Ortega mete la quinta y dispara al Inditex de la nueva era

Desde que Marta Ortega fue nombrada presidenta de Inditex el pasado abril de 2022, sus movimientos hacen pensar que la empresa ha entendido que hay que dar una vuelta a Zara y sus marcas: meter una nueva marcha que les sirva para mantener el liderazgo y que la compañía siga siendo relevante en un sector como el textil, muy presionado por las exigencias de responsabilidad social, las continuas promociones de precios y la generalización del low cost.

En esta línea trabajan Marta Ortega y su consejero delegado, Óscar García Maceiras, desde que llegaron a sus puestos, y los resultados no pueden ser más espectaculares. Como se vio en las cuentas que presentaron el pasado miércoles, Inditex no solo ha disparado sus ingresos y beneficios en el segundo trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año pasado (+ 14 % en el caso de los ingresos, hasta los 9.240 millones de euros, y + 20 % en el caso de los beneficios operativos, hasta los 1.682 millones de euros). Si se mira con un poco más de perspectiva y comparándola con la competencia, Inditex ha ido dejando atrás con el paso de los años a GAP, auténtico líder durante una época; a H&M, que rivalizó con la empresa de los Ortega por el primer puesto en el mundo de la moda, y ahora a Shein, la firma que ha enloquecido a las más jóvenes y que está teniendo un impacto importante en Estados Unidos por el crecimiento del mercado low cost debido a la inflación.

En este entorno altamente competitivo que está pasando factura a grandes operadores como H&M y GAP, Inditex ha mantenido su cuota de mercado a pesar de haber subido los precios. Un estudio de UBS llegó a señalar que los había incrementado en un 18,5 % en 2022. A pesar de ello, la legión de fans de Zara y sus otras marcas sigue manteniendo su apoyo.

Inditex, que ya vendía sus productos más caros fuera de España que dentro de nuestro país, sigue su transición hacia su conversión en una marca premium. En esta línea cerró a final del año pasado su colaboración con Steven Meisel, un conocido fotógrafo estadounidense con el que han lanzado una colección de moda conjunta. «Marta Ortega es quien se está encargando de hacer un upgrade (ascenso de categoría) progresivo de la marca, si no hacia el lujo, sí hacia el premium», explica Luis Lara, socio-director de la consultora Retalent y profesor de la escuela de negocios ISEM Fashion Business School. Este upgrade incluye colaborar con diseñadores, fotógrafos o influencers para lanzar productos nuevos y distintos. «Así amplían el abanico de precios. Crean colecciones cápsula, con nombres y apellidos, para elevar el posicionamiento y tener prendas más caras pero sin perder por abajo, ofreciendo también precios defensivos para no disminuir la masa de clientes», añade.

Amancio Ortega siempre ha enfatizado dos palabras desde que fundó la compañía: producto y tienda. Inditex es una empresa orientada hacia el producto y el canal (offline y online). En este aspecto sigue destacando el aumento del espacio en las tiendas y el buen resultado de la app y la integración entre la tienda física y la digital, que permiten al cliente tener mucho más control de la experiencia de compra, y generar ideas que ayuden en la elaboración del producto.

Marta Ortega ha dejado claro que, como su padre, dirige la compañía centrándose en el producto, las tiendas, el marketing digital, la imagen de marca o la relación con diseñadores e influencers. García Maceiras se centra más en la estrategia y en el modelo operativo y económico. Ambos trabajan para hacer que Zara y las otras marcas de Inditex sigan siendo relevantes en un entorno cada vez más complejo. Su trabajo coordinado se refleja en cinco trimestres consecutivos de crecimientos.

A pesar de esta buena marcha, algunos analistas han querido ver algunas sombras en la marcha de la compañía durante el último año. Una de ellas ha sido la mala reacción de su acción en Bolsa a los buenos resultados económicos de la firma. Si bien es cierto llegó a caer más de un 4 % el pasado miércoles a pesar de sus buenos resultados, la cotización ha evolucionado bien en el último año. El viernes cerró a 36,19 euros, un 61,2 % más que los 22,45 euros a los que cotizaba hace un año, y muy por encima de los 20,11 euros a los que cotizaba el 1 de abril, cuando Marta Ortega fue nombrada presidenta.

Por otro lado se ha criticado el alza de los gastos operativos de la compañía, aunque la realidad es que en otros trimestres ha bajado.

Inditex tiene, por supuesto, alguna sombra. Una de las más claras fue el cierre el año pasado de Uterqüe, su filial de accesorios de moda y prendas. Le dieron muchas oportunidades hasta que la colección se deshizo. No dieron con la tecla, aunque aprendieron mucho del proceso.

Es una mancha que no empaña el hecho de que las cifras de la compañía sean espectaculares. Además del aumento de ingresos y beneficios que comentábamos en el primer párrafo, todos los números crecen; por ejemplo, el margen bruto, que refleja lo que gana una empresa con un producto tras restar los costes a los ingresos, antes de aplicar el IVA. En el caso de Inditex, el margen bruto es del 56,3 %, no tan elevado como el que tiene por ejemplo Apple con sus servicios (música, almacenamiento en la nube, etc., con el que alcanza el 71 %), pero sí por encima del que obtiene la empresa estadounidense con su división de hardware (entre el que se incluye el iPhone), que se queda en el 35 %. H&M cerró 2022 con un margen bruto en torno al 50 %.

Inditex tiene otros buenos números, entre los que se encuentra el dinero que tiene en caja, que ha llegado a los 10.546 millones en el segundo semestre de 2023, un 14 % más que en el mismo periodo del año pasado. Las cifras reflejan que la gestión está siendo buena, y de momento muestran un buen camino para mantener un Inditex exitoso en las próximas décadas.

¿Cómo será la evolución futura? ¿Funcionará la nueva estrategia formulada por el tándem Marta Ortega-Óscar García Maceiras? Según Luis Lara, «existe todavía un margen amplio para captar cuota de mercado a nivel global. Inditex ha demostrado en los últimos años que puede desafiar turbulencias económicas y amenazas competitivas y seguir creciendo, yendo unos pasos por delante, superándose cada vez más y distanciándose de sus competidores».