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Lineal de supermercadoPixabay

Así ha subido la cesta de la compra en el resto de Europa

El precio de los alimentos no ha dejado de subir, pero hay mucha diferencia entre los distintos países

El Instituto Nacional de Estadística ha publicado esta semana la tasa de inflación del mes de agosto que ha dejado una nueva subida por el encarecimiento de los carburantes mientras que el precio de los alimentos moderaba tres décimas su crecimiento hasta el 10,5 %. En lo que va de año, la cesta de la compra se ha encarecido un 5,2 %, por debajo de la media europea, pero en algunos productos básicos el incremento supera el 15 %.

Es el caso del aceite de oliva. Este producto cuesta un 15,8 % más que a comienzos de año y todo indica que su precio se disparará en los próximos meses como consecuencia de la sequía y las pobres cosechas. Y España no es el más afectado. En el conjunto de la Unión, este producto se ha encarecido un 17,3 % con Lituania (+22,9 %), Italia (+22,5 %), Estonia (+21,9 %) y República Checa (+20,2 %) como países más afectados por las subidas.

No es el único ejemplo. En general, y a pesar de las críticas de algunos miembros del Gobierno a las grandes superficies por las subidas, España está capeando el temporal con cierta dignidad. Arroz (+8,1 %), carne (+4,9 %), huevos (+3,7 %) o fruta (+15 %) han aumentado respecto a la media europea, mientras que pan (+1,2 %), pescado (+2,1 %), hortalizas (+0,6 %) y el citado aceite de oliva (+15,8 %) lo han hecho por debajo. La leche, sin embargo, no ha visto modificaciones de su precio aunque en el conjunto de la UE e incluso ha bajado (-2,9 %).

En Europa, el aumento de precios varía mucho entre los países. En Chipre, por ejemplo, el precio de la fruta desde el comienzo del año ha crecido un 36,7 %, mientras que en Eslovenia ha caído un 3,1 %. Mientras las hortalizas se han disparado un 24 % en la República Checa, en Finlandia han bajado un 23,2 %....

Los motivos de estas diferencias entre los países son diversos, además del obvio impacto de la invasión de Ucrania y el aumento en el precio de los combustibles. Los hábitos de consumo son determinantes ya que una mayor rotación de determinado alimento en los lineales de supermercado provoca que los incrementos de los costes de producción se trasladen mucho antes a los precios.

También han sido clave las condiciones meteorológicas y las posibles plagas que puedan afectar a las cosechas en los países que produzcan determinados productos. En España, primer productor del mundo de aceite de oliva, la sequía ha dejado muy mermada la producción de aceitunas disminuyendo considerablemente la oferta disponible.

Subidas de un 70 % en un año

No obstante, la comparativa es más correcta respecto a hace un año, para evitar la influencia de la estacionalidad de ciertos productos. El citado aceite de oliva costaba en agosto de 2022 5,43 euros el litro, mientras que ahora está a 9,24 euros, un 70,2 % más. También el repollo (+27 %), la cebolla (+26 %), el pimiento verde (+25 %) y las zanahorias (+23 %) han sufrido importantes incrementos.

Por el contrario, sandía (-36,9 %), plátano (-36,7 %), calabacín (-28,1 %), tomates (-16,4 %), berenjena (-12,5 %) y pepino (-9,7 %) estaban en agosto a un precio bastante inferior respecto al mismo mes de 2022.

Medidas contra la inflación

Casi todos los gobiernos de la Unión Europea han introducido medidas para hacer frente a la inflación. En el caso de España, estas ayudas se tradujeron en la reducción del IVA para determinados productos. Una decisión que en nuestro país no ha servido para reducir el IPC de los alimentos por debajo del 10 %.