Proyecto HS2
Ferrovial y ACS se salvan del recorte de Sunak al AVE británico
El primer ministro británico avisó este miércoles por sorpresa de que el trayecto se quedará en la mitad
El recorte en el trazado del tren de alta velocidad de Reino Unido anunciado por el primer ministro británico, Rishi Sunak, no afectará a las empresas españolas implicadas en el proyecto. Los tramos que operan ACS y Ferrovial están fuera de las modificaciones que ha planteado el Gobierno británico, según ha podido confirmar El Debate de fuentes conocedoras.
El tren de alta velocidad HS2 (High Speed 2) es el proyecto que debía unir Londres con las grandes ciudades del norte de Inglaterra y la piedra angular de los planes del Reino Unido para mejorar la cohesión territorial entre el norte y el sur del país.
Diseñado hace más de una década, el plan inicial preveía 530 kilómetros de vías entre la capital británica y las ciudades de Birmingham, Manchester y Leeds. Sus impulsores lo describían como «el mayor proyecto de infraestructuras de Europa», y en él estaban involucradas compañías españolas.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció sin embargo este jueves que el trazado de alta velocidad terminará en Birmingham, a mitad de trayecto, y los trenes continuarán hacia el norte a través de vías convencionales.
Costes disparados
El coste estimado inicial era de unos 33.000 millones de libras (38.000 millones de euros), pero la inflación y los imprevistos han disparado la cifra desde entonces a entre 71.000 y 98.000 millones de libras (entre 81.000 y 113.000 millones de euros).
El objetivo era que 18 trenes unieran cada hora en ambas direcciones la capital con el norte de Inglaterra a 360 kilómetros por hora. Sería un medio de transporte rápido que prometía contribuir a equilibrar la balanza de la economía británica, donde la City financiera y las empresas de Londres acaparan buena parte de la riqueza.
La participación de empresas españolas
La compañía española ACS se adjudicó en 2019 junto a la empresa local Mace la nueva estación de alta velocidad de Euston, en Londres, por más de 2.000 millones de euros.
Proyectada en dos fases, estaba previsto que la primera culminara a comienzos de 2026 y la segunda en 2033.
Posteriormente, en 2021, y también de la mano de Mace, ACS ganó un contrato por 600 millones de euros para la nueva estación de alta velocidad de Curzon Street en Birmingham. La idea era que se completase a finales de 2029.
Por otra parte, en 2020 Ferrovial se incorporó junto con Bam Nuttall a la joint venture formada por Eiffage y Kier para participar en el diseño y construcción de los lotes C2 y C3 de la línea HS2 por 2.600 millones de euros.
El proyecto comprende los trabajos del tramo que une la zona de Chilterns con las afueras de la ciudad de Birmingham. Las obras incluyen la construcción de 15 viaductos, 22 kilómetros de desvíos de carretera, 67 puentes y 30 millones de metros cúbicos de excavación, entre otras tareas.
Ferrovial ha confirmado a El Debate que el primer tramo en el que participa ya se está ejecutando con todos sus aledaños (puentes, etc.) y no se va a parar. La segunda fase no ha salido a concurso.
En cuanto a ACS, fuentes del mercado certifican que tampoco se ha anulado ninguno de sus tramos y que sus dos proyectos siguen en pie.
Retrasos y cancelaciones
Cuando se concibió, el HS2 debía estar operativo en 2026, dentro de poco más de dos años. En la práctica, el primer ramal, hasta Birmingham, se espera que se retrase hasta 2033. La llegada del tren a Manchester, antes de quedar cancelada, no estaba prevista hasta 2041.
Cuando se abra el primer tramo de vías, además, los trenes no llegarán a la céntrica estación londinense de Euston, sino que terminarán en Old Oak Common, en los suburbios al oeste de Londres.
El Gobierno paralizó este año la construcción del túnel hacia Euston durante dos años, después de que la inflación doblara los costes del tramo, si bien Sunak confirmó ayer que los trenes llegarán finalmente a la céntrica estación adjudicada a ACS.
¿Por qué se han disparado los costes?
La Oficina Nacional de Auditorías británica (NAO, en inglés) publicó en 2020 un informe en el que advertía de que el proyecto ferroviario no había valorado de manera adecuada las incertidumbres y los riesgos de una infraestructura de esa envergadura.
La identificación de estructuras con amianto, el descubrimiento de restos arqueológicos en el trazado y la necesidad de desviar más líneas de gas y electricidad de las esperadas provocaron problemas desde el principio.
La construcción de túneles, estaciones y puentes era además más compleja y costosa de lo que preveía el proyecto inicial.
La disparada inflación en los materiales de construcción tras la pandemia y la invasión rusa de Ucrania terminó de sellar la espiral alcista que acabó mutilando el proyecto.
Críticas desde flancos diversos
Conservadores y laboristas del norte de Inglaterra han criticado los planes de cancelar el ramal hacia Manchester del tren de alta velocidad.
El tory Andy Street, alcalde de West Midlands, región que incluye Birmingham y Coventry, ha tachado la decisión de Sunak de metedura de pata política «increíble», y la BBC le ha descrito como «furioso» con el primer ministro.
El alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, ha dicho que la suspensión ofrece al mundo la imagen de que el Reino Unido «ya no puede acometer proyectos grandes y complicados».
Burnham cree que la cancelación refleja que los británicos del norte de Inglaterra son «ciudadanos de segunda clase» y pidió al Gobierno que priorice la construcción de la línea entre Manchester y Birmingham para completar el ramal hasta Londres en el futuro.