Fundado en 1910

Un hombre escribiendo código informático.Europa Press

Economía  España es el tercer país más hackeado del mundo

Durante los últimos meses, más de 100 millones de cuentas de todo tipo (a nivel global) ha sufrido filtraciones

España es el tercer país con mayor número de ataques cibernéticos, tan solo por detrás de Estados Unidos y Rusia. Durante los últimos meses, más de 100 millones de cuentas de todo tipo (a nivel global) han sufrido filtraciones. El número de ataques aumentó más del doble respecto a las del mismo periodo de 2022.

En España, 3,7 millones de cuentas han sido robadas entre abril, mayo y junio. En Francia esta cifra se sitúa en los 3,1 millones. En Estados Unidos, este dato ascendió a los 50 millones de cuentas, y en Rusia traspasó la frontera de los 12 millones.

Los delitos más comunes

Entre los delitos cibernéticos cometidos a lo largo de 2022, los más comunes han sido:

  • Phishing: envío de correos electrónicos que suplantan la identidad de compañías u organismos públicos y solicitan información personal y bancaria al usuario.
  • Fraudes a través de pagos por internet.
  • Extorsión.
  • Estafas de soporte técnico: cuando el delincuente hace creer a la víctima que tiene un problema técnico en su dispositivo y le pide que pague a cambio de sus servicios.
  • Fraude de inversiones.
  • Fraude por confianza o romance.

Redes Sociales

El aumento en el uso de redes sociales como Facebook, Twitter, WhatsApp, Instagram o TikTok ha hecho que los ataques hayan aumentado exponencialmente. Muchos criminales expertos en el ámbito tecnológico se hacen pasar por los usuarios para robarles información y así poder sustraer sus datos.

Los expertos avisan de que la seguridad es una herramienta fundamental para combatir dichos delitos, y que el empleo de contraseñas potentes es algo básico, además de su revisión de forma periódica, para así evitar su posible robo.

También apuntan a que debe prestarse mucha atención a la información que se comparte por internet, ya que los ciberdelincuentes pueden emplearla para obrar con malas artes y así intentar sobornar a la persona.