuestas liberales en materia económica, que, probablemente, no se aplicarán tanto como deberían, pero, pese a ello, su patriotismo les lleva al objetivo común de votar a las alternativa a Sánchez para que pueda acabar este quinquenio perjudicial para la economía y la sociedad españolas, aunque sepan que, de manera figurada, sus ideas liberales pueden ser arrinconadas, en una especie de nuevo fusilamiento de Torrijos.

No obstante, ahora como entonces, no será en vano, pues se habrá contribuido a la mejora de España, al haber eliminado el mal mayor, y la semilla del liberalismo clásico volverá a florecer, pues la experiencia nos dice que cuando se aplican las medidas liberales, la prosperidad aumenta, así que en el medio y largo plazo, resurgirán, abriéndose paso ante la socialdemocracia.