La recaudación de IVA cae en agosto por cuarto mes consecutivo: esta vez, un 9,4 %

El Gobierno en funciones sigue cazando moscas. Durante el mes de septiembre ha estado muy preocupado por si a Feijoo se le ocurría dar la campanada con la investidura o bien porque el PNV hacía una de las suyas o bien porque la «Rebelión en la granja socialista» producía un movimiento y 4 diputados socialistas decidían en el último minuto algo que tumbase al gobierno en funciones.

Ahora las seguirá cazando hasta que el Rey les dé el «plácet» a que se presenten.

Y a continuación seguirán cazando moscas porque entre el huido «cagón», el catalán que se llama Aragonés, el «aizkolari» vasco y Otegui ya tienen bastante para ver cómo se organizan para que todos digan que sí.

Está claro que, si el Rey da la bendición a Sánchez, este ya no va a poder delegar en sus perros gorileros, tipo Óscar Puente, para negociar, porque el huido va a querer oír a Sánchez prometiendo todo y desdiciéndose de todo lo que dijo sobre el huido y de cómo lo traería a España, todo para conseguir auparse a la Presidencia.

Pero si el huido consigue que Sánchez se comprometa con él, Aragonés no va a ser menos, y por supuesto el «aizkolari» no querrá ser el único a quien no visita. A Otegui eso le da lo mismo: con que les acerquen presos y les blanqueen más, ya le sirve lo suficiente, porque con eso cree que tiene suficiente para ganar las próximas elecciones vascas.

Mientras tanto, la economía a su libre albedrío. La parte que crece, pues qué bien, y la parte que decrece, que aprenda de la que crece, pero eso sí, a pagar todos los meses lo máximo posible. Eso que no falte, porque si no de qué va a tener caja el Gobierno, que ya es un poco pesado tener que ir todos los días a pedir dinero prestado.

Total, 95.000 millones que llevamos desde julio 2022 a julio 2023. Como si con el Gobierno no fuese la cosa, y encima mirando mal a los que le decimos que ya está bien, que paren de gastar, para poder rebajar impuestos para que la economía se recupere.

Pero ese Paco Martínez Soria que habita en La Moncloa sigue erre que erre, que hay que quitarles lo máximo posible a los españoles para hacerlos lo más pobres posible, para así darles paguitas y tenerlos agarrados de sus partes más nobles.

Agosto ha sido otro mes extraordinario. Nunca en un agosto habíamos recaudado 24.362 millones, porque el mes de agosto más espectacular fue el del año 2022 con una recaudación de 22.562 millones. Supone que este año el Gobierno ha recaudado un 8 % más que el año anterior, que suponen 1.800 millones de euros más en los bolsillos de Hacienda.

Veamos el cuadro de la recaudación donde, de nuevo, los impuestos directos son los que sostienen y se llevan en volandas a los ingresos del Estado.

El IRPF en agosto vuelve a subir, en este caso un 8,2 %, lo cual demuestra que este impuesto está mes a mes batiendo todos los registros de recaudación nunca vistos. En agosto ha llegado a 6.643 millones, otros 500 millones más de recaudación que el año anterior.

De todas maneras, el impuesto estrella en este mes ha sido el Impuesto de Sociedades, por el cual se han recaudado 8.939 millones, un 11 % más que el año pasado, aunque veremos que en acumulado seguimos por debajo.

La sorpresa de nuevo, por cuarto mes consecutivo, la da el IVA, que aunque recauda 5.354 millones, supone una bajada de 550 millones que implica recaudar un 9,4 % menos que en 2022. En julio la bajada fue de un 3 %, en junio fue de un 10,6 % y en mayo de un 3,8 %.

El segundo impuesto en importancia para el Gobierno, podemos decir que, tras cuatro descensos continuados, ha entrado en «recesión», pero como el Gobierno no está a IVA que está a Rolex, pues como siempre nadie preocupado por lo que pasa, salvo los propios consumidores, que no llegan a final de mes y casi seguro las empresas, porque venden menos.

Los impuestos especiales, gracias a los impuestos de los hidrocarburos, han llegado a 1.854 millones, de los cuales 1.055 son de las gasolinas. Han subido otro 6,5 %.

Por lo tanto, el mes ha terminado con 24.362 millones que van a las arcas del Estado y el Gobierno, que brindará con champán una subida de la recaudación del mes de un 8 %.

Si miramos los ingresos hasta agosto, vemos que aquí siguen por delante en prácticamente todos.

Los impuestos directos se van a 98.640 millones. Supone la máxima recaudación en este concepto, con un incremento sobre la anterior, que fue en agosto de 2022, del 7,4 %, sobre todos gracias a la subida de la recaudación del 9,6 % en el IRPF.

El IVA aguanta en positivo todavía un 1 % y los impuestos indirectos llegan a 76.322 millones, un 1,1%, en máximos históricos también.

La recaudación total se coloca en 176.315 millones, un 4,5 % más, que suponen la friolera de 7.500 millones más recaudados que el año pasado.

Pero si este dinero sirviese para tener una mejor educación o sanidad o justicia o fuerzas armadas, o mejores infraestructuras, todavía podría merecer la pena, pero para estar viendo en las TV financiadas con dinero público, llenas de anuncios de lo bien que lo hace el Gobierno, hay momentos que se me revuelven las tripas y me entran náuseas.