La Eurocámara pide 10.000 millones más para el presupuesto de la UE
Estarán destinados a una serie de «prioridades» como la ayuda a Ucrania, la inversión en tecnologías limpias y el pago de los intereses extraordinarios de la deuda del fondo de recuperación
Este martes, la Eurocámara, con sus distintas voces enfrentadas y matices políticos, ha pedido 10.000 millones más para el presupuesto de la Unión Europea.
Estos recursos adicionales están destinados a apoyar ciertas prioridades cruciales, delineadas en el presupuesto revisado de la Unión Europea hasta 2027. Abarcan desde la ayuda a Ucrania y la política migratoria hasta la inversión en tecnologías limpias y el pago de los intereses extraordinarios de la deuda del fondo de recuperación.
Para el eurodiputado polaco Jan Olbrycht, del Partido Popular Europeo, esta cifra de 10.000 millones no es solamente un número en el papel, sino una cantidad «simbólica» que comunica un mensaje evidente sobre la importancia de reforzar las líneas presupuestarias que son verdaderamente prioritarias.
Pero, ¿cómo se distribuirían esos fondos? La Comisión Europea propuso en junio un incremento en el presupuesto de la UE de unos 66.000 millones de euros, que se sumarían a otros 33.000 millones en líneas de crédito para Kiev, recogidos de los mercados de deuda.
De esta propuesta, 19.000 millones estarían destinados a pagar el aumento de los intereses de la deuda de recuperación y 17.000 millones para crear un marco de transferencias no reembolsables a Ucrania durante los próximos cuatro años, con el objetivo de atender sus necesidades financieras más urgentes y financiar reformas.
¿Unanimidad?
Además, se busca reforzar la plataforma STEP, destinada a canalizar inversiones en sectores tales como tecnologías limpias o biotecnología, con un presupuesto de 10.000 millones y los eurodiputados desean añadir otros 3.000 millones para «cumplir con las metas estratégicas» del bloque europeo.
También se contempla un aumento de 3.000 millones en el Instrumento de Flexibilidad del presupuesto comunitario y un refuerzo de 2.000 millones en el fondo para desastres naturales o crisis sanitarias.
En el marco de esta conversación presupuestaria, los eurodiputados Margarida Marques y Jan Olbrycht urgieron a los Estados miembros a establecer sus límites de negociación, con la esperanza de concluir las negociaciones antes de que finalice el año y así que les salgan las cuentas de cara al 2024.
No obstante, la unanimidad no es un lujo que la Eurocámara pueda permitirse en este asunto. Aunque el pleno del Parlamento Europeo aprobó su posición negociadora con 393 votos a favor, también se presentaron 136 en contra y 92 abstenciones, revelando las divisiones internas respecto a cómo gestionar los fondos y cuánto destinar a cada «prioridad».
El secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Navarro, reveló que «algunos aspectos de esta propuesta requerirán una orientación al más alto nivel político». La revisión del Marco Financiero Plurianual (MFP) será discutida a fines de este mes en Bruselas, en una cumbre que tiene el desafío de pulir las diferencias entre las naciones del bloque.
Y aunque países como Alemania, Países Bajos, Austria y Dinamarca encabezan un bloque que desea una revisión presupuestaria «quirúrgica», enfocada en consolidar ayuda a Ucrania y sumar «un par de cosas pequeñas», la discusión se proyecta intensa y fundamental para definir el camino económico de la UE en los próximos años.