Economía UE
La presidencia española ve posible un nuevo acuerdo de Mercosur antes de que finalice el año
Es geoestratégico para la Unión Europea, según ha remarcado la presidente de la Comisión Ursula von der Leyen
El acuerdo de Mercosur fue uno de los deberes pendientes en la última Cumbre EU-CELAC, en parte por la diversidad de intereses entre los Estados miembros, en ocasiones opuestas.
En este sentido, atarlo cuanto antes es una de las claves para la actual presidencia española del Consejo de la Unión Europea. De conseguirlo, sería uno de sus logros.
Así lo ha afirmado el ministro en funciones de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a su llegada Consejo este lunes. Considera que la negociación «avanza» y que ve factible que se den las garantías mínimas para que salga adelante el pacto.
Planas ha explicado que la Comisión Europea va a informar a los países sobre la situación después de que la semana pasada el Ejecutivo comunitario recibiera del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) una respuesta a su propuesta de anexo para hacer hincapié en el respeto de las normas ambientales.
Cabe recordar las declaraciones al poco de terminar la cumbre del presidente de Brasil Lula da Silva en las que critica a los europeos por utilizar las políticas climáticas como una extensión más de control colonial.
Contexto internacional
Desde el inicio de la guerra de Ucrania, gran parte de los acuerdos europeos deben entenderse bajo el prisma de la política estratégica. Reubicación de intereses, construcción de nuevas alianzas, asegurar cadenas de suministros. El acuerdo con Mercosur es parte de ello.
El ministro español recordó que para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, el acuerdo es «un elemento importante, sin duda comercialmente, pero también geopolíticamente para la Unión Europea».
«Creo que en el momento actual y teniendo en cuenta no solo los flujos comerciales a nivel mundial, sino también la geopolítica del momento, y lo estamos viendo en relación con Ucrania y otros elementos, es muy importante para la Unión Europea», ha subrayado.
También ha comentado que Brasil y otros países han planteado «algunos reparos» en relación textualmente con lo que proponía Bruselas.
El Mercosur debía responder a las nuevas exigencias ambientales presentadas por la UE a comienzos del año, que plantean la posibilidad de imponer sanciones y restricciones al comercio por el incumplimiento de sus requisitos ambientales.
Esto es lo que consideró Lula como políticas coloniales camufladas de medioambientales. La razón es que, al vetar productos de zonas deforestadas, la balanza estaría más desequilibrada a favor de la UE.