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La presidenta del INE, Elena Manzanera, en un acto.Junta de Andalucía

Análisis económico

Nuestro IPC es 1,9 puntos más bajo por la modificación del cálculo del INE

Lo que estamos comparando no son peras con peras, sino peras con manzanas

Estar de vacaciones y no tener que atender a reuniones, llamadas de teléfono, visitas a platós de radio y televisión me está permitiendo tiempo para, además de dedicarle muchas horas de trabajo a mi nuevo libro, ponerme al día en análisis e investigaciones que tenía pendientes.

Unas las he dedicado a ver nuestro exceso de deuda para cumplir con los compromisos del plan de convergencia de la Unión Europea, del cual me han salido varios artículos, para que los lectores sepan cuál es nuestra situación y cuál es la de la Unión Europea.

Hoy me toca entender cuánto ha afectado la modificación del método de cambio de cálculo del Instituto Nacional de Estadística al subíndice 04, que corresponde a la vivienda, el agua, el gas, la electricidad y las gasolinas.

Llevo mucho tiempo diciendo que el INE debería haber publicado una serie paralela, para así saber cuál era en realidad el IPC comparado con el año 2022, porque dado que el cambio ha sido tan sustancial, hay que saber que lo que estamos comparando no son peras con peras, sino peras con manzanas.

Para ello tengo que demostrar primero que los cambios son tan sustanciales que el análisis comparativo ha quedado truncado.

El INE, en su nota de prensa de 30 de enero de 2023 Novedades metodológicas del IPC, decía, textualmente, refiriéndose al cambio del cálculo del subíndice: «El primero de ellos (el cambio de cálculo de este subíndice) se refiere a la ampliación de la cobertura de los mercados del gas y de la electricidad, con la incorporación de la parte relativa al mercado libre de ambos sectores. Para llevar a cabo dicha ampliación ha sido preciso realizar un proceso de adaptación de la información sobre precios del mercado libre de ambos sectores para hacerla compatible con las exigencias metodológicas del IPC»

Solo con esta frase ya podemos entender que el cambio ha sido sustancial, pero continúa en su nota de prensa: «Dos de los principales elementos que componen el sector energético en el IPC son la electricidad y el gas. En ambos casos, las tarifas consideradas hasta ahora para el cálculo del indicador se referían exclusivamente al mercado regulado. Sin embargo, debido a los cambios sucedidos en el sector en los últimos años, se consideró necesario incorporar el mercado libre para representar adecuadamente la evolución de los precios del sector. Esta ampliación de la cobertura no se pudo acometer en el año 2022 debido a que no se disponía de la información con el suficiente nivel de detalle, ni con los criterios técnicos necesarios que permitieran aplicar una metodología consistente con los requerimientos exigidos en el cálculo del IPC.»

Por lo tanto, queda más que demostrado que el cambio ha sido tan importante que, como no se ha echado hacia atrás la serie, porque no se dispone de datos, deberían de haberse mantenido dos series paralelas del cálculo del IPC.

El mal ya está hecho, y como no tiene reparación ahora, con datos de Eurostat y del mes de junio, vamos a ver dónde está España, y en consecuencia hacer un cálculo estimativo de donde debería de estar.

La Unión Europea está dando que los precios medios del subíndice 4 han crecido a mes de junio un 4,3 %, y en el caso de la zona euro, solo un 2,5 %.

Como vemos, la modificación del índice de la energía ha colocado a España en la segunda posición de mayor caída en la UE con una bajada del índice, desde el punto de vista anual, del 12,7 %, solo por detrás de Bélgica.

En negativo salen en total 8 países, mientras que en positivo hay otros 19, siendo los países del Este de Europa los más afectados, por la guerra de Ucrania.

Supongo que ahora los lectores entenderán por qué el sanchismo ha dejado de bombardear con noticias de que todo lo que pasa en España es culpa de esa maldita guerra.

Así que, sabiendo que los precios oficialmente han bajado un 12,7 %, y como el peso que tiene este índice sobre el total también se ha modificado y se ha dejado en un 12,7, si este índice fuese la media de la zona euro, lo que realmente le tendríamos que añadir a nuestro IPC es, nada más y nada menos, que 1,9 puntos de más.

Como España ha reportado a Eurostat en Índice de Precios Armonizado un 2,1% de inflación, debería haber reportado un 4,0%.

La diferencia de reportar un 2,1 % en lugar del 4,0 % supone una modificación del resultado de un 90 %, que es como decir que la inflación se ha terminado y no tenemos que hacer nada a estamos en media de la Unión Europea.

Es como de la noche al día.

Supongo que después de este análisis coincidirán conmigo con que el INE, como institución, no debería haber hecho caso solo a la ministra de Economía y a la presidente del INE nombrada a dedazo y haber sacado las dos series a la vez. Tampoco se olviden de que hubo un cambio de ponderaciones que ha favorecido al Gobierno con los cambios realizados, pero eso es otro motivo de investigación.