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Los presidentes de Correos, Indra y Redeia, a la expectativaLu Tolstova

La semana económica

Los amigos de Sánchez en las empresas públicas, pendientes de la amnistía

Correos, Aena, Indra, Red Eléctrica... Los empresarios con nombramiento político aguardan para saber cuál es su futuro

Juan Manuel Serrano (Correos), Belén Gualda (SEPI), Maurici Lucena (Aena), Beatriz Corredor (Red Eléctrica de España), Marc Murtra (Indra)… Los empresarios afines al Gobierno aguardan con expectación si Pedro Sánchez vuelve a ser el presidente, ya que sus cargos dependen en mayor o menor medida de ello. Lo conseguirá si facilita la amnistía que piden los catalanes, aunque sea con otro nombre.

Entre los que probablemente puede estar más nervioso se encuentra el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano. Amigo personal de Sánchez, ex jefe de su gabinete, su gestión económica ha sido más que controvertida. Los sindicatos le han acusado de manera reiterada de llevar a la empresa a la ruina. Le atribuyen unas pérdidas de 800 millones de euros en los últimos cuatro años, el tiempo que lleva al frente de la compañía.

La llegada de las elecciones, la posibilidad de que hubiera cambios en la cúpula de la empresa y la mala situación económica de la firma provocaron ya antes del verano cambios en la directiva y un acelerón llamativo en algunos contratos.

Precisamente la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), principal accionista de Correos y otro de los organismos que está pendiente de lo que ocurra con el Gobierno, envió a la compañía hace unos meses un nuevo director de Recursos Humanos, otro de Operaciones y otro Financiero para tratar de enmendar los problemas económicos de la compañía.

Serrano tenía tres cargos de confianza, pero dos desaparecieron. Uno fue el director financiero, por un escándalo que se difundió por WhastApp, y otro el de Estrategia, que acompañó al presidente a Brasil a reunirse con Bolsonaro para privatizar una empresa similar a Correos en aquel país, algo que parecía no tener mucho sentido empresarial.

La continuidad o no de Serrano y la evolución de Correos afectará a la SEPI y a su presidenta, Belén Gualda. Correos aportó a la SEPI el 37 % de sus ingresos en 2022, los más importantes de largo en la Sociedad, pero también fue la culpable de la caída en un 73 % del beneficio de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales.

La granadina Belén Gualda es parte de la cuota andaluza que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defiende en su Gobierno. Llegada al cargo en marzo de 2021, esta ingeniera de Caminos desarrolló una buena gestión en su primer año. En 2021 la SEPI volvió a los beneficios (159 millones) y aumentó un 11 % sus ingresos, pero en su segundo ejercicio ha sufrido la debacle de Correos.

Gualda tiene un buen reto en la SEPI, que además de controlar Correos, Navantia y Tragsa, supera el 50 % de doce sociedades (entre ellas la Agencia EFE y el Hipódromo de La Zarzuela) y menos del 50 % de Ebro Foods, Hispasat, Enagás, Indra, Redeia, Airbus, Enresa, IAG y Alestis. Además, tiene participaciones indirectas en cien empresas. El Grupo Sepi emplea a más de 76.300 personas.

El tiempo dirá si Gualda continúa o no con Sánchez o sin Sánchez. Lo mismo pensará Marc Murtra, que sigue al frente de Indra. Este ingeniero industrial que había ocupado cargos de confianza en el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), llegó a su puesto actual en mayo de 2021. En este tiempo, la compañía ha experimentado algunos cambios. El más importante tiene que ver con un mayor foco en el negocio de defensa, algo que puede reportarle grandes ganancias teniendo en cuenta la nueva estrategia europea en este terreno.

Aena, Enagás y Redeia (antes Red Eléctrica) son las tres grandes joyas entre las empresas públicas. El presidente de Aena, Maurici Lucena, ha tomado medidas como incrementar considerablemente el número de titulados y funcionarios desde que llegó al cargo a finales del año 2018, y en breve puede tener ante sí una de las grandes peticiones que han hecho ERC y Junts a Pedro Sánchez para apoyarle en la investidura: que los aeropuertos de El Prat, Gerona, Reus y Sabadell pasen a manos de la Generalitat.

Enagás, por su parte, se ha convertido en una empresa más estratégica que nunca. Su presidente es Antonio Llardén, un ingeniero industrial de Barcelona muy del PSOE, muy amigo de Borrell y de Narcís Serra. Su posición no debía colmar el gusto del Gobierno, y le reforzaron con un nuevo consejero delegado que nombró la SEPI: Arturo Gonzalo Aizpiri. Gonzalo ha trabajado toda la vida en Repsol y en el sector público, y se le considera muy cercano a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ahora se enfrenta a un momento crítico, ya que Enagás es la empresa que gestiona los grandes gasoductos e infraestructuras de gas en España, en pleno conflicto con nuestros suministradores en estos momentos. El problema es que Enagás no va bien económicamente, como se ve en la Bolsa, y todos los dedos acusadores apuntan a Gonzalo.

Como ven, la posible investidura de Sánchez tiene una vertiente empresarial, y sus protagonistas están pendientes de cómo acaba la historia para saber qué futuro les aguarda.