La farsa de los fondos europeos continúa, aunque Calviño dice que sigue trabajando en ellos

La ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, dice que el Gobierno no ha dejado de trabajar aunque esté en funciones, y sigue hablando «intensamente» con Bruselas para recibir cuanto antes la aprobación de la adenda del Plan de Recuperación. «Inmediatamente después solicitaremos el cuarto pago, que son 10.000 millones de euros, para que pueda llegar antes de final de año y podamos continuar con ese flujo de fondos», ha explicado.

La realidad, sin embargo, es bien distinta. Standard & Poor’s recordaba a principios de este mes que la ejecución de los fondos europeos en España es de apenas el 10 % (7.700 millones gastados sobre 77.000 asignados), muy lejos del 57,1 % ejecutado por Francia, el 48,9 % de Suecia o el 41,8 % de Alemania.

Además, en muchos casos no se sabe muy bien a quién han llegado los fondos europeos en España. El Parlamento Europeo solicitó saber quiénes eran los cien primeros destinatarios finales y nuestro Gobierno no ha respondido. Catorce países ya han publicado su listado, pero el nuestro no se encuentra entre ellos.

Según señalan expertos seguidores de los fondos europeos como el economista Santiago Sánchez, a Calviño se le ha atragantado el cuarto pago, que «no ha sido enviado por el incumplimiento de hitos y dudas sobre la idoneidad de reformas como la de pensiones y vivienda».

Italia, que tiene un sistema más eficaz del reparto de fondos, capitaneado por expertos, ya ha adelantado a España en la petición y recepción de fondos europeos del Mecanismo de Recuperación.

Mientras tanto, España renegocia con la Comisión Europea después de haberle enviado la adenda en junio solicitando los préstamos. Modifica setenta hitos del plan inicial sin haber informado sobre ellos y añade cinco hitos nuevos.

La renegociación está parada hasta que España tenga un nuevo Gobierno, pero el flujo de los fondos ya lleva tiempo funcionando con cuentagotas y, en muchos casos, detenido. Un ejemplo es el del PERTE Chip, en teoría destinado a convertir España en referente en el diseño y fabricación de chips. Aunque se aprobó el 24 de mayo de 2022 con un presupuesto de 12.400 millones de euros, a día de hoy se ha convocado un 0,48 % y se ha resuelto un 0 %. De momento solo se ha cerrado una convocatoria por 60 millones (Misiones Chip), que se resolverá en otoño. Se ha anunciado que después de verano se lanzará otra convocatoria de 80 millones (Cátedras Chip). Las grandes factorías de chips se instalarán en Polonia, Francia, Italia y Alemania, aunque la idea inicial era que el grueso de la inversión de este PERTE en España (9.350 millones) fuera destinado a una fábrica de chips.

Por suerte parece que en algún otro terreno el Gobierno está empezando a atinar más, aunque sea a la segunda. La nueva convocatoria del PERTE VEC (vehículo eléctrico y conectado) apunta a ser un éxito por la cantidad y calidad de los proyectos recibidos, y gracias en buena medida a haber introducido proyectos de baterías y a haber escuchado las quejas del sector de la automoción respecto a la primera convocatoria. La primera convocatoria, impulsada en 2022, contaba con un presupuesto de 2.975 millones de euros. 2.200 millones quedaron desiertos por las altas exigencias requeridas: había que ir en consorcio con otras empresas, tenía que afectar a varias regiones y los plazos de ejecución de los proyectos eran muy reducidos. Los algo más de 1.400 millones previstos en la convocatoria actual se ejecutarán en pleno, y en principio así debería comunicarse cuando acabe el plazo de presentación de proyectos, el próximo 15 de septiembre.