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Imagen de las urnas para ejercer el derecho a voto

Imagen de las urnas para ejercer el derecho a votoEFE

Empresarios e inversores, preocupados ante la «incertidumbre prolongada» de una repetición electoral

La CEOE advierte de un segundo semestre de desaceleración y pide reequilibrar las cuentas públicas y una fiscalidad que ayude a la competitividad

El mundo de la empresa no ha reaccionado bien al resultado electoral de este domingo, que parece abocado a una repetición electoral. El Ibex 35 inició la sesión este lunes con caídas del 1,41 % y los analistas advierten que una nueva convocatoria a las urnas podría provocar una «incertidumbre prolongada» que afecte gravemente a nuestra economía.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, señalaba hace unas semanas en un informe de cara a las elecciones que las necesidades empresariales respiraban por la estabilidad institucional, la seguridad jurídica, la fiabilidad normativa y la necesidad de diálogo, en un claro mensaje al Gobierno –y, en concreto, a Yolanda Díaz– tras los numerosos ataques recibidos en el pasado reciente.

Desde la patronal recuerdan que la economía española «vislumbra un escenario de desaceleración» que se hará patente tras el verano, por lo que necesita varios retos como el reequilibrio de las cuentas públicas y la configuración de una fiscalidad que ayude a la mejora de la competitividad, todo ello bajo un espacio de diálogo social que «tan buenos resultados ha dado siempre en términos de bienestar y paz social». Más claro, agua.

Desde Barclays, sin embargo, apuntan a que una nueva convocatoria retrasará la llegada de fondos europeos y provocará una «incertidumbre prolongada» en nuestra economía, como señala Mariano Cena, analista de esta entidad.

S&P opina que, aunque un nuevo escenario electoral, no tendría por qué poner en peligro la elaboración de los PGE de 2024 ni la presidencia española de la UE, pero sí afectar a las reformas del plan de recuperación el déficit estructural de la Seguridad Social.

Reglas fiscales

Y es que el regreso de las reglas fiscales de la UE llega en un momento especialmente sensible para nuestro país. Las administraciones públicas cerraron 2022 con un déficit del 4,8 % del PIB y esperan que este lo haga en el 3,9 % en 2023, todavía por encima del 3 % marcado por Bruselas. Además, la deuda en el primer trimestre del año fue del 112,8 % del PIB –el objetivo comunitario es del 60 %–ؘ tras un aumento de más de 45.000 millones más en ese periodo.

Otro asunto es la tasa de paro. El Ejecutivo prometió a Bruselas cerrar el año en el 12,2 % –actualmente se encuentra en el 12,7 %– para bajar del 10 % en el 2026; sin embargo, muchos expertos señalan que el alto desempleo de larga duración y la falta de personal cualificado apunta a que estamos muy cerca del paro estructural.

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