Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, durante la investidura del presidente popular
Inflación disparada y empobrecimiento, la herencia económica envenenada del próximo Gobierno
El Observatorio de la Universidad Francisco de Vitoria estima que el crecimiento podría llegar a caer un 1%
La inflación mantiene un nivel preocupante, especialmente la subyacente (no cuenta precios de la energía ni alimentos no elaborados), y hace que la pérdida de poder adquisitivo de los agentes económicos empobrezca a la economía española. Es una de las conclusiones del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), que expone un panorama nada halagüeño para el próximo Gobierno español.
El Observatorio, que dirige el economista José María Rotellar y que cuenta con personalidades de prestigio como Gregorio Izquierdo, Francisco Cabrillo o Pedro Schwartz, añade a la inflación y la pérdida de poder adquisitivo el problema de que «la necesaria política restrictiva que está aplicando el BCE encarece la financiación y contribuye a un retraimiento de la actividad económica y del empleo».
El retorno en 2024 de los límites de deuda y déficit que impone Bruselas (las llamadas reglas fiscales), el mantenimiento de la política monetaria restrictiva durante más tiempo del previsto y el empeoramiento de la actividad económica en muchos países de la UE, especialmente en Alemania, «puede afectar de manera muy importante a la economía española a través de un descenso de las exportaciones y del turismo recibido, que han contribuido de manera importante al crecimiento de la economía española», indican.
El gasto debería reducirse
El gasto debería disminuir para cumplir con las reglas fiscales. «Adicionalmente, la pérdida de poder adquisitivo y el encarecimiento de la financiación reduce la capacidad de los agentes económicos y apunta a un descenso del consumo de los hogares y de la inversión empresarial, que se intensifica por el empeoramiento de las expectativas», añaden.
La enorme dependencia de la economía del gasto público ha anulado en gran parte al sector privado, se estima en el Observatorio. En este contexto emite sus previsiones económicas en forma de cuatro escenarios que contemplan distintas hipótesis, que van de peor a mejor comportamiento económico. Sus diferencias se basan en la evolución de la inflación y las medidas que se adopten para su contención.
En lo relativo al año 2023 no hay grandes diferencias, tampoco con el consenso. Aparecen a partir de 2024, que es cuando los efectos económicos de la política económica cobrarán mayor intensidad. En ese momento sus previsiones se mueven «desde una caída cercana al 1 % en el escenario muy pesimista, a un crecimiento cercano al 1 %, más próximo al consenso de analistas, pero intensificando el efecto del retardo de la política monetaria».
Como escenario no contemplado, se considera que un aplazamiento permanente del ajuste fiscal, una relajación de la política monetaria y una ausencia de reformas podrían hacer cobrar una mayor probabilidad a la aparición de una grave perturbación que llevase a un modelo de «cisne negro», un fenómeno impredecible, muy extraño y sorpresivo pero no imposible, no contemplado en estos momentos por el Observatorio.
