España tiene un exceso de deuda de 718.000 millones sobre las reglas de convergencia de la UE

Llevaba tiempo pensando en escribir este artículo sobre el exceso de deuda que tienen los países miembros de la Unión Europea, sobre los objetivos de convergencia que se pactaron para la salida del euro y que, además, son una de las medidas de control para la entrada de nuevos miembros para entrar a formar parte del exclusivo grupo de los 27.

Tal es así que hay muy pocos países de las últimas hornadas de entrada que hoy no cumplan los objetivos de que la deuda no supere el 60 % del PIB.

En el 2004 se produce la gran ampliación con Chequia, Chipre, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Malta y Polonia. En 2007 se añaden Bulgaria y Rumanía y la última fue Croacia en 2013.

De todos estos países, el que peor está es Chipre, con un 84 % de deuda sobre el PIB. Hungría está con el 74,9 %, Croacia y Eslovenia con el 69,5 %, y ninguna de ellas supera el 90 %. El resto está por debajo del 60 % del plan de convergencia.

Explicado esto, y dada la situación de deuda que hay en la Unión Europea, 13,511 billones de euros a finales del primer trimestre de 2023, cuando pasen las elecciones del 2024 al Parlamento Europeo y escogida la nueva Comisión Europea, van a pintar bastos para los países que no cumplan con el plan de convergencia.

Hay muchas maneras de hacerlo. Con un primer plan, más conservador, que obligase a los 6 países más endeudados, Grecia, Italia, Portugal, España, Francia y Bélgica, a que en 5 años se colocasen en un máximo del 90 % de deuda sobre el PIB, que supondría tener que amortizar en 5 años 2,271 billones de euros. Esto implicaría que Italia tendría que reducir su exceso de deuda de 1,040 billones en 5 años, a Francia le tocarían reducir 600.000 millones, a España 310.000 millones, a Bélgica le tocaría bajar 97.000 millones, a Grecia 165.000 y a Portugal 58.000 millones.

¿Alguien en España se imagina teniendo que reducir anualmente 62.000 millones durante 5 años seguidos? Y todo para colocarse todavía en una deuda del 90 % del PIB.

Pero también podría pasar que la Comisión Europea dijese que tenemos 10 años para bajar al 60 % del plan de convergencia.

A continuación voy a mostrar lo que puede pasar si la UE exigiese a los 27 países que al cierre de este año nadie superase el 60 % de su deuda sobre el último dato del PIB, quiénes serían los 13 los países afectados y en qué cantidades y montos. Añado también el supuesto del 90 %, para que así los lectores tengan todos los datos.

Ya hemos visto que en el primer caso los países con serios problemas serían Italia, Francia, España, Grecia, Bélgica y Portugal, que tendrían que amortizar 2,3 billones de euros.

Pero si lo que se dijese es que hay que poner en marcha un plan a 10 años para reducir la deuda al 60 %, habría que reducir 4,8 billones de euros en 10 años a razón de 480.000 millones.

Estamos hablando de que 13 países tendrían que ponerse a trabajar, incluida Alemania, que tendría que reducir 23.179 millones de deuda al año, cuando acaba de anunciar que va a bajar el Gasto Público en 45.000 millones en el próximo año.

Italia tendría que hacer un plan para reducir 162.3334 millones de euros al año de su deuda, Francia lo tendría que presentar de 140.483 millones de euros. España tendría que amortizar a razón de 72.000 millones al año. Para ello, y partiendo de la base de que tendríamos que generar 72.000 millones de superávit, si mantenemos los ingresos por impuestos, deberíamos de bajar los gastos en 144.000 millones al año, que nos llevaría a los 480.000 millones de gasto.

Qué barbaridad, tener que volver al 2017, cuando Rajoy dejó el Gasto Público en precisamente esa cantidad.

Pero esta es la realidad en la que nos encontramos. Claro que el PIB puede subir, y por lo tanto el valor absoluto de la deuda a reducir sería menor, pero para que el PIB suba hay que ponerse a trabajar, y en el Gobierno hoy están de vacaciones, pero hace 5 años, por estas fechas, también estaban de vacaciones, y no volvieron para trabajar en hacer crecer la riqueza de nuestro país.

Así que, si no queremos tener que llegar a un máximo de gasto público como el del 2017, hay que tomar varias medidas:

La primera, no endeudarse ni un euro más.

La segunda, poner en marcha medidas que permitan crecer la economía, apostando por los sectores productivos en los que más creamos que deben de crecer. Yo apostaría por la industria, por la información y comunicaciones y por la banca en busca de soluciones fintech.

La tercera, pensar en un modelo de incentivación por la creación de puestos de trabajo, premiando de forma especial la contratación de menores de 30 años.

Pero claro, todas estas medidas son propuestas por un economista desde esta tribuna, y nunca van a ser aceptadas por el gobierno actual.

No he visto a ningún miembro del Gobierno hablar de estas cifras. No he oído a ningún medio de comunicación comentar cuánto habría que reducir la deuda para acercarnos a la convergencia europea. No he leído a ninguno de mis letrados amigos de la izquierda hacer cálculos sobre lo que hay que recudir la deuda para evitar tener verdaderos problemas de financiación.

Para los que me leéis, recordad que, con 1,535 billones de euros, nos sobran 718.633 millones de deuda si queremos seguir en la Unión Europea; a Italia más, y a Francia también, es cierto, pero a mí me preocupa lo que nos va a dejar este socialismo, este comunismo, estos independentistas catalanes, estos asesinos etarras y estos aizcolaris vascos.