El Estado tendría que 'trocear' las Cercanías catalanas para satisfacer al separatismo

El traspaso integral del servicio de Rodalies a la Generalitat es una vieja reivindicación del nacionalismo. Es una cuestión que ha aparecido y desaparecido como el Guadiana durante los últimos 15 años, pero ha vuelto con fuerza tras las elecciones generales de julio. Es una de las condiciones que ponen los independentistas para dar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, y ahora parecen estar más cerca de poder conseguirlo. Este miércoles volvió a insistir en ello Gabriel Rufian, al incluirlo entre las tres exigencias que ha trasladado a Pedro Sánchez por escrito a cambio de facilitar su investidura.

Eso sí, el gobierno catalán no quiere el traspaso a cualquier precio. Pide que se avance hacia un traspaso integral «en todas sus variables», es decir, la infraestructura, el material móvil, los recursos humanos y las inversiones a realizar, además de las medidas para hacer frente a «las reiteradas alteraciones del servicio».

Hay que tener en cuenta que actualmente, la Generalitat es la titular del servicio, es decir, decide horarios, frecuencias y la composición de las líneas. En definitiva, se encarga de la planificación de la oferta y también de las tarifas. Sin embargo, todo lo relacionado con la infraestructura de Rodalies, y, por lo tanto, con las inversiones; la formación y habilitación del personal o la seguridad de la circulación ferroviaria, depende del Ministerio.

El gobierno catalán no quiere el traspaso a cualquier precio, pide que se avance hacia un traspaso integral

Desde la Generalitat aseguran que, con una gestión más cercana, se mejorará el servicio al ciudadano y quieren negociar con el Gobierno las condiciones del traspaso para que este servicio «sea de primera», en palabras de la consejera de Territorio, Ester Capella. Y es que, según el Govern, Rodalíes y los trenes regiones sufrieron 831 deficiencias graves el año pasado, lo que supusieron un retraso acumulado de más de cien minutos. De media, cada día produjeron más de dos incidencias que afectaron a 22.500 trenes.

Culpables

¿Y cómo se ha llegado a esta situación? Desde Junts y ERC culpan al Estado de la falta de inversiones en Rodalies. Según los últimos datos presentados por la consejería de Empresa, el Gobierno ha dejado de invertir 3.639 millones de euros presupuestados en las dos empresas públicas, Renfe y Adif, entre 2010 y 2021. Y del total de inversiones previstas des de 2013 en Cataluña, y que no se han ejecutado, casi tres cuartas partes corresponden a actuaciones que afectaban a Renfe y a Rodalies. De ahí que la Generalitat quiera que el traspaso vaya acompañado de una importante cantidad de dinero para paliar ese déficit de inversión.

No se podrían traspasar ni todos los tramos ni todas las estaciones

¿Pero todo es responsabilidad del Estado? hay algunos sindicatos, como el SEMAF; que consideran que no toda la culpa se puede atribuir a Gobierno, aunque es cierto, reconocen, que se tendría que mejorar la infraestructura de la red de Rodalies en Cataluña. Pero una cuestión a tener en cuenta, aseguran, es el problema de seguridad que tiene la red ferroviaria en esta comunidad autónoma, y eso ya depende de la Generalitat.

El sindicato pone ejemplo las incidencias por cuestiones externas a Renfe o a Adif. Como, por ejemplo, los arrollamientos. Rodalíes es donde incidentes de este tipo se producen, aproximadamente un 70 %, y sobre todo en la línea de la costa. Pero también el servicio en Cataluña está al frente de otros índices, como el apedreamiento de trenes (casi la mitad) agresiones a personal de Rodalíes, además de otro tipo de actos vandálicos (accionar las palancas de las puertas o problemas con los grafiteros). Problemas, aseguran, que también acaban incidiendo en el servicio y en la puntualidad

¿Puede asumir el traspaso la Generalitat?

Según algunas fuentes del sector consultadas por El Debate, no es tan fácil, ni tan sencillo, porque habría que ‘trocear’ Rodalies, es decir, quizás no se podrían traspasar ni todos los tramos ni todas las estaciones. Y es que no se pueden ceder aquellas líneas que sean de «interés general», como, por ejemplo, las que crucen fronteras (en este caso con Francia), con otras comunidades autónomas, ni tampoco las que utilicen el servicio de mercancías. Por lo tanto, nos aseguran, aquí ya se limita, y mucho, esa opción de traspaso. Y por supuesto también quedan excluidas las líneas de alta velocidad.

Y otra cuestión a tener en cuenta: hay que superar las reticencias que han mostrado, sobre todo los maquinistas, a este traspaso. De entrada, el SEMAF asegura que hay entre un 60 % y un 70 % de la plantilla de Rodalies que viene de fuera de Cataluña, porque son plazas de oferta pública, y una transferencia de competencias afectaría a todo ese volumen de personas. Además, el sindicato ha mostrado sus dudas porque la Generalitat sea «capaz de asumir» toda la gestión de esta competencia. Creen que, si acaba sucediendo, habría un «retroceso en la prestación del servicio y en la seguridad del sistema», además de que «se crearía una duplicidad en la gestión y administración».

El gobierno catalán siempre ha sacado pecho por la gestión que lleva a cabo en Ferrocarriles de la Generalitat. Pero no hay que perder de vista que este organismo gestiona unos 250 kilómetros de red, frente al millar de Rodalíes.