Qué mal contabiliza Hacienda: ayer faltaban 40.000 millones y hoy son 53.000
No se entiende que hayamos tenido que endeudarnos en 41.000 millones de euros a finales de mayo, habiendo ingresado 12.000 millones más que lo gastado
Si mi difunta madre estuviese viva, me diría que le he cogido el gusto a meterme con la ministra de Hacienda. Y puede que algo de razón tuviese.
Pero es que, si hay algo que no puedo soportar, es que los números no cuadren. Podrán ser buenos o podrán ser malos, pero que no se ajusten no es aceptable. En los Comités de Dirección que he participado a lo largo de mi vida –como miembro o como director– siempre he tenido a gala que nunca han descuadrado mis números.
Unas veces eran mejores que las previsiones y otras veces peores; unas veces el optimismo ha sido un pecado y otras una virtud, pero a mí nunca me han fallado las cuentas. Y, a su vez, nunca he despedido a nadie por presentar datos coherentes, ya fueran mejores o peores.
Afortunadamente para la ministra Montero yo no soy su jefe, porque ya habría sido despedida fulminantemente desde hace mucho tiempo. Pero más desde que empezó este año, cuando ha decidido que ni una sola cifra se acomode a la realidad. Todo es ficticio, nada se asemeja a lo que debe ser, cualquier dato es discutible porque nadie está seguro de que sea el correcto.
En otro artículo vimos como en cinco meses el Consejo de ministros había modificado al alza los Presupuestos Generales del Estado para 2023 en un 4,1 %, el equivalente a 10.000 millones más de euros. ¿Para qué si van más de 16 puntos por debajo del presupuesto?
Vimos que, cuando comparábamos con 2022, el Gobierno que más ha gastado en la historia de España, superando incluso a Zapatero que llegó en 2011 a 491.000 millones. El sanchismo se ha llevado a 634.000 millones y había gastado a cierre de mayo 200 millones menos que en 2022.
Y hoy, que vamos a comparar el gasto con el ingreso, no se entiende que hayamos tenido que endeudarnos en 41.000 millones de euros a finales de mayo, habiendo ingresado 12.000 millones más que lo gastado.
El Ministerio de Hacienda ha contabilizado a mayo un gasto de 65.780 millones de euros y del total de los ingresos ha traspasado a la Administración Central del Estado 77.943 millones. Aquí ya tenemos la primera gran sorpresa de este partido: resulta que por primera vez en la historia del sanchismo llegamos con 12.163 millones de superávit.
Y encima la ministra pretende que nos lo creamos. En junio ha hecho cinco años que existe el sanchismo. Nunca en los 60 meses ha habido superávit en la Administración Central del Estado a finales de mayo, entre otras cosas porque siempre ha pasado lo mismo: que el sanchismo ha gastado más que lo que ha ingresado. Ahora resulta que el año en que se está jugando el cocido de sus hijos, se gasta menos que el año anterior, muchos menos que el presupuesto que tiene de gasto y encima genera superávit.
Pero no un superávit vulgar, ya puestos, lo que generamos es un superávit de 12.163 millones de euros.
Cuando uno genera superávit de caja, aprovecha para reducir deuda. Sin embargo, y a pesar de tener un superávit de más de 12.000 millones, hemos tenido que incrementar la deuda en 14.885 millones de euros para llegar a una deuda nueva en cinco meses de 41.033 millones. Es inexplicable.
Creo que queda claro, que no hay por dónde coger la contabilidad nacional en estos momentos. Si nos creemos los gastos y los ingresos no nos podemos creer la deuda. Pero como la deuda es inapelable, porque el Tesoro no nos va a engañar sobre la deuda en circulación, solo nos cabe pensar que o los gastos están mal o los ingresos están mal.
Nadie oculta ingresos, por lo tanto, si la deuda es correcta, que también lo es, lo que está mal en la ecuación son los gastos.
Y a partir de aquí la imaginación al poder, en el anterior artículo dije que quedaban por contabilizar a mayo 40.000 millones ahora me salen 53.000 millones y subiendo. Esto huele muy mal. Tiene un perfume no precisamente embriagador, sino de cloaca.