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La ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño.EFE/Román Ríos

Análisis económico

La deuda de los cuatro últimos trimestres suma 93.700 millones

Nuestro país va a entrar en imposibilidad de refinanciar la deuda como máximo en junio de 2025

Ya sé que me estoy poniendo un poco pesado con el tema de la deuda, pero como el sanchismo piensa que la deuda no es de nadie y yo pienso que es un compromiso contraído por el Reino de España con quien nos presta el dinero, este tema me preocupa mucho.

Y me preocupa porque sé que dentro de muy poco tiempo, y por poco pongo como máximo junio de 2025 (parece que está muy lejos, pero que en economía son 7 trimestres), este país va a entrar en imposibilidad de refinanciar la deuda.

Para esa fecha, si sigue gobernando este conglomerado de partidos, a los que podemos llamar como queramos, y que yo prefiero llamar sanchismo, nos va a colocar en una deuda país, bajo el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), muy cercana a los 1,8 billones de euros.

No estoy loco. Cerramos el año 2019 con 1,223 billones de deuda, llegó el COVID y endeudarse fue como si todos los problemas los resolviésemos emitiendo deuda y cerramos 2020 con 1,345 billones y nos endeudamos en 122.000 millones. Pero llegó el 2021 y nos dio exactamente lo mismo: este Gobierno le había cogido el gusto a gastar más de lo que ingresaba y tuvo que pedir prestado hasta los 1,427, y nos colocó otros 82.000 millones de deuda, la verdad, sin necesidad alguna.

Pero no satisfecho con lo que llevaba, disfrutaba cada mes endeudando a este país, pensando que la deuda es buena y es sana si se gasta con progresía, y vaya que si gastó, que dejó la deuda en 1,502 billones y se endeudó en otros 75.000 millones, haciendo trampas en el cuarto trimestre, como veremos más tarde.

Y le dijo a la Unión Europea que este año se iba a volver a endeudar hasta los 1,577 billones, que son otros 75.000 millones de euros.

Nos hemos endeudado desde 2019 en la previsión del Gobierno en 354.000 millones.

La realidad es que los primeros 6 meses del año nos hemos endeudado en 66.000 millones, y salvo trampas en el cuarto trimestre, nos iremos a 133.000 millones, que nos colocará en 1,635 billones.

Si mantenemos esta senda en 2024, que en la UE no mandará nadie, nos colocaremos, fácilmente, en 1,750 billones de deuda, pero como en el 2025 ya habrá nuevo equipo, entre que me siento, me acomodo y tomo decisiones, nos vamos a junio de 2025 donde como mínimo estaremos en 1,8 billones.

Y entonces, susto: pues haber escogido muerte. Nos habremos colocado fácilmente en una deuda del 125 % sobre el PIB suponiendo un crecimiento acumulativo del 3 % en precios corrientes, y empezará nuestro Armagedón.

Veamos antes de cerrar esta información lo que ha pasado en los 4 últimos trimestres, porque es alucinante lo que nos está pasando.

Si quitamos el cuarto trimestre del 2022, que luego hablaremos de él, vemos que entre 3 trimestres sumamos 95.022 millones de euros de deuda, y que esta va subiendo trimestre a trimestre: en el tercer trimestre de 2022 nos endeudamos en 28.731 millones PDE, en el primero de 2023 en 32.761 millones y en el segundo de 2023 en 33.529 millones.

El cuarto trimestre de 2022 es una borrachera de trampas en el solitario, pues decimos que amortizamos deuda porque la deuda emitida entre las administraciones es superior a la emitida al mercado, lo cual es una trampa hecha para que el cierre del año no fuese tan llamativo. Además, no debemos olvidarnos de que, aunque octubre fue un buen mes de recaudación por el IRPF y el IVA de las pymes, en diciembre se pagaron pagas extra a empleados públicos y a pensionistas.

Claro, que este año puede repetirse, pero como van a tener que seguir gobernando y en la UE, cuando se enteren en febrero, ya están en proceso electoral, no necesitan trampear.

Así que todos los números nos llevan a que vamos a cerrar muy cerca de los 130.000 millones de deuda, que va a ser el registro de deuda español nunca alcanzado, ni siquiera con la pandemia.

Lo único que puede anticipar la caída del sanchismo es que, a finales de año, los mercados empiecen a exigir primas de riesgo no asumibles, y que si las asumimos, los propios mercados consideren que siguen teniendo riesgos demasiado altos para devolver, y entremos en colapso.

Y ya sé que lo que voy a decir no es políticamente correcto: la derecha española tiene que hacer una reflexión muy seria antes de llegar a poder. Debe tener muy claro cómo quiere gobernar, y hoy no está preparada.

Así que espero que no les toque anticipar su llegada al Gobierno, porque las medidas que nos van a imponer los hombres de negro son terribles para 14 millones de españoles que verán en un primer momento cómo les desaparece la paga de junio, luego la paga de diciembre, luego tendrá una bajada de sus ingresos brutos del 15 % por decreto ley y votado en el Congreso y serán los únicos paganos.

Eso sí, el sanchismo habrá dimitido, porque los que han creado el problema no lo van a arreglar, porque eso no es progre, y si lo vuelve a tener que hacer la derecha, ya sabe lo que va a durar en el Gobierno; salvo que entre a saco en el gasto político, le meta un tajo de 150.000 millones y convenza a los mercados de que no necesita hacer lo tradicional que exigió el Fondo Monetario, el BCE y Bruselas a Portugal y a Grecia.

Bajar 150.000 millones sin tocar pensiones, salud, educación, seguridad nacional y defensa es factible, pero hay que tener valor para hacerlo, y la derecha de nuestro país necesita una refundación para tener ese valor.