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José María Rotellar

La deuda pública se desborda

Los ciudadanos necesitan que el Gobierno les aligere de cargas

El endeudamiento público sigue incrementándose de manera desmedida, como muestran los datos de junio, últimos publicados:

  • En junio, la deuda aumentó en 26.930 millones de euros.
  • Sánchez, así, ha incrementado la deuda exponencialmente hasta el final, hasta el último instante de su mandato en el último quinquenio.
  • La tendencia alcista de déficit y deuda continúa, pese al exceso de recaudación derivada de la inflación, que, además, ya se va ralentizando (crecimiento de ingresos fiscales de un 18,3 % en el primer semestre de 2022 frente al incremento del 3,8 % en el primer semestre de 2023, que con la deriva del gasto presionará más sobre el déficit y la deuda).
  • La deuda supera ampliamente los 1,5 billones de euros y se sitúa en junio en 1,568 billones de euros de endeudamiento, con más de 400.000 millones de euros de incremento desde que gobierna Sánchez (411.454 millones), según las notas iniciales de deuda de las AAPP emitidas por el Banco de España con carácter mensual.
  • De esta forma, la deuda sigue incrementándose en alrededor de 200 millones de euros al día (221,69 millones) –casi 1.500 millones a la semana, 6.000 millones al mes, más de 9,2 millones cada hora– desde que gobierna Sánchez.
  • O dicho de otra manera, Sánchez incrementa la deuda cada minuto en 153.950 euros.
  • Es decir, mientras un ciudadano hace una pausa de quince minutos para tomarse un café por la mañana, Sánchez habría incrementado la deuda en más de 2 millones de euros.
  • Y durante una jornada laboral completa, en la que un ciudadano habrá estado trabajando duramente ocho horas, generando actividad económica, empleo y pagando sus impuestos, Sánchez habrá aumentado la deuda en casi 85 millones de euros.

Elaboración propia a partir de las notas mensuales iniciales de deuda de las AAPP publicadas por el Banco de España

  • Este grave problema puede poner en peligro a la economía española, tanto por su capacidad para financiarla si el BCE deja de comprar deuda, como por la repercusión de sus intereses en el presupuesto, que mermará recursos para servicios esenciales y que, a su vez, incrementará el gasto.
  • Esto hay que tenerlo especialmente en cuenta ante las turbulencias financieras ocurridas hace algunos meses, que han tenido alguna repetición en Estados Unidos: si se reprodujesen más y de forma persistente, que esperemos que no suceda, podría haber un cambio en la política del BCE que dejase más frágil el respaldo de deuda española por parte del BCE o que encareciese su financiación. De momento, se mantiene la política monetaria contractiva a ambos lados del Atlántico, con una pausa por parte de la Reserva Federal, pero con intención de completar, al menos, una o dos subidas más de tipos en ambas zonas monetarias.
  • El incremento del gasto es un problema importante, con el déficit estructural, construido sobre un gasto desmedido, que se ha ido consolidando en el tiempo, como principal problema.
  • Así, sobre la base de unos ingresos coyunturales, se ha ido asumiendo un incremento del gasto anual en el sector público, especialmente en el Gobierno de la nación, que nos lleva a una situación de insostenibilidad: con una recaudación adicional de más de 30.000 millones en 2022, el déficit sólo se redujo 2 décimas sobre el objetivo, que denota el importante incremento del gasto que se está produciendo.
  • Este endeudamiento se agravará a lo largo del año, pues los PGE para 2023 vuelven a sustentarse sobre unos ingresos coyunturales, derivados de la inflación -que ya están desacelerándose de manera intensa, con mayor crecimiento de gasto, que incrementará el gasto estructural y el déficit estructural, especialmente con las medidas electorales que tomó Sánchez ante el adelanto electoral.
  • De esa manera, el déficit estructural español se situará en 2023 cerca de cinco puntos porcentuales sobre el PIB, elemento que señala un grave desequilibrio de la economía española. Déficit estructural que es la gran preocupación de la Comisión Europea. El déficit final en 2023 se prevé del 3,9 % del PIB.
  • De hecho, la Comisión Europea, pese a revisar ligeramente al alza la previsión de crecimiento, considera que España no cumplirá con el objetivo de estabilidad del 3 % en 2024, al situarlo en el 3,3 % del PIB. Eso se debe a que el gasto se está acelerando, de manera que se están desperdiciando los ingresos adicionales derivados de la inflación para reducir el déficit y la deuda. Así, el Gobierno ni deflacta para no subir los impuestos a los ciudadanos como consecuencia de la inflación, ni lo aprovecha para cuadrar las cuentas, ni reduce la deuda, que es una losa que se traducirá en más impuestos futuros para pagarla.
  • Sánchez no rectifica, pues la disminución de la deuda que algún mes se produce no es real, sino por efecto estadístico del distinto decalaje entre amortizaciones y nueva financiación.
  • La tendencia, así, sigue siendo alcista –y así seguirá mientras siga habiendo déficit, pues la deuda no es más que el sumatorio de los distintos saldos presupuestarios de cada ejercicio– con la aportación de inestabilidad a la economía que ello supone, como también ha sucedido en el pasado 2022 y sucederá en 2023, pese al incremento extraordinario de recaudación motivado por la inflación, que ya se desacelera a pasos agigantados.
  • La deuda con esos más de 1,5 billones de euros, supone el 113,87 % del PIB español sobre la estimación de crecimiento de PIB nominal del plan presupuestario 2023 que el Gobierno envió a la UE), que también es del 113,10 % si se emplea el PIB agregado de los últimos cuatro trimestres publicado por el INE.

Deuda pública sobre el PIB

  • Aunque es obvio que el efecto del denominador derivado del crecimiento del PIB mitiga el cociente, como vemos, seguirá siendo muy elevado porcentualmente y, lo que es más preocupante, creciente en valores absolutos. La cifra de cierre prevista para 2023 por el propio Gobierno es la mencionada del 113,87 %.

Deuda pública sobre el PIB

  • Todo ello, nos lleva a que desde que gobierna Sánchez la deuda se ha incrementado en 411.454 millones de euros. Durante el primer año, aumentó en 38.688 millones, y al cabo cinco años de mandato el incremento es de más de 400.000 millones de euros, según las notas mensuales iniciales publicadas por el Banco de España sobre la deuda de las AAPP.

Incremento de deuda

  • Así, si durante el primer año creció la deuda por persona en 828,03 euros, en los más de cuatro años de mandato de Sánchez la deuda por persona ha aumentado en más de 8.000 euros (8.537 euros, más de diez veces el incremento del primer año).

Incremento de deuda por persona

  • O visto de otra manera: en el primer año, la deuda se incrementaba a un ritmo de 105,99 millones de euros al día. Ahora, tras casi cinco años de Gobierno de Sánchez, la deuda crece 221,69 millones de euros cada día.

Incremento diario de deuda

  • De esa forma, seguimos con un incremento exponencial del gasto, siendo los últimos en haber recuperado el nivel de actividad económica previo a la pandemia (tal y como corrobora Eurostat), en un entorno económico complicado, de elevada inflación, siendo muy preocupante la subyacente –la mayor desde hace más de treinta años–, fuertes costes energéticos –que están propagando ese incremento de precios por toda la cadena de valor–, y un optimismo imprudente por parte del Gobierno.
  • Es más, la mejora en las revisiones puede ser temporal de materializarse los innumerables riesgos que existen sobre la economía, donde la actividad del sector servicios disminuye y la de la industria cae con fuerza, desplomándose ambas sobre los registros del mismo período del año pasado.
  • Los ciudadanos necesitan que el Gobierno le aligere de cargas, como, por ejemplo, la deflactación del IRPF y la bajada de impuestos, especialmente el IVA de todos los productos básicos –también la carne, el pescado y las conservas–, no que los endeuden más.
  • Es imprescindible, por tanto, reducir el gasto ineficiente, porque es el origen del problema y vuelve insostenible el mantenimiento de la estructura económica con semejante endeudamiento, y devolver a los ciudadanos la recaudación extra que el Gobierno está consiguiendo gracias a la inflación, que asfixia a los españoles, les hace perder poder adquisitivo y les impide llegar a fin de mes y poder competir, en el caso de las empresas, en los mercados.