Feijóo vuelve a poner el foco en la opacidad de los fondos UE y promete una rebaja masiva de impuestos

Los fondos europeos siguen en el punto de mira. Tras la sucesión de problemas a la hora de su reparto y la opacidad en su ejecución, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido en su discurso de investidura establecer una nueva política basada en la transparencia que dote, al fin, de agilidad y eficacia a la cuestionada distribución de las ayudas.

«Nadie sabe a ciencia cierta lo que se invierte o lo poco que se invierte», ha afirmado Feijóo. Los fondos «no están impactando en la economía según lo previsto», ha insistido. Algo sobre lo que recientemente alertaba también la Comisión Europea, que en un informe avisaba de que problemas en la ejecución de los 50.000 millones adjudicados en nuestro país para 2021 y 2022. Según Bruselas hace falta que España establezca «una capacidad administrativa reforzada y suficiente» para garantizar «la absorción efectiva y eficiente» de las ayudas.

En este sentido el líder del PP se ha comprometido a que, si llega a la presidencia del Gobierno, renegociará los mecanismos para agilizar la distribución de las ayudas y dará más protagonismo a los agentes sociales, económicos y al Parlamento. También a las comunidades autónomas, las grandes arrinconadas, a su juicio, a la hora de canalizar las ayudas. «Mi planteamiento es hacer todo lo que no se ha hecho», ha resumido Feijóo. Cabe recordar que, como publicó El Debate, el Gobierno esconde desde hace siete meses la lista de los 100 mayores beneficiados por las ayudas.

En paralelo, el candidato popular ha propuesto crear una Oficina de Proyectos Industriales Estratégicos y un fondo de inversión para consolidar el crecimiento de las empresas emergentes; una desgravación fiscal para las nuevas inversiones y una fiscalidad para los grandes patrimonios «que nos acerque al resto de Europa y no atente contra las competencias económicas y la seguridad jurídica».

Ayudas a las familias

Dentro de su paquete económico Feijóo ha planteado asimismo impulsar un Pacto por el Saneamiento de la Economía, con el objetivo de abordar los problemas más urgentes. También se ha comprometido a aliviar el impacto de la inflación sobre las cuentas de las familias. Para ello, en caso de llegar a la presidencia del Gobierno reduciría el IRPF a las rentas bajas y medias con ingresos de hasta 40.000 euros, esto es, la inmensa mayoría de los contribuyentes. Igualmente extendería temporalmente la rebaja del IVA de los alimentos a la carne, el pescado y las conservas, y mantendrá el resto de medidas vigentes contra la inflación, como el tipo reducido del IVA de la electricidad y del gas.

En este objetivo se encaja también la propuesta de garantizar el correcto desembolso de la ayuda de 200 euros para personas vulnerables -que no ha llegado ni a la mitad de quienes lo necesitan, ha asegurado- y la gratuidad del transporte público. Eso sí, en función del límite de renta. Para ello, ha prometido establecer un método eficaz en colaboración con la Agencia Tributaria.

En materia laboral, Feijóo ha abogado por subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) al 60% del sueldo medio, en base a «criterios objetivos». También ha apostado por reformar el procedimiento para conceder el Ingreso Mínimo Vital que, según ha recordado, «deja fuera a dos de cada tres potenciales beneficiarios».